Capítulo 75

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Con delicadeza guardó los anillos en la cajita y luego los dejó en su bolsillo como si fuera el tesoro más valioso. A duras penas manejó de vuelta a casa, notando que había luces encendidas y dos autos estacionados afuera. No quería acelerarse, volverse loca o algo por el estilo, pero sabía que habían traído a la morena de vuelta a casa para que pasara la noche durmiendo a su lado. Su mamá, tenía una copia de las llaves así que seguramente Alexa fue en busca de ellas para entrar. Corrió por las escaleras hasta llegar a la habitación y vio como Dianna sollozaba mientras sostenía la mano de la morena que dormía sobre la cama. Ella junto a Shawn, Alexa y otros médicos, habían tenido que escuchar los desgarradores gritos de dolor que el maldito tumor causaba en su cabeza, dolor que se extendía por todo el cuerpo casi como si le arrancase la piel estando viva.

Con lentitud se acercó a la cama y con los ojos llenos de lágrimas depositó un beso en su frente.

Alexa: No me gusta decirlo de esta manera, pero pronto va a poder descansar tranquila. –La ojiverde giró para mirarla, sabiendo el real significado de sus palabras- ¿Estás consciente de que la noche de mañana será la última que tendrán antes de internarla? –ella asintió, acariciando el rostro de Camila con pena. Ferrer apoyó una mano en el hombro de su amiga- Sabes que es para que pueda pasar sus últimos momentos tranquila, hablaré con el director de la clínica para que se te de la autorización de entrar a ver cuando quieras a tu futura esposa.

Shawn besó la frente de su amiga y luego abrazó a Lauren, comunicándole una vez más que no estaría sola y que tenía a sus amigos y familiares para darle el apoyo suficiente.

Dianna: Nos vemos mañana Lo. –Le acarició el rostro a su amiga- No te preocupes que Camila estará bien y más hermosa que nunca, todo saldrá bien.

Después de que se fueron se acostó al lado de su "pequeño ángel", apoyando su rostro con cuidado sobre su pecho, sintiendo a su cansado corazón latir con fuerza para brindarle algún tiempo más de vida. Camila inconscientemente luchaba por estar el mayor tiempo posible viva, pero en cualquier momento su cuerpo necesitaría descansar para siempre y no podría evitarlo.

Con cuidado le acarició el vientre para transmitirle calor aunque ella estuviera dormida por el sedante, de todas formas su inconsciente la sentía. ¿Cómo no estar nerviosa en esos momentos si haría algo que todos calificaban como el mayor acto de amor? ¿Qué pasaba si ella no le daba el sí? Taylor se había ofrecido para averiguar cómo sería el vestido de novia ideal de la morena y se lo compraría, Shawn sería quien la llevaría hasta ella. Tal vez nunca sabría cómo habría sido Camila como la madre de sus hijos, pero se conformaba con que fuera su esposa para demostrarle una vez más lo que era el amor verdadero. Y así, a pesar del miedo y la horrible sensación de desconsuelo en su cuerpo, logró quedarse dormida escuchando sus latidos.

Lauren: Te amo pequeña –murmuró entre sueños, sintiendo un calor exquisito sobre su rostro.

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Domingo 18 de marzo 2016, al otro día

¿Una fiesta? Taylor había dicho que su hermana había ido a ayudar de urgencia a la clínica y que luego llegaría al lugar donde tenían organizada la fiesta de disfraces. Ilusa pero dulcemente Camila había caído en la trampa, aceptando con una sonrisa que la hermana de su novia la arreglase. En estos momentos sostenía su cabello, usando un poco el ondulador para formarle un sencillo peinado a petición de Camila, quien también expresó su deseo porque la maquillase de forma sencilla. No tenía la más mínima idea de lo que le esperaba y que creyese que era sólo una fiesta normal organizada por Verónica, provocaba la ternura en la castaña. Como no podía ver, su oído se había vuelto algo más agudo, y escuchaba como Daniel balbuceaba sobre la cama de su tía.

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora