Capítulo 9

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Una semana después, Charlize se despertaba el día de la fiesta con la emoción a flor de piel.

Había recibido una flor nuevamente en el transcurso de la semana pero eso ya no le interesaba en lo absoluto. Derek no había sido el de la rosa, eso le quedaba claro, quizás alguien que intentaba conquistarla realmente, se dedicaba a enviársela, y aunque se preguntara quién era, no hacía gran mella en su curiosidad de arriesgarse a descubrirlo, en algún momento se presentaría ante ella para salir del anonimato.

"No es un buen día si no te veo" se reía al recordar la frase. "No es un buen día si no me apresuro a alistarme para la fiesta" pensó.

Llamó a la estética para preguntar si le habían apartado su turno y muy contenta por la respuesta positiva, tomó su cartera y partió a que la dejaran más bella de lo que ya lo era.

A pesar de pecar de vanidosa, no estaba muy errada, no por nada atraía a su jefe y otros hombres que se escudaban tras una rosa y una pequeña esquela.

La pedicurista se encargaba de sus pies, mientras la manicurista trabajaba con cuidado en sus manos. Ella conversaba con todas a la vez sobre la fiesta de la que casi se queda afuera de no ser por alguna hada madrina que le había cumplido su deseo.

Volvió a su apartamento sintiendose renovada. Se había dedicado un día entero a ella, algunas compras, algo de maquillaje para la fiesta y un antifaz que dejaba ver sus ojos que destilaban una mirada sensual que atría fuertemente.

Él bajo su gran saco azul oscuro con botones dorados, se veía como un rey, sus leggins blancos, sus zapatos diseñados especialmente para la fiesta decorados con unos falsos diamantes que los embellecían aún más. Su cabello atado y su bigote y barba crecidos que habían tomado por sorpresa a inversores de Francia, le cambiaba el aspecto, lo hacían ver más serio aunque tuviese el cabello largo. A Olivia le había parecido atractivo, pero a Char todo lo que hiciera su jefe, representaba una estupides.

Su cabello atado y muy importante, sin su piercing que lo delatara delante de ella.

Lo había preparado todo estratégicamente, no podría fallar nada y menos en esa noche tan importante en la que se había puesto firme en su decisión de conquistarla.

Salió del edificio a esperar un taxi mientras las miradas de los pocos transeúntes se posaban en ella curiosos pensando en que se perdían de algo en los que podrían ser los protagonistas.

Un carruaje tirado por dos hermosos caballos blancos se estacionó frente a ella.

-Buenas noches, my lady. Pidió usted un taxi?- Chazy no comprendía demasiado. Acaso era esa otra sorpresa?

-Este.... si... lo pedí...

-Bueno, pues ha llegado. Me dijeron que pase por usted...- el hombre dio un vistazo rápido a su reloj de bolsillo -justamente a esta hora- la mujer lo miraba sorprendida y con una amplia sonrisa que se había anclado en su rostro.

-De verdad? Quién ha sido? puede decírmelo?

-Lo siento, es un regalo de alguien que la conoce. Es todo lo que puedo comentarle al respecto. Por favor...- dijo inclinándose ante ella dándole paso hacia la carroza.

Ella avanzó confiada, haciendo ruidos con sus tacones hasta subirse despacio acomodando la enorme falda de su vestido dentro del vehículo.

Él salió en el Chevrolet Corvette que su mejor amigo se lo había prestado, un auto para nada de época, a toda velocidad. Sonreía como si hubiese triunfado finalmente. Creía sentir su perfume, el de su piel, de su cabello y su corazón se aceleraba aún más que su auto.

Take My Breath Away(Sebastian Bach) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora