Acero [SANGRE & ACERO #2]

Capítulo 26 - Bosque Rojo.

Mi equipo se adelantó a mí, cubriéndome mientras me ocultaba.

Se pusieron en formación de ataque y comenzaron a disparar al grupo mientras que yo rodeaba el camino, ocultándome entre los árboles para no ser vista tan fácilmente.

- ¡Están disparando hacia los árboles! - La voz de Aiden se esuchó por el dispositivo instalado en mi oído.

Entendí lo que tenía que hacer.

Saqué una granada de mi bolsillo trasero y la tiré entre la multitud. Muchos murieron y otros pocos dejaron de disparar, centraron su atención en mi.

Empezaron a bajar de los árboles, y mi equipo avanzó junto a mi.

Saqué la ametralladora que tenía en la espalda y comencé a disparar contra todo el que veía.

Pude ver como Irina bajaba de un árbol con su equipo y me acerqué a ella.

- Ves dentro.- Le ordené mientras la cogía del brazo, frunció el ceño. - ¡Estás embaraza!

- No puedo quedarme de brazos cruzados, estaré bien.

Y salió corriendo sin hacerme ni el más mínimo caso.

Intenté no ponerme más nerviosa de lo que ya estaba y avancé junto a mi equipo.

El grupo era muy grande, y se habían dispersado, haciendo más difícil cazarlos, aún así no íbamos tan mal.

- Los grupos del sector oeste se acercan. - Dijo Bill por el transmisor.

- Lo mismo en el este. - Dijo Matt.

- Emboscarlos, que no lleguen a aquí. - Ordené, y seguí a mi equipo los cuales se habían adelantado.

Pude sentir como una bala rozaba mi pelo, me giré rápidamente, tres hombres apuntaban hacia mi, nerviosos.

Saqué los cuchillos que tenía en cada bota y lanzé uno, que impactó en el pecho de el enemigo. Aproveché los segundos de shock de sus compañeros para correr hacia ellos, al ver que me apuntaban, cambíe de dirección, impulsándome con un árbol, y aterricé justo encima de uno de ellos. Cogí su cabeza con un brazo y clavé un cuchillo en su cuello con la mano desocupada.

Sabía que su compañero iba a atacar, así que levanté su cuerpo rápidamente, las balas impactaron contra el cuerpo inerte. Una vez dejó de disparar lo empujé de una patada, el cuerpo cayó encima del enemigo, dándome tiempo a sacar la pistola y disparar varias veces, acabando con su vida.

Proseguí mi camino.

Apenas dos pasos más allá uno de los míos corrió hasta a mi, el miedo podía reflejarse en sus ojos.

- ¡Comandante! Son demasiados, no ...

No pudo terminar la frase, ya que un disparo impactó en cabeza, llenándome de sangre.

Me agaché rápidamente, sacando las dos pistolas y disparando en dirección de los atacantes. Eran muchos así que corrí en dirección opuesta.

El bosque era un infierno, miles de bales hacían saltar la corteza de los árboles al impactar contra ellos, y lo único que veía era gente corriendo y disparando hacia todos lados.

Me encontré a mi equipo junto con el de Aiden, en formación, perfectamente alineados.

- ¡Vienen! - Grité una vez llegué hasta ellos.

Los que me perseguían no tardaron en llegar, y las balas volaron hacia ambos lados.

Pude ver como mis compañeros caían justo al lado de Aiden, y el miedo a perderle me hizo hacer una locura, otra vez.