Capítulo 32 - Buena idea.

24.9K 2.1K 337
                                    

El silencio se había apoderado de la sala exitosamente.

Y ahí nos encontrábamos, 30 minutos después de haber leído la carta, sentados alrededor de ella como si fuera a desaparecer.

- ¿Y bien? - Dijo Xav, rompiendo el silencio.

- Deberíamos aceptar. - Sugirió Axel.

- Está claro que es una trampa. - Interrumpió James.

- Nunca lo sabremos si no hacemos nada. - Se quejó Axel.

- Seguramente aún tengamos a ese espía entre nosotros; ¿estáis seguros que queréis debatir eso ahora? - Habló Lexa.

- James seguro que no es el espía. - Intentó bromear Ryan.

Todos nos giramos, mirándolo mal.

Paró de reírse y señaló a su boca, simulando como si la cerrara cómo una cremallera.

- Nosotros podemos hacer trampas también. - Murmuré.

Todos se giraron a mirarme.

- Llevar algo de ayuda, por si acaso decide jugárnosla.

- Las familias aún son leales a ti, Sophie. - Informó Ryan, esta vez más serio.

- La moral de los chicos está por los suelos, ¿como los convencemos para otra batalla? - Habló Aiden.

Irina no estaba a su lado.

Mi mirada se cruzó con la suya, y le pregunté por Irina en nuestro viejo lenguaje de signos que solíamos utilizar para que nadie se entere de lo que hablábamos. 100% Inventado por nosotros, como no.

Me contestó que estaba descansando así que lo dejé pasar.

- James puede ser una gran ayuda, lo aman. - Dijo Axel.

- Acabamos de venir de la sala principal dónde casi se lo comen, ¿Que mas puede hacer? - Repliqué.

Todos se callaron, pensando algo.

- ¡Lo tengo! - Exclamó Xavier. Todos centramos nuestra atención en él. - La gente ama a James. - Asentimos. - La gente te ama, Sophie.

- ¿A dónde quieres llegar? - Pregunté confusa.

- Vais a ser pareja, vais a organizar un montón de banquetes, fiestas, vais a ser felices. A los chicos les encantará veros uniros, y las fiestas les ayudarán a subir la moral, será fácil llamarlos a las armas cuando haga que hacerlo.

Todos se quedaron en silencio

- Es un buen plan. - Confirmó Aiden satisfecho.

- Os olvidáis de un pequeño detalle. - Exclamó Ryan, a punto de perder los nervios. - Sophie está conmigo. - Dijo lentamente, remarcando cada sílaba.

- Solo va a ser un poco de teatro y unos cuantos besos, Ryan. - Le explicó Xavier.

Ryan lo miró como si estuviera loco y después fijó su mirada en mi.

- ¿A ti te parece bien todo esto?

- Bueno, si sirve para convencer a los chicos ..

Apretó la mandíbula y se dio la vuelta por unos segundos, mirando hacia la pared mientras apoyaba sus brazos en la cabeza.

- Es James, no es ningún desconocido. - Me quejé, un poco cansada de su actitud.

- Tú lo has dicho, es James. - Exclamó mirándolo mal.

- No pretendo robarte la novia. - Murmuró James, mirando hacia la mesa.

- Si por ti fuera mi cabeza estaría en una pica y Sophie en tu cama.

- ¡Ryan! - Le regañé.

- Quizás. - Murmuró James encogiendo los hombros.

- ¡James!

- ¡Ya basta! - Interrumpió Aiden. - ¿Vamos a hacerlo o no?

- Sí. - Contesté

- No. - Replicó Ryan casi al unísono lo volví a mirar mal. - ¿Sophie podemos hablar un momentito?

Me levanté y me acerqué a él. Tiré de su brazo hasta afuera de la sala.

- ¿Se puede saber que diablos te pasa?

- ¿Se puede saber que diablos te pasa a ti? - Me replicó. - ¿Quieres que vea como ese gilipollas te besa después de todo lo que ha pasado?

- Primero, no vuelvas a llamarle gilipollas. Segundo, pensaba que tus ataques de celos habían desaparecido.

- No estoy celoso, solo defiendo lo que es mío.

Lo miré incrédula.

- No soy tuya, Ryan. No soy ningún juguete que me reclames como tuya. Tengo mi propia personalidad y no necesito tener ningún dueño.

Rodó los ojos, intentando aclararse.

- No quería decir eso. Solo que ni voy a estar tranquilo viendo como te lías con alguien que lleva enamorado de ti años. Y no sé lo que sientes por él, pero es algo fuerte.

Llevé mi mano hasta la cabeza para después fijar mis ojos en los suyos.

Su mirada transmitía intranquilidad, nervios.

- Te quiero a ti. - Llevé mis manos hacia sus mejillas. - Siempre te elegiría a ti, una y mil veces.

Su rostro se calmó, y dejó un corto beso en mis labios.

- Si me dejaras me matarías, ¿Lo sabes?

Fruncí el ceño.

- ¿A que viene eso? No voy a dejarte.

- Es solo que .. A veces me asusta ver lo mucho que te necesito, lo mucho que me haces falta. No me imagino una vida sin ti, y se que está mal.

Lo abracé lentamente, respirando su aroma.

- Yo tampoco me imaginaría una vida sin ti. - Susurré para mis adentros, sabiendo que estaba mal.

Todo tiene un final, y nuestra relación no iba a ser menos.

Y no hay peor sensación que saber que, el día que nuestra relación caiga, nosotros caeremos con ella.

--------
Capítulo cortito pero la verdad he estado muy ocupada.

La historia ha llegado a los 100K leídos 😊

Nos vemos pronto❤️

Acero [SANGRE & ACERO #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora