Acero [SANGRE & ACERO #2]

Capítulo 46 - Tenemos refuerzos.

POV RYAN

- ¿Habéis visto como suplicaba por su vida? - Exclamó Kylie mientras explotaba en carcajadas.

Forcé una risa mientras miraba el cadáver de el pobre hombre que había osado desafiar a Kylie, y cuyo cráneo se encontraba aplastado en el suelo.

Me había costado entenderlo, pero por fin lo había echo.

Kylie tenía el poder de controlar a los hombres, nos controla y consigue que hagamos lo que ella quiera, y ese poder se hacía más fuerte en cuanto más hombres reclutaba.

Por eso tiene a Sophie aquí, quiere que mis hermanos vengan a rescatarnos, y que caigan también.

Pero no cuenta con algo.

Sus poderes no son los únicos que se están desarrollando, y Grayson hace unas semanas que ha adquirido el poder de poder comunicarse con las personas a través de los pensamientos. Eso puede ser un importante punto a nuestro favor.

- Limpiad este desperdicio. - Ordenó mientras volvía a sentarse.

Xavier prácticamente corrió a levantar el cuerpo, como siempre con su mirada fija en el suelo, sin expresar absolutamente nada.

¿Eso es lo que pasa cuando pasas mucho tiempo a su lado? ¿Pierdes tu identidad?

- Ryan - La voz de Grayson resonó en mis oídos, llevaba comunicándome con él desde hace unas horas.

''¿Pasa algo?''

- Estamos en las afueras del recinto, pero necesitamos saber si es seguro entrar.

Pensé unos segundos.

''Hay una sala de vigilancia, no pude ver que zonas estaban vigiladas exactamente, pero hay al menos treinta cámaras repartidas por todo el recinto'' Recordé

-En que zona está.

''Segunda planta, hay un pasillo a mano derecha, segunda puerta a la izquierda.'' Hice un recorrido mental hasta la sala.

- ¿Crees que puedes llegar hasta allí? - Preguntó

''Estoy en ello.'' Me levanté y me acerqué a la puerta, dispuesto a salir de la sala. Su voz sonó en cuanto toqué la puerta.

- Ryan. - Me llamó. - Ven aquí. - Dijo Kylie.

Dudé por unos segundos, pero decidí no levantar sospechas y me acerqué a ella, sentándome a su lado.

- ¿Crees que Sophie intentará huir? - Me preguntó.

- Siempre lo hace. Aunque está bien encerrada, dudo que encuentre la manera.

- ¿Estás seguro de eso?

Asentí, y comenzó a reír.

- Ryan, Ryan ... - Murmuró. -He ido al almacén, dónde hemos guardado sus cosas, justo después de tu ridículo numerito de la mano en el ascensor. Su cuchillo no está.

Reaccioné de inmediato e intenté golpearla. Con una velocidad increíble esquivó mi golpe, cogiéndome del brazo.

En pocos segundos estaba volando por los aires. Mi espalda chocó contra la dura pared, poco antes de caer al suelo.

Me levanté como pude e intenté atacarle de nuevo.

Pero algo falló en cuanto coloqué mis ojos sobre los suyos. Mi cuerpo se paralizó, mi cerebro daba órdenes a mis brazos y piernas, pero no obedecían.

- ¿Te crees que soy imbécil? - Exclamó acercándose a mi sin apartar sus ojos de los míos. - ¿Crees que iba a darte unas llaves de su celda? - Explotó en una carcajada. - Las llaves que le has dado son falsas, Ryan, no va a ir a ninguna parte.