Acero [SANGRE & ACERO #2]

Capítulo 31 - Una Carta

Mi corazón se aceleró y mis pulsaciones volaron cuando una sonrisa se dibujó en su rostro mientras extendía los brazos, buscando un abrazo.

Mis piernas reaccionaron al fin y corrieron hacia él.

Salté a sus brazos, rodeando mis piernas en su cintura mientras lo abrazaba.

Se tambaleó y estuvimos a punto de caer, pero se apoyó rápidamente en la pared, evitándolo.

Lo abracé todo lo fuerte que pude, sintiendo su calidez, su aroma.

Tuve que alejarme un poco para observar sus ojos verdes, por fin abiertos, por fin mirándome.

Me di cuenta de lo débil que estaba y me bajé de él, aunque sin alejarme.

- Lo siento. - Me disculpé. Ha estado meses sin levantarse y a mi no se me ocurre otra cosa que lanzarme encima.

- No importa. - Sonrió, pasando su mano por mi mejilla.

- No me puedo creer que esto sea real, que estés aquí.

- Estoy aquí. - Volvió a abrazarme. Haciéndome creer que todo era verdad.

Me separé, mirándola ilusionada.

- ¡Tengo que explicarte un montón de cosas! Bueno en teoría ya te las he explicado, pero no me importa explicártelas otra vez. No conoces este sitio, ¿verdad? Vamos a dar una vuelta, ¡te lo enseño mientras te pongo al día! - Hablé tan rápido que ni yo misma me entendía.

Cogí de la mano a James y lo acerqué hasta la puerta, dónde mi hermano nos miraba con una sonrisa.

Mi emoción en ese momento no podía ser más grande. La felicidad que sentí, inigualable.

Aiden se apartó, dejándonos paso a la vez que apoyaba su mano en el hombro de James con cariño.

Pasó su brazo alrededor de mis hombros para poder apoyarse un poco mientras andábamos y rodeé mi brazo en eu cintura.

Hacía tanto que no recibía ningún afecto de su parte que me sentí extraña y satisfecha, todo a la misma vez.

Comenzamos a andar sin rumbo, hablando de muchísimas cosas, todas diferentes, le había explicado todo lo que ha pasado en este tiempo, todo lo que he sentido, lo que he pensado. Todo lo que he sufrido y también lo poco que he disfrutado.

- ¿Desde cuando estás despierto? - Pregunté curiosa.

- Unas horas, las suficientes para poder acostumbrame a todo esto de nuevo.

- Me hubiera encantado estar ahí.

- No te preocupes, he oído que estabas ocupada.

Me puse roja solo de pensarlo.

- ¿Cómo te va con ... con él? - Me sentía tan rara hablando de Ryan con James que no supe si fueron imaginaciones mías o si estaba evitando siquiera decir su nombre.

- Bien, supongo. Sabes que tenemos una relación bastante difícil.

- Rara es la palabra exacta. - Sonrió un poco y se fijó en mi, parando en seco.