Capítulo 7

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Camille

Despierto al cabo de un tiempo y no me explico por qué. Voy a mí tocador a buscar las pastillas para el insomnio e inconscientemente miró hacia afuera, la casa de Jace. Esta vez la lámpara está apagada pero unos cuantos rayos de luz atraviesan su ventana y logro ver su silueta sentada en la cama.

Me siento fatal por esa tonta discusión, pero me duele lo que me dijo, me conoce muy bien y estuvo conmigo cuando estaba destrozada por Luka, él me ayudó a superar ese momento, y escucharlo decir lo que dijo, me dejó desconcertada.

Tomo la pastilla y voy nuevamente a mi cama, cubro mis ojos con mi brazo y sólo intento adivinar por qué seguía despierto a las cuatro de la mañana. Es decir, sé por qué está despierto, pero quiero saber lo que pasa por su cabeza, muchas posibles excusas comenzaban a aparecer y daban vueltas en mí cabeza.

¿Realmente quiso decir lo que dijo?

La última imagen que estuvo en mí cabeza antes de dormir, fue un Jace llorando. Y odiaba ver eso.

(...)

El ruido de cristales romperse y el grito de mí tío hacen que me despierte de golpe, nuevamente. Esto ya era una especie de maldición que no me dejaba dormir tranquila los últimos días, miro el teléfono y aún es temprano, Brad debería estar dormido.

Escucho pasos un poco lentos por la escalera, me extrañaría si no recordara que Bradley debe usar muletas por un par de semanas.La puerta de mí habitación se abre de una forma tan brusca que no sé si eso es lo que me asusta o la expresión de mí tío. Su rostro refleja pánico, dolor y desesperación.

—Dios, Brad ¿Qué pasa? — pregunto y siento mi corazón latir muy rápido.

—Camille... — dice con voz grave —Empaca tus cosas ¡Nos vamos, ya!

—¿De qué hablas? — digo y ahora lo que me asusta es que me esté gritando.

—Joder Camille ¡sólo obedece! — grita de nuevo y esta vez golpea la puerta.

Intento saber qué carajos le pasa, cualquiera que lo viera juraría que está loco, bajo medicina o algo así. Y tal vez eso tenía más sentido.

—Lo siento— me mira por última vez y se voltea saliendo de mi habitación — te espero afuera en 15 minutos.

Y no me queda más opción que hacer lo que dice, Bradley nunca tiene esa actitud, y si llegó de esa manera, si tenía esa expresión y si tuvo que gritar, me aterraba lo que podría estar pasando. Espero que lleguen pronto mis padres, sólo ellos podrían tranquilizarlo.

Saco la maleta más grande del clóset y comienzo a empacar. Termino de organizar mi ropa y reviso el bolso que llevaba anoche, tomo la cámara que me dio Jace y la pongo junto con las cosas que llevaré en el equipaje de mano, lo que me sorprende es que al fondo encuentro una hoja de papel doblada. Abro la hoja y reconozco rápidamente la caligrafía, así que era eso lo que Luka puso en mi bolso...

Hola muñeca, no recuerdo si te gustaba que te llamara así, pero a mi me encanta, tú me encantas.

Quiero decirte que los últimos meses he pensado mucho en ti, en nosotros, sé que lo nuestro no terminó de la mejor manera, pero vamos, si estuve con otras fue porque me obligaste, siempre estabas tan alegre cuando hablabas de ese idiota de Jace, que si no fuera porque yo era tu novio, diría que te gustaba él. No me dejabas otra opción que buscar quien supiera aprovechar.

Como sea, dejando eso atrás, recordé este día y quería desearte un feliz cumpleaños, y proponerte un segundo intento, podría funcionar, piénsalo muñeca, sabes cómo contactarme.

Camille: U. G. IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora