- Taylor llévanos a esta dirección.- La extiendo la tarjeta y acomodo a Cristobal en el asiento de atrás.
- Señor esta seguro que quiere ir para allá. Es demasiado peligroso. Mucho mas que este lugar.-Claro que iremos. No voy a abandonar a ese pequeño.
- Traes tu arma.
- Siempre señor.
- Entonces no hay problema. Si algo surge tendremos que usarla.- Asiente.- Pongámonos en marcha. Un pequeño esta en peligro.
- Enseguida señor.
(..)
Veo a Cristobal observar por la ventana. Lo veo con detenimiento. Esta muy delgado. Casi desnutrido. Pobre pequeño. Cuanto debe sufrir al lado de esos inconscientes. El merece un mejor hogar. A tan corta edad demuestra que es un guerrero. El debería estar jugando feliz con otros niños, no desempeñando el papel de un adulto.
- Señor estamos cerca.- Observo los alrededores a través de los cristales, aun no anochece pero esta apunto. El lugar es tierra de nadie. Casuchas destruidas. Alguien puede vivir en estas condiciones.
- Toma el arma y bajemos con precaución.
- Si señor.- Tengo que dejar a Cristobal. No puede llevarlo conmigo, seria un riesgo innecesario.
Desciendo del auto y veo al pequeño con intensiones de bajarse. ¡Que pequeño!.
- Cierra en automático Taylor. El pequeño se queda.- Asiente y cierro las puertas con Cristobal dentro del auto. Lo veo golpear los cristales con desesperación. Estoy asombrado. Esa lucha y ese coraje en alguien tan pequeño. Escucho sus gritos. Pide por su hermano. Yo lo traeré. - Vamos.- Taylor pone el arma en su cintura para no llamar la atención y en rumbamos en busca del pequeño Christian.
- La gente nos observa, hay que tener cuidado señor.- Me pego a Taylor y caminamos mirando a todos lados. El lugar esta lleno de gente de todas las calañas delincuentes, drogadictos y prostitutas. Veo que nos observan con intención de atacarnos.
- Se están acercando demasiado Taylor.- Tres afroamericanos nos vienen a cerrar el paso. Me pongo detrás de Taylor, el tiene el arma en la mano si algo sucede.
- Dame todo lo que tengas.- Un de los afroamericanos saca una navaja con intensión de asaltarnos e inmediatamente Taylor saca el arma para hacerlos retroceder.
- Aléjense o disparo.- Levantan los brazos en señal de rendición y dan un paso al costado.- A si me gusta. Atrás .- Dice Taylor.
- Vamos Taylor no tenemos tiempo que perder.- De espaldas caminamos hacia la casa del pequeño Christian. Espero que este bien.
(...)
- Aquí es señor.- Taylor señala una puerta de madera color mostaza. Veo la dirección en la parte superior. Es aqui.
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Querido Señor Grey:
ספרות חובבים"El dolor por la muerte de un ser querido puede suscitar emociones que parecen muy difíciles de soportar o que asustan por su intensidad y repercusiones. De que forma se puede cambiar una vida antisocial, tranquila y pacifica. Por una perturba...