Capítulo 13: Un rayo de esperanza.

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~Narra Salma~

Todo comenzó a temblar en el instante este que me puse a contar mi pasado. Era una cosa importante y tiene que ocurrir en este preciso momento. Nunca llegarán a enterarse si muero...

Ángel: ¡Tened cuidado! Alguna pared podría desprenderse o quedarnos sepultados aquí mismo. ¡DEBEMOS SALIR AFUERA!

Blanca: ¡Estoy de acuerdo! Cojamos lo necesario y corramos hacia la superficie. ¡En marcha!

Todo el grupo hacía diferentes acciones: unos recogían las provisiones y las metía en bolsas, yo y Afra asegurábamos el lugar, para evitar cualquier ataque desprevenido, y los restantes, metían munición y armas en diferentes fundas. Eran muchas, para cargarlas, así que hicimos un reparto rápido:

Ángel: A ver, ¿quién se queda con esta Uzi muy ligera?

Izan: Me gusta. ¿Puedo?

Ángel: Por supuesto *Le entrega el arma*. Yo me quedaré con una espada, Salma, tú tienes otra y Afra el bate de béisbol. Los demás, elegid entre pistolas y subfusiles. También hay un francotirador de gran calibre.

Iris: Mm, voy a probarlo. *Lo coge pero se le cae al suelo*. ¡Jo, como pesa!

Afra: Normal, es un francotirador de verdad, no es un juguete de plástico. Anda, dámelo.

Iris: ¡No, este es mío! Quiero hacerme más fuerte, y si cargo cosas pesadas, mejor.

Hubo otro temblor en ese momento, pero este fue más grave. Las paredes se movían hacia un lado y hacia otro. Esta vez no aguantaría el refugio mucho más.

Álvaro: ¡Salgamos de aquí tan rápido como podáis! *Se desprende un trozo de techo al lado suya pero lo esquiva ágilmente*. ¡Cuidado con el techo!

Huíamos muy deprisa, aunque íbamos ralentizados por el peso de las cosas que habíamos adquirido. Aunque no me importaría dejar atrás esas cargas si mi vida o la de ellos corren peligro.

Salma: ¡Veo la salida! ¡Lo conseguimos! *Dije haciendo un Sprint*

Pero como todo en la vida, tras un momento de felicidad, llega una desgracia. Se desprendió una columna por el terremoto y dos miembros del grupo quedaron atrapados. Esos eran la nueva del grupo, Iris, y Ángel.

Afra: ¿Estáis bien? ¿HOLA? *Dijo poniendo las dos manos alrededor de la boca para ampliar la ráfaga del sonido*

Blanca: No hay respuesta...

Ángel: ¡Estamos bien!

Lola: ¡Por todos los Dioses! ¡Me alegro de que estéis en perfectas condiciones! *Sonríe entre lágrimas*

Iris: No os preocupéis. No creo que este lugar sólo tenga una salida. La encontraremos y nos reuniremos con vosotros enseguida. ¿Okey?

Izan: ¡De acuerdo! ¡Os esperaremos aquí!

Nuestro grupo, se quedó al cargo de defender el lugar para volver a reencontrarnos con nuestros amigos. Pero también teníamos la función de intentar quitar las piedras caídas sobre el agujero de salida principal de esos túneles. ¿Y si no hay otra salida? Necesitábamos un plan B. Aunque, con toda sinceridad, no estoy preocupada. Sé que Ángel podrá cuidar de sí mismo y de la otra chica, que aunque me dé malas vibraciones, voy a intentar confiar en ella.

~Narra Ángel~

Ángel: Todo está tan oscuro... No logro ver nada de nada. ¿Tú ves algo?

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