Capítulo 1

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Un, dos, tres, cua... Sebas marcaba el tiempo con sus palillos para dar comienzo a algo Mágico, a algo inigualable, a eso que provocaba una mezcla de sensaciones que te erizaba la piel, a eso que con el solo hecho de cerrar los ojo te permitía volar, te daba alas... No existía límite, era uno abrazado a su alma, a sus sentimientos mas íntimos, quedando al desnudo, vulnerable, entregado plenamente a la música.

Así daba inicio el ensayo, haciendo sonar Post-crusifixión de Pescado Rabioso, envuelto en esa atmosfera que tenía el sello inigualable de un grande como Luis Alberto Spinetta. Ese fue el primer cover que aprendimos a sonar como banda, armoniosos, ordenados, a tiempo, emulando ser grandes músicos, famosos y llenos de vida.

Y cuando llegaba esa parte... esa que te hacía soñar que decía algo así:

"Y en esta quietud
Que ronda a mi muerte
Siento presagios
de lo que vendrá"

Ese era el momento donde congelaba el tiempo y miraba a mi alrededor, como una postal, como una foto que queda tatuada para siempre en la retina de mi ojo, Ale con su guitarra violeta oscura con una expresión inexpresiva, perfecto en su forma de tocar, marcando los cambios con algún gesto, organizando y ordenando a la banda en silencio... pero todos sabíamos que nadie sentía mejor que el la música, su pasión por la música había nacido desde chico cuando le regalaron su primera guitarra criolla, pasando por el folklore, vals, flamenco, rock and roll, hard rock y encontrando su verdadero amor al conocer el Heavy Metal.

El Colo con su bajo tipo leopardo marca yaquinogua ferviente amante de Hermética, pelo largo, colorado, el cual crecía particularmente hacia arriba, hacia los costados y caían al mejor estilo sauce llorón, pero en verdad si lo veías de lejos mas bien parecía un Ombú, la cara llena de pecas y sus dedos adornados de anillos, el colo se adaptaba a lo que la banda le pedía, cauto, tranquilo al hablar, con las palabras justas y opiniones acertadas. Solidario, era una gran persona y con el paso de los años nos hicimos grandes amigos.

Sebas oculto detrás de su nueva batería marca Thunder, roja brillante, en ese momento Sebas era mi mejor amigo, pasábamos todo el día juntos de acá para allá, el tenía una personalidad muy especial, hablaba hasta por los codos, estando con el nunca te ibas a aburrir, era muy divertido siempre tenía algo para decir y un buen día me dijo "¿Por que no armamos una banda de Rock?" si había algo que me encantaba de Sebas era que era Aventurero, no le temía a nada, el ponía primera y arrancaba... y yo lo seguía.

La aventura era realmente interesante, ni el ni yo sabíamos tocar ningún instrumento, yo tenía la intención de tocar la batería pero me gano de mano y dijo "Tengo mi primo que toca la batería y me puede enseñar" así que elegí la guitarra. Nos fuimos a Hendrix, un negocio que vendía instrumentos de música en el centro de Morón a averiguar los precios de las baterías y las guitarras.

Llegamos al lugar y estaba lleno de gente, mientras esperábamos para ser atendidos, Sebas, se puso a hablar con alguien que estaba al lado de nosotros, y le preguntaba si tocaba algún instrumento, cuanto hacía que tocaba, de donde era y que estábamos formar una banda de rock. Esa charla terminó en una invitación de Sebas para este desconocido para que venga algún día a ver un ensayo de nuestra banda... Averiguamos los precios de las guitarras y las baterías y nos volvimos para el barrio.

- ¿Qué banda Sebas? Si no tenemos instrumentos, no sabemos tocar y no tenemos banda, ¿para que lo invitaste?

- Es que el flaco toca la guitarra y vive a la vuelta de casa, le podemos decir para que venga a tocar con nosotros.

- Compramos los instrumentos, tomamos algunas clases y después vemos.

A la semana ya me había comprado la guitarra, una guitarra eléctrica de las mas baratas que había, roja, marca Yaquinogua que sonaba muy feo. Conseguí un amplificador y unos parlantes que me prestó mi tio para conectarla y hacerla sonar. Comencé a practicar como podía, hacía el ritmo que me salía sobre una cuerda, no sabía que existían los acordes y las escalas asi que pasada esa semana me sentía hundido en el fracaso total. Ese día Justo ese día llego a casa Sebas, acompañado por este desconocido con el que había hablado en la casa de música.

- Hola Dany ¿como andas? El es Ale el pibe con el que hablé el otro día en Hendrix.

Hablamos un rato con Ale, sabía bastante de guitarra, le pregunté si se animaba a darme algunas clases de guitarra y comencé a aprender algo de música con el.

¿Y si te digo que te Amo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora