Paso 1: Comienzo

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-¡Vamos al Doctor!

Los gritos de mi mamá están retumbando en la habitación, un dolor que viene desde mi estómago se hace cada vez mas fuerte, me encuentro recostado en él sillón, apenas logro moverme, hago un esfuerzo por levantarme. Mi mamá me ayuda, me pone de pie y nos alistamos para ir con ''El Loco'', un médico no muy cuerdo, pero efectivo, y, debo reconocer, muy bueno.
Mi madre y yo salimos apresurados de casa, caminamos con un paso moderado sobre una calle un poco abandonada, muy poca gente transita por esa misma calle, pienso, agradezco que sean las 12:00 pm puesto pasadas las 7:00 pm me daría miedo caminar por aquí, me encuentro pensante hasta él momento en que mi madre se encarga de interrumpir mis pensamientos con un muy dulce:

-Buenos Días señorita . ¿se Encuentra Él Doctor.?

La señorita sonríe, asiente con la cabeza y con una voz un poco ronca nos invita a pasar a la salita de espera. Nos Sentamos, mientras esperábamos al doctor mi vista se dirige hacia un póster en donde logro visualizar con letras muy coloridas y grandes, ''¿Crees En Él Amor?'', debajo de esas letras puedo ver a una pareja tomada de la mano, se les ve muy felices, suelto una carcajada tonta, el póster me parece muy divertido.

-¿El amor?. Ja ja.

Mientras estoy distraído escucho mi nombre anunciado por él mismo doctor, me levanto y me dirijo a su consultorio, volteo a ver a mamá, ella me mira, sonríe y con una sonrisa en su rostro levanta su pulgar en seña de Animarme , me dispongo a entrar, por algún motivo o razón no puedo dejar de mirar ese póster y me pregunto una y otra vez:

-¿De verdad creo en el amor?

Una pequeña infección pasajera es mi diagnostico final, mamá y yo compramos los medicamentos recetados por el doctor, agradecemos a la señorita y salimos del consultorio. Al salir de este, mamá me toma del hombro y con una cara de ''Lo había olvidado'' me dice:

-Debo realizar algunas compras, acompáñame.

Asiento con la cabeza y volvemos a apresurar el paso, después de caminar por unos cuantos minutos ingresamos a una tienda donde casi no hay gente, inmediatamente observo a lo lejos como dos personas se acercan a nosotros con un paso muy apresurado, una jovencita muy arreglada y un joven, que por alguna razón me mira fijamente, llaman nuestra atención al pronunciar con un muy agradable tono de voz:

-Buenos días ¿En que les podemos ayudar?

Mamá se acerca a la jovencita y comienzan a platicar, no le tomo importancia, me giro y mi atención es captada por la segunda persona quien me intercepta y me impide el paso, noto una voz familiar al escuchar las palabras:

-Hace tiempo que no te veía. ¡Que gusto mas grande él poder verte! Seguramente vienes a pedirme trabajo.

Me sorprendo. ¿Acaso me habla a mi? Analizo, me llevo una mano al cabello y rasco una zona donde se produce comezón, seguramente por los nervios; Observo detenidamente al sujeto y logro visualizar un gafete con el nombre ''Iván'' y debajo un titulo en letras grandes que estipula el cargo de ''gerente de tienda'', me muestro confundido, a mi mente llega un recuerdo vago y poco visible no entiendo, no entiendo lo que pasa en ese momento.

-Ahora me vas a decir ¿¡Que no te acuerdas de mi cabrón!?

Mi recuerdo se torna mas claro, en mi mente visualizo una persona con la cual curse la preparatoria, de pronto mi mente conecta con mi voz y una palabra sale sin pensar de mi boca,

-¿Mancuerna?

La otra persona se echa a reír y en su rostro noto una expresión de calma.
-¡Uffff! Por un momento creí que ya no me recordabas, comenzaba a espantarme.
Nos miramos repentinamente y al mismo tiempo soltamos una carcajada al aire, nos damos la mano seguido de un abrazo y comenzamos a platicar.

-¡Pero que sorpresa Iván! No esperaba encontrarte por aquí señor ''gerente''.

-Ja Ja Ja Tampoco me esperaba tu visita, vaya que me has hecho mi día.

Su mirada se desvía hacia él techo y en su rostro se dibuja una sonrisa

-Ahhh... Se coloca las manos en su cabeza, toma una postura cómoda.

-Tantos recuerdos llegan a mi mente, ¿Recuerdas?

Iván Mancuerna, ambos cursamos los primeros grados de la preparatoria, solíamos estar en el mismo salón de clases, de ahí el por que nos conocimos. Ahora lo recuerdo bien desde el primer momento que conocí a Iván comenzamos a socializar y poco a poco nos hicimos compañeros de fiesta, ¡Y que fiestas! Aun recuerdo los viernes cuando solíamos salirnos de la escuela solo para irnos a embriagar con varias de nuestras compañeras, también recuerdo múltiples ocasiones donde nos dejábamos llevar y perdíamos la conciencia debido a la ingestión de una que otra sustancia nociva, nos volvimos prácticamente inseparables. Desafortunadamente mis padres se dieron cuenta de mis desmanes y me obligaron a dejar la escuela para comenzar con mi ''reformación''. Después de dejar la escuela no volví a saber nada de mis amistades.

Iván y yo conversamos un buen rato, me platico como llego a convertirse en gerente de esa tienda y lo que realizo justo después de que yo dejara la escuela, al igual que yo, tampoco se le hizo nada fácil dejar los vicios. Continuamos platicando Iván me ofreció un puesto laboral y me animo a seguir visitándolo de vez en cuando para no perder el contacto entre nosotros

-Por ahora no esta en mis planes trabajar.

-Te entiendo, de todos modos, continua visitándome y si en algún momento decides comenzar a laborar avísame, seguramente hallaremos algo para ti.

-¿De verdad? En serio te lo agradezco mucho hombre, te aseguro lo tomaré en cuenta.

-Cuando quieras, quizá y en algún momento hasta la puedas llegar a conocer.

La expresión en mi rostro cambia, un escalofrío recorre mi espalda y mis ojos no dejan de ver la mano de Iván, quien esta apuntando justo detrás de mi, giro el rostro y me percato hacia donde esta apuntando.

-He notado que no dejas de mirarla desde que estamos conversando, ¿Es muy bonita verdad?

Suelto una carcajada y me sonrojo, niego con la cabeza y me despido

Regreso a casa con mi mamá, por la noche me doy un baño, me tomó la medicina y me recuesto en el sillón. Estoy exhausto ha sido un día muy agitado y lleno de muchas sorpresas inesperadas, comienzo a conciliar el sueño y cuando por fin me estoy quedando dormido ¡PUM! Llega a mi una revelación que me obliga a levantarme de golpe

-¡Tengo Que Volver A Esa Tienda!

Del Amor Al OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora