GRAN F.... ¿Comienzo?.
-Damas y caballeros, les habla su capitán, por favor ajusten sus cinturones, comenzaremos el descenso.
Ha sido un viaje mucho muy cansado, me gustaría dormir, desafortunadamente mi cuerpo debe resistir, aun debo llegar a casa.
El avión aterriza, nos encontramos en el aeropuerto de México, todos bajamos del avión y me dirijo a la sala de espera, tomo mi celular y realizo una llamada:
-Hola.
-Hola, papa.
-Eduardo, hijo mío, ¿Qué tal tu vuelo?
-Ha estado muy bien papa, ¿Mamá está contigo?
-Si claro hijo, ¿Quieres hablar con ella?
-No, solo preguntaba.
-¿Que pasa Eduardo?
-Nada padre. Solo me preguntaba si podrían pasar por mí en el auto.
-Como lo siento hijo, como sabrás visitamos a tus abuelos en Tlaxcala, regresaremos a la casa hasta el martes.
-Creí que regresaban hoy.
-Así iba a ser hijo mío, pero tu madre y yo decidimos quedarnos un día más.
-Entiendo, en ese caso, los veré hasta el martes papa.
-Lo siento muchacho, regresa con cuidado a la casa, avísanos en cuanto estés allá.
-Eso hare señor, hasta entonces.
Guardo mi teléfono y comienzo a caminar por el aeropuerto, atravieso muchas salas vacías, el aeropuerto no es de lo más agradable a las 11 de la noche, ¡Esta de miedo! Salgo del aeropuerto e ingreso al subterráneo, bajo las escaleras hasta la taquilla y compro un boleto, sigo caminando, de pronto mi mente se siente vacía, no puedo pensar en nada, a excepción claro, del sueño y las ganas que tengo por dormir; espero a que llegue el transporte, abordo y comienzo mi viaje de regreso a casa; una, dos, tres, doce estaciones y de ahí tengo que abordar otro tren, ¡Vaya! El viaje por metro será sumamente largo.
-¡Carajo!
Mientras viajo, saco mi celular y trato de perder el tiempo, ¡Vaya no me había percatado! Dos mensajes nuevos.
Miranda:
Eduardo, ¿Qué tal? ¿Ya has vuelto de tu viaje? Llámame.Eduardo yo de nuevo, si puedes llamarme te lo agradeceríamucho necesito escuchar tu voz ...
¡Demonios! Es Miranda, probablemente, estepegada al teléfono en espera de mi llamado. Guardo mi celular y bajo en la estaciónque me corresponde, por ahora prefiero no llamar a Miranda, ya lo haré encuanto me encuentre en un lugar menos transitado; abordo el siguiente tren yafortunadamente solo debo esperar tres estaciones, mientras espero, envió unmensaje rápido.
Eduardo:
Miranda, en un momento te llamo, aún estoy decamino a casa .
Llego a mi estación y salgo del vagón, caminohacia una ruta alterna, visualizo el letrero "salida", subo lasescaleras y salgo del subterráneo, camino dos cuadras por la calle, mesorprende visualizar tantas personas aun en movimiento, me cuestiono, ¿Qué eslo que harán? ¿A caso estarán volviendo de su trabajo? ¿Se dirigirán apenas alaborar? O quizá ¿Algunos irán de fiesta? Bueno jamás lo sabré, solo me quedacontinuar mi camino y dejar mis tontos pensamientos a un lado. Llego a unaavenida en donde observo una fila enorme para tomar el pesero que me lleva acasa. ¡Diablos! Digamos adiós a mi idea de dormir temprano. Después de esperarmedia hora logro abordar el transporte, me alegra que por lo menos lograratomar un asiento, las piernas me duelen un poco, odiaría ir de pie; tomo mi teléfonoy reviso si Miranda me ha contestado el mensaje, pero, no encuentroabsolutamente nada; pienso en que, quizá, ya se encuentre dormida, ¿Sera buenaidea llamarla? ¡Pero claro que es buena idea!
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Del Amor Al Odio
RandomDicen Que Del Odio Al Amor Solo Hay Un Paso, Pero Del Amor Al Odio Cuantos Habrá?... -Una Historia Escrita Por Abdi Juárez Cáliz.-