Capítulo 8

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-¡Eduardo cariño! Rebeca está en la puerta, apresúrate, no puedes dejar que espere tanto.

-Ahora voy mamá, solo terminare de cambiarme y estaré listo.

-En ese caso, le diré a Rebeca que tomemos un café, esto puede tardar unos minutos.

Mamá!

Termino de cambiarme de ropa y bajo al comedor, Rebeca y mamá están platicando mientras toman una taza de café y un par de galletas.

-¡Hola hermosa!

Me acerco a Rebeca y la abrazo por detrás, mamá nos observa con mucha ternura y me pide que me siente con ellas.

-¿Qué pasa mamá? ¿Está todo bien?

-Por supuesto pequeño, solo tengo que contarles una pequeña historia ahora vuelvo.

Mamá se aleja y sube las escaleras hasta su cuarto; Rebeca y yo nos miramos desconcertados, parece que ninguno de los dos imagina lo que va a pasar.

-¿Mamá te comento algo acerca de esto?

-No, de hecho nada, me encuentro igual que tu amor.

Mamá baja de su habitación, en sus manos sostiene una pequeña caja de madera.

-Mamá, ¿Qué está pasando?

-Nada importante, solo quiero que escuchen la historia de estos dos collares.

Rebeca y yo nos miramos asombrados, ambos nos encogemos de hombros y nos disponemos a escuchar.

-Adelante mamá, escucharemos atentos.

-Muy bien jovencitos, verán, la historia comienza con dos personas que se conocieron mientras cursaban la universidad; él se encontraba estudiando empresas y ella lenguajes; en un principio fue muy difícil para ambos tratar de llevarse bien, puesto no conocían nada acerca del otro. Poco a poco comenzaron a salir, se conocieron y empezaron a llevarse de lo mejor...

-Ahora entiendo, esta historia es la tuya con mi papá.

Eduardo, calla no interrumpas así a tu mamá.

-Gracias Rebeca y si esta historia es la que tuve con tu padre.

Mamá saca de la caja dos collares que encajan perfectamente el uno con el otro, simulando un corazón.

-Tu papá compro estos collares en señal de que nunca nos separaríamos, estos collares representan la unión que tengo con tu padre y representan también las batallas y problemas que hemos superado juntos; mientras estos collares sigan unidos tu padre y yo seguiremos estando juntos. Ahora permítanme obsequiárselos.

Rebeca se levanta de su asiento un poco exaltada.

-Espere señora no es necesario que usted nos regale esos collares, son sumamente importantes para usted y su esposo, no podría, simplemente no podría aceptarlo.

-Rebeca mi niña, veras, cuando comenzaste a salir con mi muchacho tuve muchas dudas sobre ustedes, en mi interior sentía que no podrían llevar una relación, pero lo han hecho y han pasado por tanto juntos; no tengo palabras para explicarlo y no logro entender cómo es que me pasa esto pero, cuando los veo es como si reviviera mi pasado, en ustedes veo la relación que tuve con mi esposo y es por eso mismo que quiero compartan estos collares; deseo con todo mi ser puedan superar juntos todos los problemas que vengan en un futuro.

Mamá se levanta de su asiento y coloca los collares en nuestros cuellos.

-Mientras tengan esos collares, nada, absolutamente nada será imposible para su relación.

Del Amor Al OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora