A petición de Saotome,al terminar su gran gira, al "Master course"se integrara un grupo muy reconocido llamado "Kuro Bara",compuesto por los mejores amigos, Yuki Mikoshiba y Riku Nanase,que a pesar de ser idénticos no tienen ningún lazo sanguíneo.
T...
Los dos grupos se encontraban ya en el salón junto a su torpe compositora, misma que observaba entretenida a una mosca. :v
-¿Alguien sabe donde se encuentra el dire...? - terminó de preguntar Otoya, ya que fue interrumpido por Saotome, quien entró por la ventana dando un doble giro para quedar posicionado enfrente de todos y así llamando su atención-. Olvidenlo -reiteró mientras soltaba un suspiro.
-VEEOO QUEEE TOOODOOOOS SSEEE ENNNCUUUENNTRAAAN LISSSSTOOOOOS -dijo Saotome mientras veía detenidamente a cada uno de los chicos y chica.
-¿Y los nuevos integrantes del curso maestro? -preguntó Cecil.
-Ellos están aquí -anunció Saotome con una sonrisa torcida.
En aquel momento, grupos y compositora pudieron percatarse del par de profundas miradas que se habían posado en ellos, provocando un escalofrío en sus nucas. De un momento a otro, las luces se apagaron, dejando así que entre la oscuridad pudieran divisar dos siluetas poseyentes de afiladas miradas color carmín, tan atrayentes y gélidas, que los obligaron a retroceder un paso atrás, sin embargo, se asfixiaron en las notas nostálgicas que comenzaron a soñar a base de un piano, y así, finalmente comenzaron a cantar.
Comenzó la voz del chico; ronca y deslizante, dejando la sensación fresca de pegajosidad en sus oídos, provocando interés brusco por el querer oír más. Seguidamente, se hizo presente la melodía de la voz femenina, cantando a la par del otro, soltando las palabras como murmureos corridos, la emoción en latidos aumentó. Esa misma voz se alzó, tocando la primer nota alta en un fragmento de poesía, su voz a comparación de la masculina tenía un timbre dulce que se marcaba con firmeza, provocando en todos los presentes un palpitar mas. Jamas habían escuchado una voz tan hermosa, sin afán de exagerar. Tristeza, melancolía y rencor, emociones pesadas afloraban en ambas vocees. Pero cuando ambas se fundieron el nivel ascendió, sus nervios se vieron congelados. Encajaban en una perfecta armonía, en un mismo compás, un mismo tono, estaban de viaje a otro lugar. Todos al final se conmovieron, sin excepción, allí estaba un nudo atascado en sus gargantas que los atoraba en un trance.
-Despierten...- palparon el susurro agónico en sus oídos, despertando de su descanso, divisaron a la pareja que a penas recordaba el mirarlos.
-ELLOSS SSOOONN "KURO BARA" ELL GRRUPPO ACTTUUALMEENTEE MAS FFAMOSSO A NNIVEL MMUNDIAL -exclamó el mayor de allí mientras se movía de una manera exagerada, en cuanto a los grupos, en su mayoría abrieron sus ojos con sorpresa-. Ah, en cuanto a ustedes, compartirán habitación -dijo lo ultimo en un tono mas bajo, saliendo del lugar de forma escandalosa.
-¿Ustedes son gemelos? -preguntó Syo elevando la mirada para poder dar contacto visual.
-No, somos mejores amigos, de diferentes familias- contesto por ambos Ruki, dejando que la mas baja rodara los ojos.
-¿Enserio?, digo, es que son idénticos, me refiero, cabello, ojos, facciones incluso -hizo mofa de incredulidad, provocando un suspiro también por parte de la chica.
-En cualquier caso, soy Reiji Kotobuki, Camus, Ai Mikaze, Ranmaru Kurosaki -se presentó señalándose a él y a los demás de forma consecutiva, sin embargo, el de ojos curiosos seguía ensimismado, por lo que Ruki optó por chasquear sus dedos frente a su rostro.
~ Yuki ~
-¿Eh?, ¿sigues vivo? -le preguntó Ruki a Ranmaru con el ceño fruncido, haciendo que este espabilara.
-¿Eh?, ah, sí -respondió, clavando su mirada en mi, cosa que me incomodo.
-Bueno, yo soy Ittoki Otoya, Aijima Cecil, Natsuki Shinomiya, Hijirikawa Masato, Tokiya Ichinosse, Jinguji Ren -también se presentaron-. Ah, y él es Syo Kuruso -contesto alzando sus labios en una amplia y blanca sonrisa. Mi cara se torció al reconocer ese apellido, y Ruki también lo noto, por lo que puso una mano en mi hombro y yo solo asentí indicándole que estaba bien.
-Ruki Nanase -contestó con poco interés para luego voltear a verme, fruncí el ceño y asentí.
-Yuki Mikoshiba -respondí con fastidio, dejando que todos se sorprendieran, muchos sin disimulo, excepto Kurosaki, pues él parecía haber visto a un muerto-. Evitemos preguntas, Akashi Mikoshiba es mi padre -gire el rostro, encarando a Ruki.
-Tú -"sí, yo" quise responder, pero le ignore dejándole balbucear.
-¡Kawai! -escuché gritar al rubio alto, quien se acerco corriendo para atraparme en un abrazo.
Fruncí el ceño.
-¡Iugh!, ¡contacto humano! -clamé molesta mientras lo separaba de mi-.Ruki, ya me presenté, así que me largo a la habitación -anuncié con frialdad mientras me largaba del lugar.
~ Ruki ~
Le vi irse molesta a la habitación, solté un suspiro y miré a ambos grupos, ignorando el hecho de que algunos mantenían el ceño fruncido
-Si quieren evitarse problemas, solo no invadan nuestro espacio ni nos traten con confianza -dicho esto me largue a mi habitación, dejándolos con la palabra en la boca.
+ Omnisciente +
-Son más fríos que Camus y Ai juntos -se quejó Cecil, a lo que el resto de STARISH asintió.
-Pero sus voces son algo inexplicable -comento Otoya con un brillo en sus ojos.
-¡Yo espero llevarme bien con Yu-Chan y Ru-Chan! -exclamó eufórico Natsuki.
-¡Sí, yo también! - respondió de igual manera Otoya.
-Será algo difícil por sus personalidades.
-Tal vez incluso y Mikoshiba-San no sepa sonreír -comentó burlesco Syo.
-¡Cállate! -estallo en molestia Ranmaru-, ¡Tú no sabes nada de ella! -dicho esto salió corriendo del salón, dejando a todos confundidos.
~ Ranmaru ~
-En verdad es ella, esta aquí -dije en voz baja.
FLASHBACK
En la orilla de un pequeño lago, yacían dos infantes, contemplando el cielo.
-¿De verdad te tienes que ir, Yuki? -preguntó el niño peligris con la mirada aguada.
-Sabes lo que pasara si desobedezco las ordenes de "Ella", Ranmaru -respondió Yuki, bajando la mirada con una pequeña sonrisa.
-¿Prometes no olvidarme? -cuestionó Ranmaru, comenzando a sollozar.
-Lo prometo, Ranmaru -dijo mientras entrelazaba sus meñiques, acariciando su mejilla.
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