Llegado el verano y sus vacaciones lo pasé parte con mis primos, todo el mes de julio entre las playas de San Sabastian y Madrid.
Pero el mes de agosto mi padre y yo hicimos un viaje. Nos fuimos a Japon.
Allí no se nos había perdido nada , pero mi padre tenía a un conocido, íntimo amigo suyo de pequeño que había emprendido allí una vida empresarial.
Se dedicaba a elaborar especias y cultivo de semillas que enviaba a todo el mundo.
Bueno las cosas le iban muy bien por que vivian en una gran finca y con varias casas.
Nos dejaron una y fuimos sus invitados durante 20 días.Tenía un hijo de 25 años que estaba trabajando ya en la empresa.
Y una hija de 19 Monica, que era una delícia, quizás podría decir que es la chica con la que tuve mis primeros sueños eróticos y mis primeras experiencias de adolescentes...
Era todo un dulce.Como estaba de vacaciones como yo y no tenía muchos amigos, me enseño todas sus fincas y sus fábricas.
Cada día después del desayuno la esperaba ansioso para escuchar como aquella dulce voz, me susurraba amablemente:
- Hoy te llevaré a...
- Donde ella misma quisiera!!!.
Sentía yo y mi pequeño corazón, que empezaba a codiciar aquel maravilloso sentimiento, el que te activa todos los sentidos y aprecias cada instante en el que alguno de los cinco se pone en marcha.
Desde lejos conocía sus pasos al aproximarse cada día.
Su olor me envolvía en una quietud explendorosa que esquivaba el abrir los ojos que cerraba al sentirla.Su beso en mi mejilla, deseándome los buenos días, producía un escalofrío dulcemente relajante en mi cuerpo.
Su impaciencia al tirar de mí con su mano de mi mano, para iniciar el día.
- Vamos, vamos...Y yo, al soltarme saboreaba ese dulzor que su fragancia dejaba en mi piel y mis dedos.
Nos metíamos en su coche y en marcha.
Hoy te llevo a la playa y de regreso pasaremos la tarde en el centro de Tokio.
Nos fuimos y llegamos a un embarcadero.
Sin preguntar me monté en un barco turistico. Y juro que iría a cualquier sitio que me quisiera llevar. Era super cariñosa y atenta conmigo.
- Siéntate aquí. Dijo.
Ahora llegaremos a la isla de Odaiba, lo pasaremos bien.
Al llegar, alquiló una moto acuática y nos metimos mar adentro.
Sentía todo su cuerpo en las llemas de mis dedos, al agarrarla por los hombros.
Una vez alejados del muelle, me dijo cambiate, vas a llevarlo tú,es muy fácil.
Yo me engrandecí, me estiré por completo y no podía fallar. Dije:
- Vamos agarrate y dime como corre este trasto.
Se rió y dijo:
- Dale al boton y aceleras, pero cuidado de no correr mucho.
Yo, sentí como me abrazó, me cojió por los costados con sus dos manos.
Pero la curiosidad del trasto hizo que perdiera el sentido y me emocioné como conductor.
Después de media hora riendo y obedeciendo sus decisiones sobre la navegación, nos dimos cuenta que conducía de maravilla, hasta corría a mucha velocidad.
Derrepente digo voy a poner esto al máximo.
- Noooo. Dijo ella.
Y se abrazó totalmente a mi abdomen.
Fue entonces cuando retomé mi sensibilidad instintiva.
- Ella me tocaba. Estaba a pocos centímetros de mi corazon que estaba palpitando a más de cien.
Derrepente me dijo, para que nos vamos!!.
Perdona dije.
Nada, no te preocupes, es que se nos pasa la hora de alquiler y debemos volver.
Continúa llevandolo tú de regreso, pero despacio.
Eso hizo que me sintiera aun mejor.
Ella quizas dándose cuenta de la tension de mis músculos, paseó sus delicadas manos por todo mi cuerpo, disimulaba su exploración alagandolos y confirmandome que soy fuerte y que debo de hacer mucho deporte.
Quería disimular, pero yo la sentía ardiente.
Monica, pues así se llamaba, me mordió hasta la oreja susurrandome despacio.
- Te lo estas pasando bien?
Por supuesto, dije.
Mi cuerpo comenzó a calentar motores y derrepente, sentí verguenza.
Si ella bajaba sus manos por casualidad, se encontraría al hombre emocionado que había conseguido. Así que cuando llegara al muelle debía de bucear hasta que aquello bajara.
No queria que supiera hasta qué punto me hacía gozar su contacto.
Así lo hice, simule mi caída y al nadar hasta la escalera de subida, mi cuerpo retomo el estado relajado.
- Bueno, ahora coje esa mochila que es la tuya y yo la mía del coche, nos vamos a la playa a dar un baño, pero corriendo.
Y en tres segundos me retó, a ver quién llega primero a aquel faro del horizonte.
Así que corrí y corrí. Sí, detrás suya todo el tiempo.
Al llegar, ella se tumbó en la arena y yo llegué super cansado.- Ven tumbate aquí me dijo.
Y sin más se puso sentada encima mía haciendome cosquillas y riéndose.
Eres un tio estupendo y tendrás a las chicas a tus pies, pero correr tendrás que correr más eres un gallina todavía.
Y yo sin pensarlo y por su ofensa, le dí la vuelta y me subí encima de ella.Y ahora quien es el gallina? O la gallina?.
Le dí un beso en su frente y me levanté corriendo hacia el mar. Tenía que volver a esconder mi emotivo hinchazón.
Te voy a ahogar dijo ella corriendo hacia mí.
Y rendido, me quedé flotando y tumbado sobre el agua esperando su caricia humdiéndome, pero no, ella paso bajo mi cuerpo sin tocarme.Así, como amigos de toda una vida pasamos todo el día.
La tarde en Tokio fué horrorosa, me presento a su pretendiente, quien se dirijia hacia mí como el chiquillo este.
Vamos, que perdí mi condición del hombre de la pareja, para pasar a ser el niño plasta.
Menos mal que solo estuvimos con aquel tipo dos horas. Ella dijo que estabamos cansados y regresamos a la finca. A nuestra casa, donde quizás yo entendía que era mía.
Así, totalmente enemorado y atendido por aquella impresionante mujer pasé todos mis días en Japon. A mi padre lo veía poco y además no me preocupaba por lo que hacía.

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En Las Nubes
Novela JuvenilSalgo de mi casa y me dispongo a pasear. Veo siempre lo mismo, a las mismas gentes y los mismos sitios. No hay lugar en el mundo donde quisiera estar. Estoy ya aburrido, no se mueve un alma. Todo es rutina y nada me sorprende. Siempre me dieron lo q...