Capitulo 13

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Así, día a día fuimos quedando en grupo y viendo procesiones.
Conocí todos los rincones de Valencia en esa semana y Mila cada día se tomaba conmigo mas confianzas, pero yo la ignoraba y me marchaba con Fernando.

El Domingo de resurección, antes de despedirnos, en el desayuno, me sorprendió y me dió un beso en la boca como buenos días aprovechando un minuto que estabamos a solas. Yo se lo reprendí y le comenté que sólo era una buena amiga y hermana de mi mejor amigo. Que se olvidara de algo más entre nosotros.

Enfadada me respondió:
- Por ahora.
Y se levantó y marchó sin despedirse.

A las 16:00 después de comer el chofer nos llevo hacia Madrid.

Yo en el fondo me quedé dolido, pues Mila no apareció desde el desayuno y nos fuimos sin poder verle la cara.

Quizás le huviese pedido perdón o no, no sé, algo que no me dejara esa sensación de vacio y de no haberla correspondido bien.
En verdad era una chica muy guapa aunque quizas algo pequeña e infantil.
Sólo quería juegos y atraer la atención de todos en todo momento.

En fin, hicimos el viaje de regreso cada uno pensando en sus cosas y en lo poco que habíamos estudiando en esos días.
Cuando llegamos a la residencia eramos casi los primeros, asi que entramos en la habitacion, nos cambiamos y nos fuimos a echar un partido de tenis en las pistas, esperando a que vinieran mas compañeros y poder comentar nuestras historias y anegdotas.

En  Las Nubes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora