En Las Nubes

Capitulo 16

Pasado el verano comenzamos el curso de nuevo.
Todo volvía a ser como antes del verano, para mí una vida algo poco familiar, si pensamos que los dos ultimos meses sí veía algo a mi padre y a mis primos, además de pasar dias en la que era mi casa de Madrid.

Pero bueno pronto aprendí a adaptarme a nuevas situaciones.

Compartía habitacion con Fernando, lo pedimos los dos. Y todo fue rodando normalmente hasta el fin de semana del 12 de octubre " Fiestas del Pilar" teníamos un gran puente pues el 12 era jueves, el viernes nos lo dieron libre y después tendríamos un fin de semana por delante.

Así que fuí convenciendo a mi padre para que nos dejara pasar unos días en la finca "El Macho", una de las que tenía en  extremadura.

Era la más acogedora de todas y tenía varias habitaciones de invitados ya que acogía de huesped a los cazadores en época de montería.

Mi padre aceptaba todo lo que yo proponía, en verdad hasta ahora yo había ido siendo un chico sensato y él quería compensarme su falta, proporcionándome lo que pedía.

Planeamos irnos el mismo miércoles y yo llevaría a mis amigos Fernando, Juan y su compañero Andrés.

Pero días antes,  cuando Fernando pidió permiso sus padres le comentaron que ellos harían un viaje también y que entonces su hermana se quedaría sola, asi que les comentó que se la traería con nosotros.

Pero claro cuando lo habló con su hermana pidió que si podrían venir también dos amigas suyas para estar más divertidos y bueno yo les dije que sí, por supuesto.

Mi padre encargaría a su conductor alquilar una pequeña furgoneta e iríamos todos juntos.

Y llegado el momento, así lo hicimos.
El miercoles tarde, día 11 de octubre, a las 18:00 horas estabamos ya todos camino de mi finca.

Mila al verme me comentó:
Qué bueno que coincidamos todos por que así podríamos celebrar nuestros cumpleaños.

Yo la miŕe y puse cara de asombro.

- Sí, el mío que fué el pasado día 6 de octubre y no me felicitastes y el tuyo que según creo es el próximo día 19.

- Ah, vale pues me parece muy buena idea, le dije.

Llegamos sobre las 22:00 horas, fuimos recibidos por los guardeses quienes se encargarían de proporcionarnos esos días todo lo que necesitaríamos.

Yo fuí designando las habitaciones que eran individuales y había suficientes para todos.

Por supuesto para mí reservé la que en su día era de mis padres, donde me había quedado siempre de pequeño.

Era como una pequeña suite, con jacuzzi y sauna.

Sobre las 23: 00 horas, una vez todos instalados bajamos a uno de los salones comedor de la casa donde Manuela, la casera, nos había servido ya la cena. Y cenamos tranquilamente.
Las amigas de Mila eran chicas simpáticas, las dos ya tenían los 14 años una era como Fernando, de enero, aunque justo un año menor, se llamaba María y Laura los cumplió en agosto.
Juan cumplía  los 15 como yo, a fin de año, bueno el más tarde,  en diciembre  y Andrés los cumplió en mayo.
Una vez terminada la cena y con el cansancio subgerí irnos a descansar para que así, la mañana siguiente podríamos madrugar y salir a las 7:00 a ver los venados y los gamos comer en el campo.
Ellos se mueven siempre sobre los mismos sitios y los guardeses siempre hacen excursiones con los invitados de mi padres para ver la finca y disfrutar de los paisajes.

Así lo hicimos y en la mañana siguiente, nos vestimos, cogimos agua y nos distribuimos en dos Land Rover que los conducían dos trabajadores de la finca.
Nos llevaron por varios comederos donde pudimos ver varios grupos de animales hasta jabalíes y jabatos de pocos días.
Sobre las 9:00 habíamos llegado al chozo, lugar que me encantaba, era el sitio preferido de mi madre cuando venía.
Aquel sitio estaba preparado para dar desayunos en plena montería y además estaba muy bien situado, en el medio de  un alto desde donde se divisaba casi todo un inmenso jardin.
Era como un mirador, precioso.