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Soñando con un hermoso niño de ojos azules y cabello negro, Aubrey se despierta con la sensación de jamás haber sufrido, como si flotara en una nube de agua y una burbuja que la protege, como si nada le pudiese hacer daño y ella se siente... cálida, llena de paz, fuerte.

Al abrir sus ojos, se voltea en la cama esperando ver a Kilian, pero se lleva una leve decepción al no encontrarlo. Frunce el ceño, recordando lo de ayer. Kilian hace que Aubrey se sienta segura, y es una sensación que Aubrey no suele sentir. Tratando de reprimir una sonrisa, se estira sobre la cama y observa el reloj que está en su mesita. Su vista recae en una pequeña hoja de papel que yace al lado.

—¿Qué...?

Alcanza la hoja de papel y lee lo que hay dentro. Aubrey con el corazón acelerado, lee la firma.

Buenos días, agapi mu.
-K.

Pone los ojos en blanco, con una leve sonrisa que por más que lucha para detenerla, siempre sale a la luz. Guarda la hoja de papel en un cajón y decide en ir a ducharse. Luego de haber embarrado su cuerpo de jabón y lavar su cabello, quitar los restos con agua y cambiarse a un pantalón ajustado y una camiseta de Pink Floyd,  sale a la sala de estar donde se encuentra Elijah bebiendo café.

—Buenos días.— saluda ella.

—Buenos días.— saluda y se voltea a verla. Entrecierra sus ojos, analizándola.

—¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunta ante su mirada, mientras se sienta en el sofá.

—Tú estás rara...

—¿Rara cómo?

—No sé.—se encoge de hombros.— pareces feliz.

—No estoy feliz. —dice muy seria.

—Quizás no, pero tu aura es muy diferente está mañana. Es como... de un azul metálico.

Al escuchar eso, Aubrey se detiene en seco, con la garganta seca, tose y sonríe suavemente, tratando de disimular.

—Sí, bueno, mis ánimos están arriba este día. Me siento bien.

—Mmmm...

—Y... ¿Cómo es mi aura usualmente?

—Morada oscuro.

—¿Qué significa?

—Significa que no sientes nada, estás tratando de congelarte emocionalmente.

—Eso no es cierto. —lleva sus rodillas a su pecho.

—Los colores no mienten.—la observa.

Aubrey se levanta del sofá y toma sus llaves de la mesa.

—Vendré tarde, no me esperes para almorzar.

—¿Adónde vas? ¡Ni siquiera has desayunado!— camina detrás de ella hasta la puerta.

—Desayunaré luego.—Abre la puerta, pero Elijah coloca su mano y la cierra de manera brusca.

—No puedes salir sin mí. ¡De hecho, no deberías salir en absoluto!

Aubrey gira sobre sus talones, enojada, y le mira fijamente. Tensiona la mandíbula.

—No tengo que decirte dónde voy ni con quién voy, no tengo que pedirte permiso para salir. No es está casa una cárcel, puedo salir cuando quiera.—lo fulmina con la mirada.

—Estás en peligro. —retrocede unos pasos, ya un poco calmado.

—¡No estoy en peligro, Elijah! Para ellos sólo he de ser una simple mortal, supongo.
—Aubrey...

Son Of The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora