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Aubrey abre lentamente sus ojos, sintiendo un agudo dolor en su pecho. No un dolor físico, sino más bien emocional, un dolor que desgarra su corazón en dos. Cubre su pecho con ambas manos y presiona, queriendo mejorar el dolor, pero es imposible. Se siente vacía, como si no tuviera nada dentro de ella, como si todo se le hubiese arrebatado.

Acostumbrándose al dolor, empieza a notar su alrededor. Las paredes ya no son grises, ni los objetos antiguos. Todo en esta habitación es moderno y actualizado. Hay un lindo espejo frente a su cama, Aubrey se levanta por los codos y observa su reflejo. Se desconoce, esa chica no es ella. Observa que hay un catéter en su mano, un líquido amarillo y brillante esta entrando en ella.

-¿Kilian...? -Llama al chico, con voz temblorosa.

Aubrey esta extrañada, pues, Kilian nunca la dejaba sola. Y ahora no está. La puerta se abre, y Aubrey se lleva una gran decepción al ver que no es Kilian. Es... Elijah.

-¿Qué haces tú aquí? -Gruñe, con odio.

-Hola, buenos días a ti también.

Aubrey solo pone los ojos en blanco al escuchar.

-¡¿Qué diablos haces tú aquí?! ¿Dónde está Kilian?

-Él se fue, te dejo con nosotros, donde perteneces.

-¿Qué...?

Poco a poco su voz se va apagando. Aubrey esta en shock, pero sobretodo, está dolida. Ella confiaba ciegamente en él.

-Así es, cariño. Ahora estás con nosotros para que te recuperes totalmente.

-¿Fuiste a pelear con él?

-No. Él te entregó.

Aquellas palabras terminan de romper y profundizar el dolor en su pecho.

-Kilian no haría algo así. -Susurra para sí misma, pero Elijah le escucha.

-Lo hizo. Y necesito que te recuperes.

-¡No! ¡Tú sólo me quieres como una maldita arma más! -Grita.

-No, Aubrey. -Suspira pesadamente- Ya sé que ese era el plan inicial, pero no mío, sino de mis hermanos.

Elijah se sienta en la esquina de la cama, dándole la espalda a Aubrey. Se hunde entre sus hombros y su cabeza esta baja, mirando sus dedos que están en su regazo.

-¿Cuál es tu plan, entonces? -Aubrey frunce el ceño.

Elijah se queda callado unos segundos, repasando cuál es su plan.

-No tengo uno. -Confiesa.

Aubrey esta confundida al verle así, tan indefenso, tan callado, tan... perdido. Un silencio aborda la habitación hasta que Elijah lo rompe, volteandose para verla.

-Lo único que quiero es que te recuperes. -Le dice, viéndola directamente a los ojos.

-No creo poder hacerlo.

-No te preocupes, voy a ayudarte. Primero debes aceptar lo que eres ahora.

-¡No puedo...! Yo no quería esto.

-Lo sé, pero ya no hay vuelta atrás. No puedo extraerte nuestra sangre. Debes vivir con esto.

Aubrey baja su mirada, pensando e imaginándose en el futuro siendo como ellos. No se ve tan mal, el único problema es Kilian. ¿Cómo estar con él si ella es del bando contrario? No podía pensarlo. No podía siquiera imaginarlo.

Sin darse cuenta, Elijah sale de la habitación al verla tan sumida en sus pensamientos. Hay un remolino de pensamientos en su cabeza y siente que se asfixia.

Aubrey se quita las sábanas, el suero y se quita la bata, quedando en un simple pijama de algodón gris y una camiseta blanca. Camina hasta la puerta y sale al pasillo. No reconoce este lugar, esta no es la casa de Elijah. Seguro es la casa familiar, piensa Aubrey.

Aubrey encuentra unas escaleras y en el trayecto, vuelve a ver a Elijah, con el ceño fruncido, viéndola.

-¿Estás intentando escapar? -enarca una ceja.

-No, solo necesito aire.-Dice, sin siquiera mirarle, solo sigue caminando.

Sube las escaleras hasta llegar al final, donde encuentra una puerta. Para su suerte, la azotea. Abre la puerta y al entrar al lugar abierto, una gran brisa ondula su cabello y roza sus mejillas. Aubrey mira embobada la vista, Las Vegas en todo su esplendor, tan desnuda y brillante. Camina hasta el borde, donde coloca sus manos y se inclina ligeramente para ver hacia abajo.

-Vaya... -Suspira, sorprendida.

El viento sigue presente, causándole escalofríos pero no le importa, no piensa entrar, no quiere y porque, tiene una gran incógnita dentro de ella.

¿Seré capaz de sobrevivir a algo así? Y si lo hago... ¿Qué va a pasar después? Ya no tendré una vida normal, eso es seguro. ¿Podré hablarle a Adela, mi única amiga? Y sobretodo... ¿Podré estar con Kilian?
No lo quería admitir, pero él me gusta. Yo... creo que siento algo más por él. Desde ese día que lo vi, comprando hamburguesas. Entre todos, Kilian destacaba tanto, y sé que no es por su aura sobrenatural, por su físico o sus locas habilidades. Fue su mirada. Nunca nadie ha tenido esa mirada, nunca nadie así  se había acercado a mí.

Aubrey agarra fuerte la orilla, apretando sus puños hasta hacerlos blancos. Una lágrima se desliza por su mejilla. Y luego otra. Y luego ella está llorando.

Ni siquiera le importa el hecho que Kilian la abandonó. El hecho que la agobia, es: ¿Cómo regresar y estar con él siendo su enemigo?

Sus rodillas chocan contra el suelo y su cabeza reposa en el cemento de la orilla. Se limpia las mejillas con fuerza, con determinación.

Le había ido demasiado mal en el pasado y no iba a dejar que su mala suerte ganará. No iba a permitir que esto la alejara de la única persona que quiere, Aubrey estaba cansada de perder, de siempre ser ella la que sale herida.

Se levanta, poniendo su espalda firme.

-Voy a recuperarme, seré fuerte. No me daré por vencida. Y si tengo que pelear contra ti, Kilian, lo haré. -Se limpia una lágrima que se cuela por la mejilla- E iré por ti.


Son Of The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora