Eres... eres...

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No me sentía bien dejando solo a Liam.

Todavía no sabía que eran, y además, los acababa de conocer! No podía dudar de si eran... humanos.

Tragué saliva y pasé una mano por mi sudada frente, Liam era mi mejor amigo, si le hacían algo podía llegar a... suicidarme..! Bueno, tal vez no, pero cargaría con una culpa que en teoría no me pertenece, si lo matan lo matan ellos, no yo! Pero yo soy la persona que dejó que se fuera...

-Oh mierda! Deja de preocuparte Lana! No le harán nada! Harry me lo prometió- intenté tranquilizarme, pero... él no me había prometido nada, él solo me había observado fríamente y había cerrado la puerta corredera de la camioneta sin inmutarse.

Solté una gran bocanada de aire por la boca y me levanté de la cama, caminé hasta el vestidor y saqué esto:http://www.polyvore.com/lana_cap/set?id=74799549

Había quedado con Harry en el instituto en media hora, y si! Habéis acertado, son las una y media y me estoy preparando para quedar con la persona que es el posible culpable de la muerte de un niño del instituto en los baños, y a lo mejor incluso de la muerte de mi mejor amigo.

Fruncí los labios, haciéndo una delgada fina con ellos.

Al salir de casa tropecé en las escaleras y caí rodando por estas.

-Vaya mierda!- Ni en los momentos importantes dejo de ser patosa y despistada!

Suspiré cansadamente y me encaminé al instituto, todo estaba oscuro y eso hacía que diferentes formas de como morir en un callejón revolaran en mi cabeza. Un poco dramática? Sí, lo sé, pero me da miedo la oscuridad, las cosas que no conozco, los muricélagos, los ratones... y muchas cosas más, de las que no quiero hablar ahora mismo.

El sonido que producían mis tacones al chocar con el frío suelo era insoportable, me hacía recordar que la calle estaba más desierta de lo que pensaba.

Me mordí el labio inferior sin saber que más hacer, metí las manos en los bolsillos de la chaqueta de cuero que llevaba puesta, pegué un respingo al escuchar caer una barra de metal detrás de mi, me di la vuelta rápidamente con el respiración agitada y el corazón latiéndome a una velocidad impresionante.

Pero, gracias a Dios, no había nadie detrás de mi, solo una tubería tirada en el suelo, en un no muy profundo charco, alcé la vista y pude admirar como faltaba una tubería en el tejado, entre otras dos.

Suspiré aliviada y seguí mi travesía hasta el instituto.

Quedaban unas escasas cuadras cuando le vi. Achiné los ojos para comprobar que era él, pero claro que era él! Cómo olvidar esa forma de colocarse el pelo que seguramente nadie más en todo el pueblo utilizaba?

Caminé decidida y a grandes zacadas hacia él, este, al parecer, oyó el ruído que hacía con los tacones y se volteó a mirarme. Sonrió de lado e hizo un toque con su cabeza para que me acercara.

-En serio? Pantalón corto?- preguntó observando mis piernas con detenimiento.

-Sí, algún problema?- negó con la cabeza y frunció el ceño. Hizo exactamente con un conejo, por lo de la naríz digo.

-Hueles a...- no dio terminado la frase, ya que empezó a examinar mis piernas con el rostro serio y el ceño frundido, después pasó a mi cara y, por último, me obligó a sacar las manos de los bolsillos de la chaqueta.

Cerró los ojos con brusquedad y se separó de mi unos metros, apoyó la espalda en el árbol que tenía detrás y se llevó la mano a la garganta.

Alcé mis manos a la altura de mis ojos para así verlas mejor, por culpa de la enfermiza oscuridad que cubría el lugar, tenía las dos manos rascadas, por culpa de la caída seguro, pero una de ellas tenía lo que parecía ser un profundo corte del que brotaba mucha cantidad de sangre.

Me llevé la palma inferior de la mano, que era donde tenía el profundo corte, a mi boca y succioné toda la sangre mientras buscaba un pañuelo en el bolsillo del short. Por qué hacía eso? Porque mi madre me había dicho que si alguna vez me cortara limpiara la sangre, si no era con agua era con saliva, y aquí, como entenderéis, no tenía agua.

Cuando hube sacado el pañuelo del bolsillo dejé de chupar la sangre y lo restregué por la herida con brusquedad.

-Te vas a hacer daño- susurró una áspera y ronca voz a mi lado. Alcé la mirada y me encontré con Harry.

-Lo siento, no soy esperta en sangre- dije mientras volvía a limpiar la herida, esta estaba dejando de sangrar y eso era claramente bueno.

-Tienes...- esperé a que dijera algo más, pero no siguió. Yo hice caso omiso y tiré el pañuelo en la papelera más cercana, seguida por los secos pasos de Harry.

-Tengo que?- pregunté volteándome a mirarle. Pero, en vez de encontrármelo a cinco metros de mi como antes, estaba pegado a mi cuerpo.

-Tienes sangre en los labios- susurró, con un deje de lujuria en su voz y ojos.

-Gracias, ahora iba a limpiármela- le contesté algo cortada por la poca distancia que había entre ambos.

-No te preocupes, puedo yo- dijo acercándo sus labios a los míos.

<Humm... beso? Ahora?? Si le acabo de conocer!!>

Su lengua repasó mis labios de forma sensual, haciendo que se me encogiera el corazón. Luego adentró su experta lengua en mi boca recorriendo toda mi cavidad, limpiando cualquier rastro de sangre en esta.

Una vez se separó se relamió sus labios y abrió los ojos, ya que los había tenido cerrados todo el proceso.

Eran rojos como la sangre.

-Qué fue eso?- pregunté algo cortada. Él se encogió de hombros y sonrió de lado observando detenidamente mi cuello.

-No me lo puedo creer- exclamé en un susurro- Lo nuestro no fue un beso... tú... tú de verdad querías mi sangre! Tus ojos cambian de color dependiendo de tu estado de ánimo y eres pálido como la nieve.

-Qué quieres decir con eso?- preguntó fríamente.

-Que... eres... un vampiro.

 Para el siguiente cap ya pongo la tercera parte!

Si este cap tiene 2 votos la sigo<3 Besos!

Mi vampiro favorito, Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora