ESPECIAL HARRY.
Narra Harry:
-A qué viene eso?- le pregunté a Lana, yo la sostenía entre mis brazos fuertemente, siguiendo las órdenes que Ele me había dado.
La tenía que llevar a su clase de defensa personal, que la verdad, no tenía ni idea de donde quedaba. Pero ya me guiaría ella, aunque no sé como lo va a hacer, ni lo de guiarme ni lo de la defensa, ya que está paralizada por el hambriento de Niall, no tenía nada mejor que hacer que irse comiendo amigos agenos? Ah no espera, ella no es mi amiga, ella no me quiere como amigo. Por eso no debería afectarme, pero resulta que sí, y no entiendo por qué! Es muy frustrante sentir esas imperiosas ganas de irla a saludar todas las mañanas a su clase, de seguirla con la mirada en todos los cambios de horas para ver que hace y con quién habla.
No me gusta sentir lo que siento, redundante lo sé, pero es verdad; me siento débil y asquerosamente felíz, la forma en la que me trata me hace sentir lleno, me trata mal y eso me gusta, no anda detrás de mi como todas las chicas de todos los institutos de Inglaterra desde el año 1850.
Y ya que estamos, os voy ha contar sobre mi vida.
Nací en el año 1830, en Holmes Chapel (Chesire), mi madre se llamaba Anne Cox y mi padre Dess Styles. Éramos de una familia humilde que trabajaba en el campo, intentábamos alimentarnos de lo que cultivábamos y de lo que mi padre traía a casa, después de irse a cazar al bosque con sus socios de caza. Mi madre me enseñaba la cultura general del mundo en el que vivíamos, que debía conseguir una linda y rica esposa para sostener a mi próxima familia, es decir, mis hijos y mi mujer. Pero yo no quería eso, yo quería descubrir mundo, en ese momento no era muy difícil desaparecer sin dejar rastro, no había tanta tecnología como ahora por lo que la gente vivía de lo que escuchaba en boca de otro vecino, con lo cual, la policía jamás me buscaría, y yo podría llegar a ser el chico rebelde que siempre quise.
Pero todos mis planes se tiraron por la borda cuando me encontré con mi hermana, aún lo recuerdo, yo tenía 17 años, a día 15 de Marzo de 1847, había ido a visitar a mi hermana, Gemma, a la gran ciudad junto a su reciente marido. Llevaban casados dos meses y medio.
FLASHBACK
Bajé del carruaje de caballos y le pagué al conductor. Escondí las manos en los bolsillos del incómodo pantalón color camel y me dispuse a atravesar la calle en plena tormenta. El fuerte viento movía mis rizos, aunque más que rizos eran deformaciones raras, ya que no los había colocado con agua y ahora estaban más bien mal; de un lado a otro en sentido de la brisa.
Al final de la calle distinguí la hermosa y gigantesca casa de campo de mi hermana Gemma, la cual tenía 20 años, se casaba un poco tarde ya que lo normal era casarse a los 18 años.
Cuando hube llegado al umbral de la puerta, di varios toques en esta con el nudillo para hacerle saber a la gente que estaba dentro que había llegado.
Esta se abrió y detrás de la puerta apareció Adam, Adam era el chico que se había casado con mi hermana, me ofreció a passar con una amplia sonrisa en la cara, pero... no era una sonrisa amable.
-Cómo está mi hermana?- pregunté, dándole el abrigo a una sirvienta, esta tenía los ojos negros, parecían agujeros negros, cosa que daba mucha grima.
-La señora Brown está en el comedor, sir- me informó la sirvienta, ya que Adam se había esfumado- La señora tiene sudores y dolor de cabeza constantes- me informó.
Yo me alerté.
-Ya ha recibido la visita de algún doctor de la ciudad?
La sirvienta me condujo a través de un enorme pasillo decorado con retratos de lo que sería la familia de Adam.
-Sí, sir, el Doctor Smith, sir, el Doctor piensa que es mejor que repose algunos días en cama, sir- contestó.
Asentí conforme y me adentré en un enorme salón, decorado de flores, pinturas, ventanales de grandes dimensiones y bodegones sobre cada mantel color pastel de enciam de todas y cada una de las mesas de la habitación.
-Hermano?! Qué haces aquí Harold? Debes irte- me pidió mi hermana. Pero yo ignoré sus súplicas y me acerqué a ella, apoyé mi mano en su frente y noté la elevada temperatura a la que estaba sometida.
-Necesitas paños fríos- dije. La sirvienta desapareció del salón rápidamente, llendo a buscar los paños.
-Debes irte- insistió Gemma.
-Por qué? Vine a visitarte, hermana, y así es como me recibes? Echándome a patadas de tu hogar?- pregunté ofendido.
Gemma exhaló un suspiro y se levantó del sofá sobre el que estaba tendida. Entrelazó nuestras manos y se acercó más a mi, apoyando su cabeza en mi pecho.
-Estás bien Gemma?- pregunté temeroso de su respuesta.
-Adam no es normal Harold, debes irte para que no te haga daño, si te hiciera algo moriría- dijo señalándose a si misma.
-No es normal en que sentido?- cuestioné.
-No soy normal en ningún sentido- me volteé para observar detenidamente a Adam, que estaba apoyado en el marco de la puerta con la sirvienta detrás de él. ÉL con los ojos rojos y ella negros.
-No le harás daño!- exclamé, desenvainando mi espada.
Adam sonrió burlonamente y ladeó la cabeza.
Puedo jurar que, pestañeé varios segundos, y ya no estaba en su sitio, si no que detrás de mi, agarrando a Gemma de los brazos y acercando sus colmillos a su cuello.
Yo no pude hacer nada, mis músculos no respondían, o por el miedo o porque no era capaz de controlar mi cuerpo.
Adam dejó caer a mi hermana al suelo, pero no se hizo mucho daño gracias al vestido, y después se acercó a mi peligrosamente. Me agarró de los brazos y, antes de que pudiera quejarme, ya tenía sus colmillos clavados en mi cuello, junto con mareos varios, sudores y escalofríos.
Entonces, cerré los ojos.
FIN FLASHBACK
Y así es como me convertí en vampiro, si os lo preguntais... no, mi hermana no sobrevivió, se murió en frente de mi sin que yo puediera hacer nada.
A Louis y a Eleanor los conocí en el año 1869, en un mercado de Doncaster, ellos eran una joven pareja de enamorados, cogidos del gancho y sonriéndo como la Mona Lisa. Ellos fueron transformados varios días antes de mi partida a otra ciudad, Mullingar, a donde me los llevé para enseñarles lo que era ser un vampiro. De quién debían alimentarse y como controlarse en espacios públicos.
En Mullingar conocimos a otro vampiro, Niall, él ya estaba transformado, pero no tenía ningún tipo de entrenamiento por lo que Mullingar era la ciudad de más asesinatos en toda Irlanda.
Y solo por eso nos lo llevamos con nosotros, además de por sus poderes de controlar los músculos, como había hecho Adam conmigo.
Y bueno... así vivimos desde 1869, de ciudad en ciudad, de pasís en país... en busca de comida... es decir, humanos jóvenes, más bien adolescentes.
Pero nunca pensé enamorarme de la comida.
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Si buscan en google "Vestimenta del siglo XVIII" les aparecen vestidos y trajes de hombre y mujer sobre los que se basé en este capítulo.
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Besos!<3
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Mi vampiro favorito, Harry Styles
ФанфикYo nunca creí en vampiros, siempre me parecieron más bien un mito, una leyenda creada por los ancestros hace muchos millones de años, pero... de repente la realidad me golpea de la forma menos esperada, haciendo que esta "nueva" raza, se vea incluid...