—Si le dices que te dije, te mato —dice apuntándome con su dedo acusatoriamente, simuló cerrar mis labios y tirar la llave de un inexistente candado, ella asiente más tranquila— está bien... sólo sé que sale los jueves y algunos viernes en su moto aproximadamente a las ocho y media de la noche, a veces vuelve furioso y otras veces con una gran sonrisa, dos veces vino adolorido y con algo de sangre en su traje —dice haciendo una mueca de desagrado— Juro que no tengo idea de a dónde va, sospecho que hace apuestas o algo ilegal —la conozco lo suficiente para saber qué está siendo sincera... pero... ¿apuestas?, Quedó unos segundos pensativa hasta que algo en mi cerebro hace Click y mis ojos se ponen negros de la furia y la preocupación.
—Oh no, no lo hizo... más le vale por su bien que no lo haya hecho —digo mirando a la nada mientras mis manos se vuelven puños, mi prima intenta atrapar mi mirada en busca de respuestas pero la ignoro, voy corriendo a mi casa sin siquiera saludarla, entro hecha una bola de fuego al cuarto de mi hermano (este lugar está estrictamente prohibido para mi desde hace dos años si es que no quiero sufrir física y psicológicamente, incluso estos meses en los que él no estuvo, me seguía dando miedo entrar, pero ahora no pienso en eso) hago algo que en circunstancias normales no me atrevería a hacer, me pongo uno de sus trajes de moto junto con sus botas las cuales me quedan grandes pero no me importa, el traje es de color negro con detalles rojos, me cubre cada centímetro de piel, me queda algo suelto, me pongo un casco negro y me miró en el espejo... no me reconozco, con mi pelo castaño escondido en el casco parezco varón... podría jurar que soy un varón... claro si no supiera que soy yo. Agarro las llaves de la moto de mi hermano, ya que las de la moto rápida de mi papá están muy guardadas, porque no la usa hace años, su moto estaba debajo de muchas cosas escondida en un cuarto que usamos para guardar cosas, así que por el apuro me llevo esta vez la de Logan, luego me voy, mis padres salieron a una cena por lo que nadie se va a enterar de absolutamente nada...
Manejo al aeropuerto donde se hizo la carrera a la cual habían invitado a mi primo tres meses atrás y al llegar me quedo quieta unos segundos estudiando la zona, está llena de gente, están cerca de los edificios abandonados donde guardaban los aviones y también cerca de la pista de aterrizaje, hay muchas chicas con poca ropa, muchas hermosas motocicletas y obviamente llena de chicos con caras de "Me tocas y te mato" los cuales pueden ser los que corren en las carreras o los que hacen las apuestas, ignoro las miradas de interrogación que me dirigen y busco a mi primo con la mirada, identifico su cabellera castaña clara rápidamente, lo vigilo manteniendo la distancia, estoy prácticamente escondida detrás de un pilar de cemento, pensando qué hacer.
Veo que le da dinero a un chico a la vez que lo saluda, el desconocido anota algo en un cuaderno. Ahí deben estar anotados los que corren en la carrera... decidida empiezo a salir de mi escondite para ir hacia ahí y anotarme, pero una rubia se me cruza y me sonríe coqueta, mi cara de confusión y horror se esconde debajo de mi casco, intento seguir de largo, pero ella se pone en frente de mi moto, frunzo el ceño.
—Hola, me llamo Amber —bate sus pestañas exageradamente— ¿Te vas a anotar para correr? —asiento— Genial, eres nuevo ¿verdad? —me saco el casco algo confundida y ella me mira horrorizada, una risa se me escapa y trato de acallarla con las manos... me confundió con un chico, su expresión es digna de una foto.
—¿Me dejas irme? —pregunto aun divertida por su cara.
—Osea... no, vienes, te haces pasar por un chico conmigo, me mientes que vas a correr y ahora me quieres dejar hablando sola —dice cruzando sus brazos ofendida, yo sonrío divertida y algo confundida.
—Primero, no me hice pasar por nada, tú me confundiste y segundo si voy a correr —me acomodo para acelerar y escucho una risa seca de su parte.
—No dejan correr a mujeres —su mirada pasó de ser desafiante a una de compasión al notar mi preocupación, mi idea no estaba saliendo nada bien... ¡¿Por qué no puedo correr?!
—Realmente necesito correr, tu no entiendes no es por el dinero ni nada, debo ayudar a alguien —digo rogándole con la mirada, no sé porque se lo explico a ella, evidentemente ella no puso esas reglas. Pero aun así me inspira cierta confianza... la veo pensar por unos segundos con el ceño fruncido.
—Está bien... puedo ayudarte, puedo lograr que te inscriban y que corras una carrera, pero te lo advierto durante la carrera no hay ninguna clase de reglas, gente muere a diario ahí —dice señalando algo incómoda la larga calle— Si sales ilesa van a investigar quién eres, no puedo hacer nada contra eso ¿comprendes? —su seriedad me pone los nervios de punta, asiento no muy segura— Espera, toma —me da una especie de funda que rápidamente noto que todas las motos tienen en sus patentes, supongo que es por si viene algún soplón, no puede llevarse información, tapo mi patente de igual forma y la sigo— Haz todo lo que yo te diga, simularas ser un hombre ¿Si?, ponte el casco y no hables —asiento y hago lo que me dice de forma obediente. Se sube a mi moto y salimos de mi "escondite", me dirige al frente del chico que anotó a mi primo hace un rato, el cual me mira con desconfianza, nos bajamos de la moto y nos paramos en frente de él, varios de sus amigos miran algo asombrados mi hermosa moto... bueno de mi hermano y algunos incluso la veían como si les resultara familiar...
—Hola hermanito, adivina que, tengo un nuevo corredor, su nombre es Mike —dice animadamente la rubia a mi lado, su "hermanito" me mira peor que antes.
—¿Y tú qué? ¿eres mudo? —Pregunta bruscamente, está bien, ahora tengo que pensar un plan de huida, RÁPIDO. Empiezo a mirar hacia todos lados para ver hacia donde correr, pero Amber me agarra del brazo y me deja inmóvil en contra de mi voluntad.
—Déjalo en paz, es mi amigo, solo anótalo y ya —dice simulando aburrimiento, su hermano duda por unos segundos y luego asiente algo desconfiado y me anota, se me escapa un suspiro de alivio que hace que el chico vuelva a fijar su mirada en mí, tiende su mano en mi dirección, saco de mi bolsillo 20 dólares y se los entrego, él se los guarda aún estudiándome con la mirada, me está intimidando, auxilio. Asiento en forma de agradecimiento en dirección a Amber y ella me sonríe emocionada.
Vuelvo a subir a mi moto y acelero, me pongo cerca de la línea de salida, me quedo apoyada en mi moto por unos minutos a esperar que empiece la carrera, miro a los competidores y uno de ellos, específicamente el que está al lado de mi primo me da mala vibra... me acerco a él y le tocó el hombro unos segundos como si lo estuviera llamando, tocarlo me causó cierto rechazo, como si quemara y debería alejarme de golpe, pero me controlé. Le hago señas de que él se iría a otro lugar y yo tomaría el suyo y noté que no le gustó mi idea cuando me miró desafiante... era enorme... me encogí involuntariamente y por segunda vez Amber vino a mi rescate, le coqueteó un poco y lo llevó a otro lugar... Dios la conocí hace unos 20 minutos y ya le debo la vida. Se me escapa otro suspiro y me posiciono al lado de mi primo, este me estudia con la mirada, a mí y a mi moto. En estos momentos me estoy debatiendo entre asesinarlo con mis propias manos en este instante por mentirme y evitarme o salvarle la vida ahora y DESPUÉS asesinarlo con mis propias manos. Está apoyado en su moto con una actitud despreocupada que me dan incluso más ganas de golpearlo.
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Carreras Ilegales
Teen Fiction¿Algo que me encante? La velocidad. Si quieren saber algo de mi debe ser mi amor a la adrenalina y mi tímida personalidad en prácticamente todas las situaciones, cuando atacan a alguien que quiero mi timidez desaparece y deja paso al enojo. Tuve que...