Capítulo 17

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Los días siguientes me concentré en mis clases y en estudiar. Pero noté que algo cambió en mí, ahora me río de las bromas que escucho, participo en clase, incluso ayudé a unos compañeros con sus tareas de matemáticas y se mostraron muy agradecidos. Ahora camino con la cabeza en alto, y me sale ser mucho más sociable. Pero sigo notando que el grupo de mi primo, el cual era de mi hermano, se alejan de mi e intentan no relacionarse conmigo, lo cual de todas formas agradezco, porque ahora que les presté más atención me di cuenta de que no me agradan, no sé quiénes se creen que son y encima tratan a las chicas con cero respeto, siempre diciendo comentarios, ya sean "malos" o "buenos" son sin que nadie pida su opinión.

Pero a mí nunca me dicen nada, tal vez sea por mi primo. Pero creo que esto es otro extremo, ya que me ofrecí a ayudar a algunos de ellos con sus tareas y me dijeron que no, y se alejaron como si los fuera a morder. Los ví un par de veces en las carreras, pero Chad me dijo que ellos están más metidos en el mundo de las peleas.

A la hora del almuerzo decido sentarme con mi prima y su grupo de amigas. Una de ellas, Amy, siempre está mirándome con curiosidad, es de lo más amistosa conmigo, tiene un hermoso cabello negro lacio y un delineado perfecto.

—Hola, Amy, ¿Cómo estás? —la saludo con una sonrisa.

—Genial, ¿Y tú?, Estábamos pensando en ir a ver hoy unas peleas con Sara, que se hacen del otro lado de la ciudad ¿Te interesa? —pregunta emocionada.

—Mm no, realmente no es lo mío, tal vez las acompañe más adelante para ver qué tal, pero por ahora no —me parece una locura pensar que la mitad de la gente de este instituto se maneja en la parte ilegal de la ciudad y la otra mitad no tiene idea de todo esto, ahora que fui admitida en la parte que "conoce" me hacen invitaciones de este tipo bastante seguido— pero mañana iré a ver la carrera, ¿estarás ahí? —pregunto para que no se sienta rechazada.

—¡Claro!, Ahí nos veremos entonces —responde dulcemente, luego comemos, charlamos y cada una continúa con sus clases.

Paso todo el día siguiente emocionada por ir a las carreras, decidí no correr hoy, solo quiero ir a ver gente... o tal vez a una persona en específico. Y sociabilizar, iré con Chad, ya que Sara va con Amy y otras chicas en un auto.

Le dije a mi mamá que pasaría la noche en lo de Sara jugando juegos de mesas. La verdad es que ese también sería un plan genial, pero lo dejaré para otra ocasión.

Chad: Estoy

Emma: Voy

Salgo a escondidas porque no estoy vestida como para pasar la noche en lo de Sara, y encima debo llevar el casco. Voy a la esquina donde me está esperando un Chad pensativo.

—¿Y a ti qué te ocurre? —pregunto mientras me subo a la motocicleta.

—Nada, estoy algo preocupado por lo del dinero, hoy voy a correr la carrera para practicar, realmente necesito ganar —dice en un semblante más serio del que le había visto nunca.

—Ey, tranquilo, de una forma u otra todo va a estar bien, y si no, siempre puedes contar conmigo para mudarte del país —bromeo mientras me pongo el casco, el ríe y acelera

—No iría ni a la localidad vecina contigo, no me agradas lo suficiente para estar tanto tiempo juntos —me dice en voz alta cuando estamos llegando, yo abro la boca ofendidísima y cuando frena le empiezo a hacer cosquillas con todas mis fuerzas y él empieza a reír a carcajadas sin poder evitarlo, estoy segura de que se siente muy avergonzado, le encanta parecer un machote y más aquí. Estuvimos cerca de caernos al piso en nuestra pequeña lucha, pero al final él me atrapa ambos brazos— maldita traidora, no te permito subirte nunca más a mi motocicleta —dice fulminándome con la mirada yo río fuerte

—Bueno, pues entonces tendré que venir en la de algún chico de por aquí —digo simulando buscar a alguien, me agarra del brazo fuerte y dice

—Elige a alguno, así veo a quien tengo que atropellar —me reta y yo ruedo los ojos.

—Vamos a buscar a Sara —le digo y luego de dar menos de 15 pasos en una dirección distinta a Chad una moto que venía a una gran velocidad haciendo un truco (andaba solo en la rueda trasera) está a punto de atropellarme porque no me ve y yo no reacciono lo suficientemente rápido.

Pero siento que alguien me tira bruscamente del brazo sacándome del trayecto de la motocicleta, respiro agitadamente y toco mi cuerpo para asegurarme que no me falta ninguna parte. A la vez escucho una risa engreída y al mirar a mi salvador veo a Liam mirarme con una sonrisa burlona. Debería estar agradecida, pero me siento más avergonzada.

—Eh... gracias, yo iba hacia allá —balbuceo buscando la dirección en la que estaba caminando.

—¿Sabes? Creo que es la tercera vez que te salvo de alguna situación, creo que te ganaste un nuevo apodo —dice con una sonrisa pícara, yo lo miro confundida.

—¿Tercera?, yo solo cuento dos, lo cual no es suficiente para ganarme un apodo nuevo, sea cual sea —digo mientras pongo una mano en alto, levanto un dedo y digo— la primera es en la carrera pasada, que de todas formas podría haber encontrado otra forma de huir yo misma, y luego esta es la segunda —levanto otro dedo decidida, no me gustan los apodos.

—Ya, pero no cuentas la vez que intentaste ayudar a tu primo y te salvé —dice sonriendo con superioridad, yo lo miro incrédula.

—No recuerdo que me hayas salvado de nada, solo me acuerdo que te quedaste parado mientras yo busqué la motocicleta y lo fui a ayudar —¿Es enserio?, encima que no hizo nada en absoluto ahora quiere contar la historia como si él me hubiera salvado, increíble.

—La verdad es que tu estabas por meterte en la pelea con tu mal carácter como única arma y eso habría terminado con tu primo y tú muertos, pero yo te detuve, te agarré del brazo y LUEGO se te ocurrió la idea de ir con la moto y pudiste ayudarlo, pero no habrías hecho eso sin mi intervención —narra la historia con un aire de superioridad que me molestaba muchísimo, y lo peor es que tiene razón, no soy lo suficientemente rápida en pensar una respuesta y él agrega— así que... como te decía, mi nuevo apodo para ti es princesa —me lo susurra al oído y me provoca escalofríos— ya que al parecer necesitas estar siendo rescatada más seguido que cualquier otra persona normal —ríe secamente para provocarme y lo logra, estoy furiosa, debo tener la cara roja y estoy cruzada de brazos.

—No necesito que nadie me rescate, si tu no existieras, hubiera encontrado la forma de salir de todas esas situaciones yo solita —digo con la cabeza en alto, pero la realidad es que hace unos minutos si no estaba él hubiera sido brutalmente atropellada, pero no pensaba admitir eso, él estaba sacando mi lado competitivo.

—Si pensar eso te hace sentir mejor... princesa —dice mientras se va caminando tranquilamente, yo tengo las manos hechos puños.

Busco decididamente a mi primo en la multitud, camino para un lado y para el otro, con más cuidado esta vez, ya que, aunque parezca que sí, no me gusta estar a punto de morir. Logro vislumbrarlo a cierta distancia parado cerca de Sara, conversando con Tom. Me acerco rápidamente y le susurro al oído.

—Necesito que me lleves a casa, quiero correr en la carrera —digo con la voz más firme que puedo, quiero vencer al engreído de Liam.

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Carreras IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora