Instituto Eichenwald {Zodiaco} Pausada

1. Nuevo insti

*Narra Leo (multimedia)*

Pi-pi-pi-pi Pi-pi-pi-pi

Saqué mi brazo de debajo de la almohada y le dí un trastazo al botón de apagado de la alarma. Seguídamente undí mi cara sobre la almohada lamentándome...llebaba casi tres meses sin oir sonar a esa alarma... no podía creer que las vacaciones hubieran terminado, y mucho menos podía creer lo que ese día me esperaba, el instituto... así es, a mis dieciseis años ese día empezaría bachillerato, la parte más dificil del instituto... y no solo eso, la escuela a la que íbamos antes no tenía bachiller, así que yo y mis tres amigas acuario, virgo y tauro empezabamos en una nueva escuela... bueno no, en un nuevo instituto.
Me desperezé y me senté en mi cama. Aparté de un manotazo las sábanas color azul pastel de encima de mi regazo y me puse mis chancletas de leoncitos y me levanté. Caminé hacia la puerta bostezando y rascándome mi espalda. Fuí directa al baño, me preparé, desayuné, lavé mis dientes y cepillé mi hermoso pelo. Y salí hacia la parada del nuevo bus escolar (institutral?). Miré mi reloj: aún quedaban cinco minutos para que el bus llegara. Arrastré mi valija hasta el asiento y me senté. Otra cosa que me asustaba del insti era que era un internado. Saqué de mi bolsillo el folleto de la escuela. Parecía un castillo, con cuatro torres. La torre de tierra, la de fuego, la de aire y la de agua. Donde hay una sala común y cuatro habitaciónes, una por curso, con su propio baño, sus propias camas y sus propios armarios. La escuela era bastante exclusiva y solo habían doce alumnos por curso, tres por cada torre. La verdad es que toda esta historia me recordaba un poco a Howarts de Harry Potter porque el sistema era el mismo (lo único es que no competíamos entre las torres XD)

PFFF

Un aire caliente en mi cara me sacó de mis pensamientos. El autobús había aparcado delante de mis narices y las puertas se estaban abriendo lentamente. Subí las escaleras y miré indignada al conductor. Pero enseguida mi mirada se desvió a otra parte, un grupo alegre de chicas me hacía señas desde el fondo del autobús. Eran mis mejores amigas: Tauro, Virgo y Acuario. Me habían reservado un asiento poniendo sus chancletas en el.

-¡Hola Leo! ¿Que tal?- dijo Tauro la cual se sentaba junto a mí.

-Bien pero estaría mejor si el conductor no me hubiera despeinado con el maldito aire al aparcar- dije sacando el cepillo de mi neceser.

-Hmm... alguien está nerviosa- dijo Virgo.

-¡Y no es la única!- saltó Acuario- ¿O acaso solo yo estoy nerviosa por empezar en un INTERNADO con un montón de DESCONOCIDOS?

Todo el mundo en el autobús nos miró pero nosotras que ya estábamos acostumbradas seguimos con nuestra conversación.

-Sí... eso es verdad- dijo Virgo.

La ruta hacia el instí era larga y aún quedaba una parada. En ella subieron una chica muy sonrojada y el que parecía ser su hermano. Los dos se sentaron en los asientos que estaban delante de mí y de Tauro. La miré con una sorisa cómplice y ella me devolvió una mirada asustada y sorprendida a lo que yo sonreí más ampliamente. Ella es la que mejor me conoce y no necesitamos palabras para entendernos. Cogí el cinturón y tiré de el hacia delante de forma que me pude poner de pie. Apoyé la cabeza entre los dos asientos situados delante de mí y miré hacia la chica. Estaba mirando tímidamente por la ventana.

-Hola soy leo.

-¡Ah!... Ahh... hola- respondió aún más sonrojada- s... soy... pi... Piscis.

-Encantada- dije, lo que hizo que su hermano me mirara desconfiado.

-Hey tú.

-Hola- respondió sonrojandose ligeramente... toda la confianza que aparentaba al entrar al autobus se había desvanecido- Erm... yo soy Escorpio.

-Hmm- respondí sonriente- Leo

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