Nunca te amará como yo

【COLETAS】

Sus pasos torpes delataban su falta de atención en el ensayo; Asano lo miro por el rabillo del ojo y noto que Nagisa estaba perdiendo el equilibrio, pero aun así él seguía bailando. Estiro su mano esperando a que Nagisa la tomara, lo cual hizo, pero a la hora de que tuvieron que juntar sus cuerpos estos chocaron con fuerza. Ambos se quejaron.

—¿Estas bien? —le pregunto mirándolo a los ojos, su compañero solo asintió —. Tomaremos un descanso ¿de acuerdo? —se separó de él y camino hasta donde estaba la grabadora para apagar la música, volteo a ver a Nagisa, quien se había quedado en medio de la pista mirando el suelo. Asano, haciendo una mueca, cogió dos botellas de agua.

—Toma —se la extendió.

—Lo siento —le contesto agarrando la botella.

—No te preocupes —comenzó a beber.

Nagisa apretó el plástico haciendo que este crujiera. Asano lo miro y, suspirando, se sentó en el suelo y lo miro desde abajo.

—Siéntate —le pidió.

El chico de ojos azules no pudo negarse. Asano miraba en silencio al chico de enfrente y él, solo intentaba no llorar.

— ¿Te peleaste con Karma? —pregunto.

Nagisa lo miro por primera vez en todo el día. Abrió los labios listos para responder pero de este solo salieron balbuceos, al final se rindió y prefirió asentir.

— ¿Se burló de nuevo de ti?

Asintió. El chico de cabellos naranjas suspiro.

—Él siempre se burla de ti, ¿qué cambio esta vez?

Sus blancas mejillas se pintaron de rosa.

—Y...yo mmm —miro a otra parte y luego bajo la cabeza.

Él solo lo miraba atento.

—Si no me quieres decir, no te preocupes —le dijo.

Los ojos azules buscaron a los morados y en ese momento los latidos de su corazón se aceleraron y no pudo evitar sonrojarse, oculto su cabeza. Asano, por su parte, había logrado ver ese lindo color rosado en las mejillas de Nagisa y no pudo evitar pensar que se había visto adorable.

—Ya lo sabe —dijo al fin.

—¿Sabe qué?

—Qué tú y yo... bueno, estamos comprometidos —hizo comillas con sus dedos.

—Oh, entiendo... ¿cómo reacciono?

Apoyo la cabeza en sus rodillas mirando en dirección a Asano.

—No resulto para nada bien. Fue horrible.

—¿Qué te dijo? —pregunto casi gruñendo.

—Como me dijiste, se burló de mí y también... —se mordió los labios y luego aparto la mirada —. L...le dije... —trago saliva y dejo caer su cabeza hacia el frente, pero las ligas que amarraban su cabello se rompieron; rápidamente llevo sus manos a su cabeza.

— ¡No mires por favor! —velozmente comenzó a intentar coger de nuevo su melena, pero solo lo enredaba.

—Te ayudo —se ofreció Asano al ver que solo estaba haciendo un desastre.

—No es necesario yo pue... ¡Auch! —la liga le había pegado en la mano.

—Date la vuelta —le ordeno suavemente.

Con las mejillas algo rojas hizo lo que se le pidió y le entrego a Asano las ligas. Los dedos de Asano empezaron a cepillar su cabello, pasaban algo forzosamente —gracias a que estaba enredado—, pero después de lograr que este estuviera más liso, las manos de Asano acariciaban con suavidad su cuero cabelludo y eso lo hacía sentirse bien. Los latidos de su corazón se estaban intensificando y las mejillas le quemaban. El chico de ojos morados ignoraba lo que le pasaba a Nagisa, estaba mas concentrado en lo que le pasaba a él, ya que también su corazón estaba bombeando sangre más rápido de lo que debía o al menos eso suponía, además, que no esperaba que acariciar el cabello azul fuera tan placentero.