Asesino

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Es una noche fría, se puede escuchar los sonidos de los perros al ladrar y del fuerte viento soplar. Un hombre bien parecido esta caminando entre un camino completamente plano y con arboles tetricos. Tenia un maletin con una información importante para el.

El hombre estaba desesperado. Sentia que alguien lo estaba observando desde las sombras.

El hombre trataba de no entrar en pánico. Veia a todas las direcciones posibles para poder apreciar un lugar completamente vacio,tetrico y según él "solo".

Trató de no hacerle mucho caso a ello. Continuo con su camino, necesitaba ir hacia aquella cabaña que se encuentra en las profundidades del bosque para poder entregar el maletín y recibir su parte del trato.

Entre los árboles se encontraba una sombra.

-Hey Perla,tengo al objetivo en la mira, ya quiero hacer movimiento.-Dijo algo desesperada la sombra que estaba escondida en los árboles al dispositivo que tenía en su oreja.

-Calmate, te estoy diciendo que te esperes hasta que este casi llegando a la cabaña. Según con lo que encontré hay un premio más grande ahí. Te encargas de el cuando entre en la cabaña ¿No es problema para ti,verdad?.-Respondio la jovén chica de piel palida.

-Odio tener que esperar.-Se quejó la rubia.

-Si quieres más dinero esto es lo que tenemos que hacer.-Dijo firmemente Perla. La rubia no respondio, solo hizo un gesto de desagrado.

El hombre ya habia llegado a su destino, abrio la puerta y se encontro con el comprador.

-Te estaba esperando.-Dijo el comprador,el cual era calvo y enano.

-Tuve algunos inconvenientes con venir hasta áca sin que sospecharan.-Dijo cansado el hombre con el maletín.

-¿Y tienes la mercancía?.-Dijo con odio el enano.

-Aqui est- No pudo continuar porque su boca fue tapada con un pañuelo blanco.

El cual tenia cloroformo.

El hombre cayó de golpe contra el piso. El enano estaba mirando con temor a la persona que lo veia con sed de sangre y con una macabra sonrisa en su cara.

-Vaya,vaya pero miren que tenemos aqui. Siento haberlos sorprendido pero no queria dejarlos solos en este lugar taaan aburrido, así que... vi-ne a di-ver-tir-los.-Dijo la rubia con un tono de voz juguetón mientras sacaba una afilada daga de su pantalón.

El enano al ver la daga entro en pánico y empezo a sudar. Iba a correr pero la rubia era más rápido. Agarró al enano del cuello y lo golpeo con la pared. La rubia lo agarro por el cuello y lo levanto.

-Oooh ¿Así que quieres jugar al juego del gato y el ratón? ¡Que divertido,que divertido!. Pero... ¿sabes algo? Odio a los gatos y a los ratones.-Dijo con una sonrisa macabra y mirada vacia. La rubia empezó a apuñalar al hombre de menor tamaño por el pecho. Gritaba del inmenso dolor y ardor que estaba sufriendo justo ahora.

-Oooh ¡Me encanta como gritas! Así es, así es, ¡así es! Grita del dolor que te estoy provocando.-Dijo la rubia psicopatamente. La rubia se cansó de apuñalarlo de la misma forma así que lo empujo haciendo que cayera de golpe en el suelo,se posiciono encima de él y empezo a apuñalarlo por toda la cara. Una y otra vez, no se aburria ni mucho menos se detenia. Disfrutaba de como le estaba saliendo la sangre y de como se le desfiguraba el rostro.

Él hombre enano no pudo más y dejó de respirar. Ya esta muerto.

La rubia se levanto satisfecha por lo que habia hecho. Vio con una sonrisa al cuerpo sin vida del hombre enano. Hecho una mirada por la habitación en la que se encontraba, la cual estaba hecha polvo, estaba a punto de derrumbarse,todo estaba oscuro y lo único que iluminaba la habitación era la luz de la luna.

Sangriento Amor [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora