🔪Capítulo uno🔪

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Como siempre las calles estaban vacías, no había ni un alma vagando por Madrid, a excepción de mi.
Mi nombre es Rubén Doblas, el mayor asesino de esta,ciudad.
Nadie sospechaba de mí cuando mataba a una persona ya que nunca dejaba rastro, mato por placer, y me encanta la sangre.
De seguro hay miles de miembros de la policía en mi búsqueda pero les aseguro que nunca me encontrarán.
Uno que otro borracho, por aquí, por allá. Ya nadie se atrevía a salir por las noches, ya todos sabían que andaba un asesino suelto.

Un cuchillo, miles de víctimas, personas muertas cuando se me da la gana.
Este impulso asesino es imposible de parar. Veintiséis años de esta vida, enfermo de locura, maniático, poseído, he recibido varios nombres de personas que han llegado a conocerme un poco más pero no del todo.

Siguiendo en donde estaba.
Como siempre caminando de noche, con una capucha negra y mi cuchillo donde nadie pueda verlo.

Entré a un callejón, nada fuera de lo normal, había una puerta de salida de una discoteque, un buen lugar para matar y no dejar rastro.
Salió un tipo borracho de pelo café claro, muy despeinado e iba saliendo con una botella de vino en la mano.

Me acerqué a él muy lentamente.

- ¿Y tú quién eres?, ¿Eres amigo de Raúl?

- No, yo soy tu peor pesadilla - al terminar de decir eso saqué mi cuchillo y lo apuñalé por la parte del estómago.

Se retorció del dolor, me encantaba ver a gente sufrir, y más si ese sufrimiento lo había causado yo. Sonreí maliciosamente en la oscuridad.
Trepé por una escalera colgante que había al lado desaparecí de la escena del crimen.

Desde arriba del todo tenía una vista perfecta, vi como gente iba acercándose al cadáver lleno de sangre.
Escuché a una persona decir algo que me dejó perplejo.

- Al "Terror sin cara de Madrid" le estamos siguiendo el rastro, debería estar cerca de aquí. Oficial De Luque tiene todos sus movimientos anotados, tal vez pronto lo capturemos.

- Llevense el cuerpo

Si me estaban siguiendo el rastro es mejor que desapareciera de ahí lo antes posible, esos barbudos no me daban buena pinta.

Miré hacia la luna, estaba hermosa. Bajé la mirada hacia unas cajas y allí estaba sentada mi madre, tal cual como la última vez que la vi.

- ¿Mamá? - ella me sonrió, me acerqué a ella lentamente. - Mamá perdóname por todo lo que he hecho, por lo que te hice, solo era un niño y...- ella acarició mi cabello tratando de calmarme.

Me puse a llorar apoyado en sus piernas, en el hermoso vestido que llevaba aquella vez.

Ella se levantó y se fue con una sonrisa en su cara. Sufro con su recuerdo.

Me levanté y me fui caminando por los edificios, hoy creo que dormiría en un árbol o algo, ya me las arreglaré.
A veces escucho voces que me dicen que pare, que mate, ya no se ni a quien hacerle caso. También tengo un amigo imaginario, se llama Ust y lo tengo conmigo desde que tengo memoria, es la mejor compañia que tengo y me entretiene en los ratos que no tengo a nadie que matar.

Iba caminando por los edificios tranquilamente, y escuché la voz de una mujer gritando, prácticamente estaba en agonía y con una cajetilla de cigarros a su lado, tampoco estaba tan lejos de mi pero se notaba lo que pasaba, tenía una crisis mental.
Ella estaba en el piso con las manos en su cabeza, como para que alguien o algo no entrase.

- ¡ALÉJATE!¡NO ME TOQUES!

Ni idea a quien le hablaba, esa mujer debe estar más loca que yo, miré a Ust un momento y él me sonrió como siempre lo hacía, pasé al lado de esa mujer y me agarró del pie por sorpresa.

Assassin 🔪Rubelangel🔪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora