Assassin 🔪Rubelangel🔪

🔪Capitulo siete🔪

¿Cómo pasé de ser un asesino peligroso a una persona con sentimientos?

Desperté en una sala blanca como acolchada, tenía puesto un chaleco de fuerza lo cual impedía moverme demasiado.

A lo lejos vi lo que parecía ser otra persona, como una chica y no estaba con chaleco de fuerza...¿Vale?

- ¿Vale? - la chica se giró hacia mi.

- ¿Rubén? ¿Qué haces aquí?

- Larga historia. ¿Cómo llegaste aqui?

- Me encontraron gritando como la vez que nos conocimos y me trajeron aqui. Por suerte no tengo chaleco de fuerza.
¿Y tú?

- Soy el asesino mas grande de Madrid - me miró a los ojos.

- Pero pensé que nadie sabía su rostro.

- Me delataron.

- ¿Quién? - la puerta se abrió y dejó ver a Alex.

- Él - me levanté y me acerqué a Alex - Tú no puedes estar aqui.

- Tio es solo una visita no te molestes.

- ¡No tienes permiso de estar aquí!

- Los guardias me dejaron entrar, les dije que eras mi amigo. - Puso su sonrisa sarcástica.

- ¡NI MI AMIGO ERES!¡YO NO TENGO AMIGOS!

- ¿Con que no tienes amigos eh? Y que me dices de Miguel, tú y él al parecer son... novios- dijo apoyandose en el marco de la puerta.

Me había enfadado, no puedo controlar facilmente mi ira, no lo puedes hacer si eres esquizofrénico.

- ¡NO TE METAS CON MIGUEL! ¡¿ME ESCUCHASTE, ENANO?!- Apoyé mi pecho en él y lo choqué contra la pared.- ¡Escuchame niño bonito, si vuelves a decir algo de mi o de Miguel te juro que te mato!

Alex puso su cara más sarcástica, al parecer no estaba ni un poco asustado.

- ¡Guardias!- Vale me agarró del chaleco de fuerza antes de que viniesen los guardias y me tiró con brusquedad al piso. No me podía contener, quería estamparle esa cara de estúpido contra la pared.

Me exalté y traté de pararme de nuevo pero Vale me retenía con fuerza.

- ¡ESTO NO QUEDARÁ ASÍ ENANO DE MIERDA!

- Nos volveremos a ver, Rubén. - y desapareció por la blanca puerta junto a los guardias.

- Te mantendremos vigilado, Doblas. - y se oyó el fuerte estruendo de la puerta.

Mi corazón latía a mil por hora, no pude controlarme. Quisiera pero Alex me provoca a ser agresivo.

Vale me miraba preocupada por mi reacción ante Alex.

- Rubén...¿Estás bien?

La miré comprensivamente- No lo estoy.

- Sabes, antes de venir aquí tenía una novia, pero no ha venido a visitarme - la miré de reojo- tal vez ya no le importo o tal vez no quiere que siga siendo su novia...

-...O tal vez no sepa dónde estás.

- Su nombre es Loren, la amo mucho. - se formó una sonrisa en su rostro.

- Yo tengo un novio, se llama Mangel.- sonreí.

- Él debe ser muy afortunado de tenerte, y por la cara que pones cuando hablas de él te debe amar mucho a pesar de ser lo que eres. ¿Él sabe que estás aquí?

- Sí, de hecho me acompañó hasta aquí pero tuve un ataque con los policias y sin querer lo dañé. Me han quitado todo lo que tengo.

- No estés tan mal.

- Mangel de seguro se lo dirá a mi hermana, no quiero saber como se siente no saber que tiene a su hermano a su lado sin saberlo.

- ¡¿Hermana?!¡¿No sabe que eres su hermano?!- negué con la cabeza gacha. - Joder, Rubén.

- No quiero que sepa que su hermano es el asesino número 1 de Madrid.- de mis ojos caían lágrimas, de dolor, de desesperación.- Ahora necesito dormir un poco, déjame sólo.

Vale se alejó lentamente de mi, me recosté en el blando suelo y me dormí.

***

Desperté unas cuantas horas después, no tenía noción del tiempo en este lugar, Vale estaba dormida plácidamente; se abrió la puerta y se dejó ver a Mangel y a Liv. Esta corrió a abrazarme, aunque yo no podía hacer lo mismo sólo apoyé mi cabeza en la suya.

- Liv...no llores, no es necesario.

- Rubén... - miré a Mangel, este me abrazó.- No sabes cuánto me haces falta.

- Escaparé de aquí, te lo prometo, cueste lo que cueste.- lo miré esperanzando de que me dijera algo pero sólo me siguió abrazando.

- Estaré contigo pase lo que pase.

Vale despertó un poco adormilada, primero miró a Mangel y después me miró a mi y a la pequeña Liv que me estaba abrazando

- Despertaste, bella durmiente.

- ¿Qué mierda pasa aquí? Rubén ¿me puedes explicar?

- Que mi príncipe azul me vino a ver.

- Sólo vine a ver a mi bello durmiente.- sonreí ante eso.

- ¿Quién es ella?

- Se llama Valentina pero le gusta que le digan Vale.

- Mucho gusto Vale, yo soy Mangel.- Mangel le tendió la mano a Vale, esta la agarró confianzuda.

- Se acabaron las visitas. - se escuchó decir a uno de los guardias que vigilaba la puerta.

- Sólo un poco más, por favor - le suplicó Mangel.

Esperé a que dijeran que si, pero fue lo contrario a eso. La pequeña Liv seguía abrazándome, pegada a mi cuerpo como si no me quisiese soltar jamás.

- He dicho que no, aquí las visitas son muy estrictas. Ahora salgan.

Liv tenía lágrimas en sus ojos, me gustaría secárselas pero tengo este estúpido chaleco de fuerza.

- Liv, vamos.

- ¡No! ¡Quiero quedarme con Rubén, no me quiero ir!

- Yo voy a estar bien, tranquila.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo. Ahora ve.

Desaparecieron por la puerta.
No había nada que hacer en este lugar, era todo blanco, literalmente estaba harto de este lugar y ni siquiera llevaba 1 día.
Me acerqué a la puerta, en este lugar no tenían atención con sus pacientes, solo los retenían por ser más diferentes de lo normal.

- Oigan, quiero ir al baño y no puedo hacer si estoy con esta cosa.- tendría que idear un plan de escape. No soportaría mucho tiempo más aquí, me volvería más loco de lo que ya estoy.

Los guardias abrieron la puerta, me sacaron el chaleco y me empujaron hasta el baño.
Ojalá tuviese mi cuchillo, así mataría a todos los guardias de este lugar de mierda.
Entré al baño.

- Más te vale que te apures. - examiné el baño con tranquilidad y vi una rejilla por donde estaba el aire acondicionado.

- ¡DOBLAS! ¡NO TENEMOS TODO EL DÍA!

Mañana idearía el plan, hay cámaras, y Vale sin tener el chaleco puesto podría ayudarme a quitármelo y abrir la puerta del baño y la rejilla. Así escaparíamos juntos.
Hice a lo que vine y salí del baño.
Me volvieron a poner el chaleco de fuerza y me tiraron al piso con brusquedad. Se fueron de la sala blanca que me contenía

Decidí dormir, mañana sería un gran día.

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Mae mia buili