Lunes.
Jenny estaría fuera de la ciudad porque debía visitar a su madre, así que me ofrecí de reemplazo y mi padre no le vio ningún inconveniente. Trabajar como secretaria para él, estaba siendo bastante sencillo, anotar los pacientes que ingresaban, avisarle la llegada de ellos, fingir que anotaba cosas en la computadora.
Todo marchaba a la perfección.
Eran las 5:30 p.m., la puerta de vidrio se abrió y Jack entro con un suéter verde, sus jeans y tenis.
-Hola –lo salude animada.
-Hola –dijo con frialdad y fue a sentarse en la sala de espera.
Algo extrañada por su actitud del día, luego del viernes que habíamos pasado en la cafetería, avise a mi padre que Jack había llegado, quien no tardo en llamarlo para que empezaran su sesión.
No quería darle muchas vueltas al asunto, mi padre ya me había dicho que era un chico difícil y nosotros solo habíamos hablado una vez, no éramos amigos reales y tal vez por eso no me había saludado de la misma manera que yo.
No lo conocía del todo y a lo mejor el siempre saludaba así.
Me distraje con uno de los libros que mi profesora de literatura había pedido que leyéramos en las vacaciones. No era el tipo de chica que siempre hacia sus tareas o que le gustara mucho leer, pero quería hacer un esfuerzo para que me agradara más, así que empecé a leerlo.
Solo tres segundos, un libro bastante cortó que me había envuelto desde la primera página.
El ruido de la puerta rechinante me saco de la historia. Mi padre salió acompañado de Jack, a quien esperaba se despidiera pero se fue como la primera vez que lo vi, solo produciendo el sonido de sus zapatos contra el suelo.
Ahora si había quedado más sorprendida y confundida que cuando llego. ¿A caso había hecho algo malo?
-Parece que el café no fue suficiente, Agnes –dijo mi padre, apoyando sus codos sobre el escritorio frente a mi
-Tal vez no soy de su agrado –agache la cabeza, pues me sentía algo mal
-Paciencia querida, paciencia –dijo sonoro, dando dos golpes al escritorio con sus palmas, como si se tratase de un tambor–. Ve a casa, yo me tardare un poco más de la cuenta hoy
Asentí con la cabeza y empecé a organizar todo mientras mi padre se fue a su oficina, cerrando la puerta tras de él. Termine en menos de veinte minutos, recargue mi mochila negra sobre mi hombro izquierdo y tome las llaves del auto con la mano derecha. Salí del consultorio hacia el ascensor, el cual tome sola, y baje hasta el sótano.
Me subí en mi automóvil blanco, deje la mochila en el asiento de al lado, me coloque el cinturón y arranque. Deje encendida la radio pero mi cabeza no procesaba la música que sonaba, yo solo pensaba en el porqué de su actitud tan extraña. Realmente quería entender porque si habíamos actuado como dos personas normales en la cafetería, ahora me había tratado como a una completa extraña en el consultorio.
De acuerdo, hay cosas que no sabemos el uno del otro pero creo que eso no justifica el hecho de que no se despidió, al menos saludo, cortante y frio pero lo hizo, ahora quiero saber que le costaba decir "adiós".
Tampoco comprendía porque me importaba tanto. Es solo un chico más... Pero es que... Maldición... Jack era tan extraño, tan diferente a todos los que había conocido antes, su vibra generaba curiosidad en mí, demasiada curiosidad.
Debía hablar con él.
Cambie mi rumbo hacia su hogar, mientras en el camino planeaba las primeras palabras. Una hora pareció no ser suficiente, me estacione frente a su casa sin saber que decir pero aun así baje y me acerque a la puerta, imaginando que con verlo sería suficiente para que las palabras salieran por si solas.
Toque el timbre pero luego de unos diez minutos, nadie abrió. Creí que no habría nadie en casa pero vi que una de las habitaciones tenía la luz encendida. La ventana de esta estaba abierta y había un gran árbol al lado de ella.
Yo, como la gran escaladora, subí por las ramas para ver si estaba ahí y vaya sorpresa la que me lleve. Jack estaba sentado en el borde de la cama, con una morena sentada sobre sus piernas, devorándose los labios.
¿Había sido esta la razón de su actitud?, a lo mejor creyó que yo lo buscaba para cortejarlo y él ya tenía una pareja.
Debido a que apoye mi mano en una de las ramas, esta golpeo la ventana haciendo que Jack abriera los ojos y girara la vista hacia mí. Con los ojos abiertos como platos, empujo a la chica sobre él mientras yo sentía como mi cuerpo no soportaba más y caí al suelo.
Buena idea, Agnes, espiar al extraño por la ventana y caer del árbol, que estupenda idea.
···
Este es uno de los capítulos mas cortos de toda la historia pero espero que valga la pena, aun así el martes sin falta, se viene el cuarto capitulo para que vean que pasara con la caída del árbol de Agnes.
¿Que vergüenza verdad? Se pudo haber abierto la cabezota esta pendeja pero bueno...
Voten, comenten, agréguenla a su lista de lectura, ámenla y demás (cosas buenas eh).
(( Patrick, alias el psicólogo, alias papá, en la galería ))
Picos puessss and ¡Enjoy!
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CHICO MISTERIO || #DTS2016
Teen Fiction"Quien diría que el chico misterio se convertiría en la primera persona en conocer mi historia."