—¡Estoy muy emocionado! — casi gritó Michael, hoy ya van a empezar a ir al instituto y él como el nerd que es, está emocionado.
—Ya cállate ñoño, tengo sueño. —ese fue James. Mientras Michael está ya vestido y parado en la puerta esperando por el resto, James, nisiquiera se ha levantado.
—Cállense ya ambos, tú— señalé a James — O te vistes ya o me encargo de hacer viral en la escuela tu foto de niño, donde estás disfrazado de princesa arruinando tu vida social antes de que siquiera empieces— este saltó de la cama y corrió hacia el baño. — y tú, relájate, a veces te pasas de ñoño. — le hablé a Michael. A lo lejos oí a Chris reír y decir un "si mamá"
Ya que todos estamos listos, estamos esperando a que Josh baje, porque mamá le dejó el auto para que nos llevará y fuera a la universidad.
—Bien niños suban al auto. — habló Josh haciendo burla.
—Idiota, cállate y vamos que llegaremos tarde — le dije.
—Si Eidi — contestó. Siempre tuve cierto control sobre el por ser la menor, por ende la consentida.
Todos subimos al auto y pasamos por Caro en el camino. Yo me aseguré de que quedará junto a Michael. Fue divertido ver cómo el se sonrojaba cada vez que mi amiga le hablaba de lo lindo que son sus ojos.
Cuando entramos al instituto varias miradas se posaron sobre nosotros, algunas chicas miraban a mis primos casi babeando y los chicos les lanzaban navajas con la mirada.
Los acompañamos a buscar sus horarios y luego les enseñé su Salón correspondiente. Al final sólo quedamos Caro y yo que compartíamos historia.
A Cárter no me lo he cruzado desde ayer en su casa. Esta mañana lo ví saliendo unos minutos antes que nosotros.
Salimos del salón hacia la cafetería y estabamos por sentarnos en nuestra solitaria y tranquila mesa, pero nos encontramos con un mini gallinero; los chicos estaban sentados todos ahí (incluso Cárter) arrojándose comida y hablando de idioteces.
—A ver imbéciles, que hacen aquí, está es nuestra mesa — grité llamando la atención de todos.
—Lo sabemos querida zanahoria, por eso estamos aquí, los amigos se sientan juntos, ¿sabes? —me respondió Cárter.
Solté un gruñido de fastidio — Está bien, quédense, pero no hagan tanto escándalo.
Pareció que hablé con la pared, porque luego de terminar de hablar ellos empezaron sus parloteos de nuevo.
Yo me limité a comer dirigiéndoles malas miradas de vez en cuando, hasta que mi vecino, ahora amigo, recostó su cabeza en mi hombro.
—Oye, ¿que te pasa? Mi hombro no es tu almohada.
—Pero es muy cómoda — dijo acomodándose más.
Un carraspeó nos hizo girar a todos en dirección al sonido. La causante eran nada más y nada menos, que Sasha Clayton ( si, la plástica que mencioné hace un tiempo)
—¿Que mierda quieres? — Digamos que mi relación con ella no es la mejor.
—Contigo, te aseguro que nada estúpida — contestó con desagrado —Vine a presentarme con los lindos chicos nuevos — dijo con voz de pito.
—Hola, si no te molesta estamos comiendo — dijo Michael mirándola de forma desconfiada.
—¡Oh Claro! — exclamó. Cualquiera hubiera notado el desprecio, pero ella no, me dió un empujón con la cadera y se sentó entre Cárter y yo.
— No les molesta que coma aquí ¿cierto?
—De hecho, tu simple presencia nos molesta Sasha querida — dijo Caroline con voz hipócrita.
—Nadie te habló a tí, tonta.
—Ya fue suficiente, nadie trata así a mi prima y a mi amiga, se te agradece que tomes tu bandeja y te vayas de nuestra mesa, gracias. —nos defendió Chris, bastante molesto.
—¿Pero que? ¿Prefieren a estas ineptas antes que a mí?
—¿Quieres la verdad?—preguntó James. Sasha asintió.
—Bien, primero, ellas no se visten como si alguien les hubiese cortado la mitad de la ropa. —dijo Mike
—Segundo, ellas no son necesitadas de atención, que tienen que andar ofreciéndose para conseguirla. — siguió James
—Y tercero, son buenas personas, muy agradables y además hermosas tanto por dentro como por fuera — continuó Cárter.
—Por esas razones y muchas otras, las preferimos a ellas, antes que a ti. — finalizó Chris.
Sasha los miraba con la boca abierta demostrando indignación.
—Esto no se queda así, se los aseguro —se levantó de allí furiosa, Caroline y Yo nos empezamos a reír como maniáticas.
—La tipa estaba buena, pero nadie se mete con nuestras chicas — nos dijo James.
...Las clases siguieron normales y aburridas. Ya había llegado la hora de irnos y yo moría de hambre.
Iba saliendo a encontrarme con los demás para esperar a Josh, cuando alguien me jaló del cabello, con tanta fuerza que casi caigo, me voltee furiosa para encontrarme con la horrible y falsa cara de Alice, la perrita faldera de Sasha y detrás de esta,
La recién mencionada.—¡¿Qué te pasa oxigenada?! — grité, está torció la boca ofendida.
—Yo la mandé, te dije que no se quedaría así — soltó Sasha caminando hacia mí. —aprovechemos que tu séquito de ilusos no está por aquí —hizo un chasquido con sus dedos y la bruja de su amiga me tomó desprevenida por la espalda, ella aprovecho para darme una cachetada. Justo cuando estaba por golpearme de nuevo oí la voz de Caroline detrás nuestro.
—Oh no amiga, te metiste con la pelirroja equivocada —de pronto se lanzó sobre Alice y ésta me soltó; yo aproveché para lanzarme encima de Sasha, le devolví la cachetada y jale de su cabello con ganas de arrancarle las extensiones, hasta que alguien me quitó de encima de esa Zorra de quinta, y me levantó
—Tranquila Eidi — me calmó la voz de Josh. Respiré profundo tratando de calmarme. Cuando lo conseguí miré hacia atrás y ví a Cárter sosteniendo a Caro. la dupla de oxigenadas ya estaban de pie, Mike, Chris y James estaban alrededor de mi preguntando qué había pasado. Les conté rápidamente lo ocurrido y éstos se voltearon en dirección a las brujas, cuando estaban a punto de decirles algo una voz autoritaria nos hizo voltear a todos.
—¡Todos a la dirección! — habló el director con evidente enojo.
Genial, ahora estaré castigada y además con hambre
ESTÁS LEYENDO
Mi Idiota Vecino
Teen FictionEstaba dispuesta a irme cuando alguien me tomó de la cintura y me dió la vuelta, (no es algo muy difícil de hacer debido a mi falta de masa corporal) quedando frente a frente con mi pesadilla desde hoy en la mañana. - Te dije, que me las pagarías ch...