Mi fin de semana se basó en llamadas de Caro, peleas con mis primos, regaños de mamá, visitas de Cárter y helado de fresa, mucho helado de fresa, también alguna que otra película.
Ya era lunes, estabamos todos en el auto camino al instituto, hoy tengo que limpiar el comedor y mañana empieza la semana comunitaria con Cárter.
Todo el día fue común, nada fuera de lo normal, sólo malas miradas de Sasha, y uno que otro empujón en los pasillos.
Algo no está bien, el día ha estado demasiado tranquilo,
Cuando eso pasa, quiere decir que algo está por ocurrir y dudo mucho que sea algo bueno.Estas paranoica, como siempre.
Tal vez tengas razón.
Espera... ¿Me acabas de dar la razón? Esto merece ser recordado.
No te acostumbres.
Si, eso es, estoy paranoica. Luego de recoger mis cosas, salí en busca de Caroline, pero antes de siquiera empezar a buscar, me llamó
—Hey, Caro, ¿dónde estás?tenemos que ir a limpiar la cafetería.
—Sobre eso... Hoy no puedo, mamá habló con el director para que me asignará otro castigo, tengo consulta con el doctor.—me informó con tono culpable.
—¡No juegues! ¿Me quedaré sola con señorita "coeficiente mosca" y su secuaz?
—Disculpa amiga, pero sabes que no puedo faltar. —es cierto, ella tiene problemas con anemia, nada serio, pero podría serlo si no se cuida.
—Tranquila, no es tu culpa, te quiero, que te vaya bien. Deséame suerte.
—También te quiero. Que tengas suerte, adiós.
Colgó la llamada.
Genial, simplemente genial. (Nótese la ironía) ahora nisiquiera voy a tener la compañía de Caroline.
Les dejé un mensaje a los chicos diciéndoles que me iría tarde por el castigo y emprendí camino al comedor. La escuela ya estaba vacía y he de admitir que es tenebroso, a pesar de ser de día. Si antes tenía un mal presentimiento ahora mis alarmas están completamente encendidas.
Olvida lo que dije antes, toma tus cosas y salgamos de aquí cuanto antes.
No, no me quiero arriesgar a otro castigo.
Seguí caminando insegura hacia el comedor, cuando abrí las puertas todo estaba oscuro, los ventanales estaban cerrados al igual que las cortinas.
Caminé a tientas, en busca del interruptor de luz, pero me ví interrumpida cuando alguien me tomó las manos y las llevó hacia detrás de mí espalda, intenté gritar, pero la otra mano del desconocido se situó en mi boca impidiendo que saliera algún sonido.
—Shh... Tranquila. —susurró a mi oído una voz masculina. Traté de reconocerla pero se me hizo imposible. Mi corazón corría a mil. Debí haber confiado en mí instinto.
De pronto unos tacones se escucharon resonar por el lugar y la luz entró, giré en dirección al sonido y me encontré con Alice, la miré suplicando ayuda con la mirada, pero esta solo giró el rostro hacia otro lado; de pronto la chillona voz de Sasha se oyó.
—¿Creiste que se quedaría así? Te equivocas, conmigo nadie se mete.
La persona que me sostenía, a la cual aún desconocía, me obligó a sentarme en una silla, retiró su mano de mi boca y se colocó detrás de mí para sostenerme por los hombros.
—Te estas pasando de la raya oxigenada. —le advertí con furia
Giró los ojos con fastidio —Como verás, a mi nadie me humilla, y tus queridos primitos lo hicieron, y ¡todo por ti! —chilló
—De verdad que estás más loca de lo que siquiera me imaginé. No entiendo, ¿por qué me tienes aquí? Yo no fui la que te dijo la verdad —cuestione
—Eso es simple, tú y esa tonta amiga tuya les importan, demasiado para mi gusto, por lo tanto ¿qué mejor manera de vengarme, que atacandote a tí? Tu amiguita se salvó por no haber venido —me contestó
La miré con desprecio, giré tratando de ver quien me sostenía y lo logré, era el Imbécil de Connor, el capitán del equipo de fútbol, siempre anduvo detrás de Sasha, por eso debe de estar haciendo ésto.
—Tú, Imbécil suéltame —me moví con intenciones de soltarme, pero este me sostuvo más fuerte. Cuando miré al frente, me encontré a Sasha con unas tijeras en mano. Abrí los ojos a más no poder, e intenté safarme de nuevo.
—¿Que tal un corte de cabello? — preguntó cómo psicópata, bueno, como lo que es.
—Eres una jodida psicópata — grité lo que pensaba
Ella ya estaba junto a mí, tomó un mechón de mi cabello y justo cuando estuvo a punto de cortarlo, un estruendo proveniente de la puerta la hizo saltar en su lugar, causando un pequeño corte en mi mejilla con la punta de la tijera. Un chillido se escapó de mí boca debido al ardor. Luego de segundos, dejé de sentir la presión de Connor en mis hombros y me levanté de la silla para mirar a mi alrededor,
Estaban Cárter y Chris, el primero golpeaba al idiota que me sostenía, mi primo sostenía a Sasha por los hombros y le decía quien sabe que cosa, Alice se esfumó hace un rato, no se donde se habrá metido.Jale de la camisa de Cárter para que parara, y en cuanto me vio se levantó del suelo y me abrazó.
—¿Estás bien? —se le notaba preocupado
—Si, sólo fue un corte pequeño...—Chris me volteó dejándome frente a el.
—¡Eider! ¿Estás bien? ¿Te hizo algo esa loca? —me tomó de los hombros y me examino. —cuando oí tu grito aquí, casi tiró la puerta. —Comentó abrazándome.
—Ya pasó. Ahora explíquenme, ¿qué hacían aquí? —me giré mirándolos a ambos.
—Queriamos salir a pasear y como ya era tarde, suponiamos que ya habías limpiado, por eso pasamos por tí. En cuanto vimos el colegio vacío vinimos aquí y lo demás ya lo sabes. Vamos los demás están en el auto. —me contó Cárter. Me tomó la mano y caminamos hacia la salida.
En el auto los chicos le contaron a todos, en cuanto lo supieron me invadieron con preguntas. Luego de ir a la dirección y haber informado lo que me hicieron eso tres. Josh condujo a casa.
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Mi Idiota Vecino
Teen FictionEstaba dispuesta a irme cuando alguien me tomó de la cintura y me dió la vuelta, (no es algo muy difícil de hacer debido a mi falta de masa corporal) quedando frente a frente con mi pesadilla desde hoy en la mañana. - Te dije, que me las pagarías ch...