Capitulo 12: Fiesta parte II

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Mientras más nos adentrabamos, más me arrepentía de haber venido, odio las fiestas, el calor es asfixiante debido a la gran cantidad de gente, la música es tan alta que hace retumbar mis oídos, ¿Ya dije que odio las fiesta? ¿si? Bueno lo repito, odio las fiestas.

Caroline tiraba de mi muñeca para lograr adentrarnos en la aglomeración de personas sudorosas, hasta llegar a una barra, donde les aseguro no se encargaban de servir juguito de frutas.

Caro pidió alguna bebida desconocida para mí, mientras yo pedí agua.

—¿De verdad agua? ¿en una fiesta? —preguntó mi amiga en tono de disgusto.

—Si querida, no quiero despertar inconsciente en algún lugar desconocido y descubrir que me falta la mitad de mis pertenencias. Gracias —contesté con un destello de burla en mi voz. Hace un tiempo, ella pasó por eso por estar de alcohólica.
Me fulminó con la mirada, pero decidió no decir nada más. Por suerte.

Cuando recibí mi agua, agradecí al barman, y me dispuse a buscar una cara conocida entre la multitud, debido a que mi espectacular amiga me abandonó en cuanto me distraje.

No dí con nadie, de mis amigos así que decidí pararme e ir en su búsqueda. A lo lejos logré divisar la cabellera castaña de Cárter y me abrí pasó entre la gente para lograr llegar a él, pero algún idiota regó bebida en el suelo, y como ya sabrán, la mala suerte y yo vamos de la mano, lo siguiente fue que me tropecé y regué el agua que tenía en la mano justo sobre Cárter, empapandolo completo, pero adivinen que... El chico no era Cárter, era alguien desconocido para mí, quien me miraba más molesto que mamá cuando se me sale alguna palabrota. Yo quedé congelada por un instante debido al intimidante semblante del sujeto frente a mí, pero luego volví a mi postura habitual.

—Disculpa, me resbalé y... —mi disculpa se vio interrumpida debido a la mano del sujeto cuyo nombre aún desconocía situada frente mí rostro, en señal de que me callara.

—Me importan poco tus estúpidas disculpas, ahora, no sé de dónde vas a sacarme una camisa limpia además de llevar ésta a la tintorería, porque te aseguro que cuesta más que todo tu ridículo atuendo —dijo en tono de desagrado mirandome como si fuera la peor escoria que sus ojos hubieran visto. Mi rostro estaba rojo, pero no de vergüenza, sino de rabia, mucha rabia ¿Quien se creía este Imbécil? Ahora sabrá con quien se ha metido.

—Si terminaste de soltar toda esa basura verbal, es mi turno. Si no te importan mis disculpas a mi poco me importan tus exigencias. Te aseguro que dijiste lo de la camisa costosa sólo para quedar bien parado con las zorras con las que quieres ligar, pues a juzgar por tu apariencia y la marca que no logro reconocer de tu atuendo, es un regalo de tu mamá sacado de algún basurero de ofertas, así que no vengas aquí a lucirte como si fueras mejor que yo, porque te aseguro que es todo lo contrario. —Finalicé mi monólogo mirándolo como hace segundos el lo hacía conmigo. Su cara se tornó de colores, mirandome con una mezcla de odio y vergüenza. Se dió media vuelta y se marchó.

Wou, creo que acerté con lo del basurero de ofertas.

Me voltee con una sonrisa orgullosa en el rostro, encontrándome con mis amigos que me miraban estupefactos.

—¡Eres mi heroína! —exclamó James con entusiasmo —ese era Sean, el Imbécil que se cree mucho por ser capitán del equipo, con aires de millonario, cuando en realidad no tiene más que tú o yo. —me informó mirandome con orgullo. Yo no soy una persona que se fije en la marca de la ropa que uses o cuanto dinero llevas en la cartera, todo lo contrario, soy sencilla, pero este Imbécil se merecía lo que le dije.

—Cada día me sorprendes más chica zanahoria. —me halago Cárter.

Todos estaban ahí, incluso Josh, que no iba al instituto.

Luego de el incidente me dediqué a pasar un buen rato con los chicos conversando y riendo. Ya Chris, James, Caroline y Josh estaban pasándose de copas, pero Cárter ¡ya estaba hasta las chanclas! Los únicos deentes Aquí, éramos Mike (que conduciría) y yo. Todos charlabamos tranquilos hasta que llegó una chica castaña, posicionándose frente a nosotros.

—¿Quieren jugar verdad o reto?—preguntó entusiasmada, mirando sobre todo a los chicos. ¡Puf! ¿Zorra?¿Quién dijo?

—Por mí, bien —dijo Chris sin mucho interés, se levantó y tras de el lo hicieron todos los demás, incluyendome. Total, ¿Qué podría pasar?

...

—¡¡Bebe, bebe, bebe!! —gritaban todos a coro. Estamos todos en el jardín, sentados en el suelo formando un círculo donde jugábamos verdad o reto. Me tocó reto, un chico me retó a beberme una botella de vodka completa, no podía quedar como gallina frente a todos, así que aquí estoy terminando la botella.

Dejé la botella en el suelo y miré al chico que me retó, Marcus, creó. Todo estaba medio borroso y ví doble a la persona frente a mí, pero por alguna razón estoy muy feliz.

Esa razón, se llama borrachera.

Déjame en paz por una noche ¿quieres?

Luego no te quejes.

—¿Estas bien Eidi? —preguntó Mike a mi lado con, supongo, preocupación.

—Nunca estuve mejor —contesté riendo sin motivo aparente.

—Creo que ya es suficiente por hoy -exclamó mi primo mientras se levantaba y tomaba mi brazo para hacer lo mismo conmigo.—Todos arriba, vámonos ya —los demás estaban igual o peor que Yo, así que sólo rieron como si les hubieran contado el mejor chiste de la historia. Debido a que yo no estaba mejor que ellos me uní a las risas.

—¡Caminen! —su tono era de verdadera molestia, por lo que todos obedecimos de mala gana y caminamos tambaleantes detrás de él.

—Eidi... ¿Como es...tas? —Cárter me abrazó por los hombros mientras nos tambaleabamos juntos.

—Yo muy... *Hip* bien *hip*¿y tu? —contesté mientras hipeaba.

—Muy borracho —empezó a reír como maníaco y yo me uní a sus risas. Nos quedamos unos minutos parados riendonos de... ¿De qué nos reíamos? ¡Bah! da igual.

Cuando miré hacia el frente no divisé a nadie conocido. Nos habíamos apartado del resto. Estando en mi habitual sobriedad tal vez me preocuparía, pero como no es así, tomé a mi vecino de las manos y empezamos a bailar como lo que éramos... Dos borrachos.

Caminamos a la barra para pedir una ronda de tequila y así hasta que perdí la cuenta de cuantos vasos ingerimos.

Mañana me voy a arrepentir de esto, pero hoy, da igual.

...

Abrí los ojos quejándome por la molesta Luz que entraba por la ventana.

—Dios mío, que dolor de cabeza traigo... —murmuré sobando mi pobre cabeza.

Cuando me recosté de nuevo, abrí de golpe los ojos y pasé mis ojos por toda la habitación descubriendo que estoy en algún lugar desconocido, en una cama que desconocía y con alguien al lado, al que también desconocía.
También debo mencionar que no traigo nada más encima que mi ropa interior y una camisa masculina.

Definitivamente, estoy en graves problemas.

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Holaaa! ¿¿Como están?? ¿Que tal les pareció el cap? ¿Cual fue su parte favorita? Si quieren, Díganme en los comentarios.

Pobre Eider, siempre se mete en algún lío.

Bueno, como se habrán dado cuenta Casi nunca hago notas, pero quise hacer ésta para agradecer a esas personitas chulas, que leen, votan y comentan mi novela, tal vez no sean muchas pero me hacen muy felíz. De verdad no saben lo lindo que es escribir tonterías y saber que a alguien Le gusta, así que ¡Muchas gracias! Esta historia está hecha para ustedes y me alegra que la disfruten.

Otra cosa que quería agradecer, es que ya llegamos a los 700 leídos, tal vez no sea mucho, pero para mi si lo es, y agradezco su apoyo.

Sin más que decir, que tengan unas feliz, tarde,mañana, madrugada o noche.

Con Musho cariño, Edi 😊

Mi Idiota Vecino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora