Capítulo 13: ¿Se conocen?

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¿Ahora que hago?... Me aterra siquiera levantar la sábana que cubre a la persona a mi lado... ¡Díos! Cálmate... Respira. Inhala, exhala... A ver, primero tengo que vestirme.

Me bajé de la cama con cuidado y busqué mi ropa con la mirada , la encontré puesta en una silla. Me vestí lo más rápido que pude y me senté de nuevo en el colchón. Miré el bulto envuelto en sábanas, respiré profundo y contuve la respiración mientras alzaba las cobijas para poder descubrir el rostro de mi acompañante; las Levanté despacio... Mi boca casi cae al suelo al descubrir a la persona a mi lado.

¿Dylan?

Mierda. ¿Qué pasó anoche?

Desde que nos mudamos aquí a Portland, no había visto a Dylan, pues el vive del otro lado del país; El fue mi amor platónico hasta los catorce, es mejor amigo de Chris y siempre pasaba tiempo con nosotros haciendo tonterías.

Él dormía plácidamente, mientras yo no podía dejar de hacerme preguntas a las cuales no les tenía ninguna respuesta. Caminaba nerviosa por la habitación, de un lado a otro, no recordaba absolutamente nada de lo que pasó la noche anterior, mi último recuerdo es de una chica ofreciéndonos jugar verdad o reto. De ahí en adelante todo está en blanco. La única forma de saciar mi intriga era despertarlo.

Me acerqué de nuevo al burrito de cobijas y lo destape bruscamente, causando que este saltara asustado fuera de la cama.

Se puso en una torpe posición de karateka, Que me causó risa, pero me mantuve seria.

—¿Qué sucede? ¿a quién mato? —preguntó desconcertado mirando hacia todos lados. Esta vez no aguante las carcajadas. Cuando se percató de mis risas, se paró normal y me fulminó con la mirada, lo que causó que riera con más ganas.
Cuando mis risas cesaron, me paré recta y lo miré a la cara.

—Explícame de una vez como terminé contigo, en un lugar que no conozco y además, ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en Pittsburgh? —Hablé más calmada, las risas le sentaron bien a mis nervios.

Él me miró extrañado.

—¿No te acuerdas? —negué con la cabeza y el chasqueó la lengua divertido. —había olvidado tu poca tolerancia al alcohol —se burló.

Giré los ojos.

—Ahórrate las burlas y procede a contarme que pasó —hable con molestia.

—Bien...tranquila Carrot. —hizo un ademán con las manos para que me calmara. Carrot. Cuanto tiempo sin oír ese apodo.

—Basta de tonterías, ¡¿podrías decirme que demonios pasó anoche?! —Ya estoy comenzando a exasperarme. —Y empieza diciendo cómo llegaste aquí.

—Okey... Okey... Ahí voy, Mandona. Llegué ayer temprano, estoy cuidando la casa de un amigo de papá que está de vacaciones. (Que por cierto es en donde nos encontramos.) Anoche...

—¡Espera! —le interrumpí -¿Llegaste ayer y no fuiste capaz de siquiera enviar un mensaje para avisarnos? Si los chicos se enteran te matarán —Afirme, cruzandome de brazos.

—Bueno... iba a ir a verlos hoy pero resulta que te encontré en esa fiesta. —se excusó

—Da igual... Ahora cuenta, ¿qué pasó anoche? —como notaran, no destaco por ser paciente.

—Sólo te puedo contar una parte de la historia. —lo miré extrañada.—verás... Ayer, estaba a punto de irme de aquella fiesta, cundo una chica loca, con cabello rojo —me miró de forma acusatoria —llegó corriendo hacia mi, arrojandonos a ambos al suelo. Nos levantamos y cuando te diste cuenta que era yo, me saltaste encima de nuevo, empezaste a hablar como lunática diciendo que habías besado a un tal ¿Carlo? ¿Cartón? No recuerdo el nombre. —Oh-Oh Cárter —Es difícil enterderle a alguien borracho. Me pediste que te sacara de ahí, luego, te traje aquí, ya que te pregunté donde quedaba tu casa y me contestaste que en El país de las Maravillas —Giró los ojos, mientras yo estaba de todos las tonalidades de rojo posibles —y te presté ropa para dormir. Es todo lo que ocurrió hasta que me despertaste hace unos minutos...Esa es toda la historia que te puedo contar. El resto pregúntale al tal Carlo.

Me quedé en silencio procesando la información.

Lo besé. Besé a Cárter. Que vergüenza. Tengo que hablar con él. Me paré de un saltó y pedí a Dylan que me llevara a casa.

...

Estoy parada frente a casa de mi vecino, esperando que salga, mientras los chicos están poniéndose al día.

Para mi buena suerte mamá cumplió dos turnos ayer y no se enteró que no dormí aquí. Me salvé de una grande.

Cuando llegué, Michael me hizo un interrogatorio completo. Me dijo que ayer me buscó por toda la fiesta sin dar con mi paradero ni con el de Cárter y teniendo que lidiar con cuatro borrachos más, se tuvo que ir a llevarlos. Dijo que anduvo casi toda la noche rondando las calles en mi búsqueda. Ahora me siento culpable. Luego tengo que compensarlo.

—Hola... —habló con voz tímida.

—Hola... —mi voz no salió con mi típica seguridad, sino como un susurro.

—Supongo que quieres saber que pasó ayer —dijo, llendo directo al punto. Cosa que agradezco. Los chicos me ahorraron la molestia de decirle que no recordaba debido a los estragos que hizo el alcohol en mi cabeza.

—Supones bien... —dejé la frase en el aire para que diera inicio a su relato.

—Bien... —tomó asiento en el suelo, yo imite su acción —Ayer mientras bailabamos, me confesaste que querías besarme —Dios mío, Juro que no probaré más nunca una gota de licor— y me besaste... —hizo una pequeña pausa como si estuviera recordando.—luego te separaste, me miraste apenada y saliste corriendo, traté de alcanzarte, pero no pude, te busqué por todos lados, hasta que te encontré; te ví hablando con un rubio muy emocionada y supuse que lo conocías, por eso desisti de la búsqueda. Eso fue todo lo que pasó. —Dijo con simpleza. pero algo en su cara y su tono de voz, me decían que había omitido algo. Eso no era todo. Sin embargo, preferí no decir nada. Lo más probable es que no me gustaría saberlo. Otro día lo descubrire.

Me levanto, sacudo mi ropa y le tiendo la mano para que también se ponga de píe.

—Propongo que olvidemos lo que pasó ayer, el beso sobre todo. Sigamos como si nada —propuse y extendí mi mano para cerrar el trato. Él la estrechó, en cuanto miré sus ojos creí ver un ligero destello de... Decepción, pero quité esas ideas de mi cabeza.

—Acepto —contestó esbozando una sonrisa débil.

—¿Quieres ir a mi casa? Te presentaré a un amigo. —cambie de tema rápidamente. Este asintió con la cabeza y emprendimos hacia mi casa.

Al abrir la puerta estaban todos, exepto Dylan, que había ido a la cocina por agua. Cuando volvió, su mirada se centro en Cárter, y la de este en él, se miraron por unos minutos hasta que Cárter habló.

—¿Qué haces tú aquí? —habló con desprecio. Esto es raro...

—¿Se conocen? —rompí la tensión que se había formado repentinamente.

Estoy segura que estos dos tienen historia, y a juzgar por sus miradas, una para nada linda.

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Holaa! ¿Qué tal el capítulo? ¿Se esperaban a un nuevo personaje? ¿De donde se conocerán estos dos?
Déjenme saber su opinión en los comentarios.
Para los que no saben Carrot es zanahoria en inglés.

Quiero dedicar este cap a la loca que alegra mis días y que siempre me pone de buen humor. Mi mejo amiga!

Hazz_and_L0u

Te quiero shama!

Que tengan lindo día. Si quieren que les dedique algún capítulo, sólo haganme saber y con gusto se los dedico.

Besos 💕 Edi.

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