capítulo 25:

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—No, no y no. No lo acepto, es mi última palabra —Josh estaba furioso conmigo pero sobretodo con Cárter, porque según él, había traicionado su confianza. —Te dejé entrar a mi casa, te dejé sentarte en mi sillón, jugar mis videojuegos, ¡¿y tu me lo pagas tragandote a mi primita cuando yo no los veo?! ¡Eso es inaceptable! —si alguien me superaba en drama, ese era Josh. Estaba sentado en un taburete de la cocina  con los brazos cruzados y negando con la cabeza de forma dramática.

—Ya estuvo bien de tanto melodrama Josh, deja de comportarte como actriz de novela mexicana por un momento y detente a mirar como se quieren estos dos. Conocemos a Cárter y sabemos que sería incapaz de hacerle daño a Eider, sólo era cuestión de tiempo para que esto sucediera. Sus miradas eran muy obvias, tu eras el único que se negaba a verlo —le espetó Chris con tono acusador.

El seguía en la misma posición negando con la cabeza como un niño haciendo berrinche. Cárter y yo estábamos sentados frente a él en el sofá de dos plazas y todos los demás a nuestro alrededor. Caroline ya empezaba a perder la paciencia y les aseguro que no era linda cuando lo hacía.
Minutos después en los que Josh seguía sin entrar en razón, ocurrió lo que predije, caro perdió su poca paciencia.

—A ver Joshua Martín Graham Parker, parece que esto no es cosa de traición ni nada de lo que estás parloteando, son tus estúpidos celos de hermano que no te dejan ver cómo se miran éstos dos, deja el machismo y de llenarte la boca diciendo idioteces; alégrate por ellos en vez de estar peleando y actuando como crío ¡dejalos vivir! Así que ahora vas a quitar esa estúpida cara de mocoso regañado y vas a felicitarlos por su noviazgo tal y como lo hiciste con Mike y conmigo. —la vena de su cuello palpitaba y miraba amenazante a Josh que parecía estupefacto por semejante sermón.

—Mi segundo nombre no es Martín —se quejó tontamente y luego formó una pequeña sonrisa al ver a caro relajar sus facciones —tienes razón, estoy siendo exagerado, disculpen mi reacción chicos, voy a aceptar esto pero más les vale no andarse comiéndo delante de mí sí no quieren tener problemas —nos dijo. Cárter pareció relajarse a mi lado.

—Gracias por aceptarlo Josh. De verdad que no tengo malas intenciones con Eider, me conocés bien, sería incapaz de hacerle algo malo a propósito. —habló mi ahora ya definido "novio"

—Josh, dejanos en paz —dije yo hastiada de tanto dramatismo; cuando él estaba a punto de reprochar, James bostezo

—Bueno ya estuvo bién con este drama, tengo sueño, adiós gente, feliz navidad —se despidió  mientras subía la escaleras.

—Si, ya estuvo bién por esta noche, me voy a casa, adiós amiga, te veo luego. —caroline me dió un beso en la mejilla antes de que Mike la fuera a dejar.

Chris me abrazó y luego a Cárter, susurrandole al oído un "ni se te ocurra hacerle algo o considera te comida de perros" audible para todos los presentes.

Josh prácticamente echó a Cárter de casa y terminamos parados en la entrada despidiendonos.

—Lamento todo el alboroto de hoy, mis primos pueden ser insufribles —me disculpé algo apenada.

—Tranquila, al menos saqué algo bueno de todo esto. —sonrió

—¿Y Qué es, si se puede saber?

—Que ya somos novios oficialmente y puedo besarte sin temor a que me descubran. —sonreí hasta que mis mejillas dolieron.

—Debería besarte pero tú primo me está mirando feo por la ventana —gire y efectivamente ahí estaba él.

—Al diablo —lo atraje hasta mí y lo besé justo como en la cocina antes de que nos interrumpieran.

—Muy bien tortolos, ya fue suficiente, a casa Eider, vamos — Josh me jaló hasta adentro y luego Cerró la puerta en la cara de Cárter. Yo me reí y luego de besarlo en la mejilla, subí a mi cuarto.

...

Navidad ya había pasado y año nuevo igual, estábamos en enero, en un nuevo año y yo no podía estar más feliz, mi madre tenía nuevo novio, un abogado que conoció por una amiga, y que la hacía feliz, mis primos cada vez aceptaban más a Cárter, y yo cada día lo quería más.

Todo estaba marchando bien, demasiado, y iba a disfrutarlo cuanto durara.

En un pestañear ya estábamos en clases de nuevo.

—Que aburrido estar de nuevo aquí encerradas en esta cárcel —suspiró dramáticamente mi amiga.

—Eres una exagerada —me burle.

Caminamos hasta nuestros casilleros y cuando había terminado de guardar mis libros me giré y me llevé de frente con mi novio. Aún no me acostumbro a esa palabra.

—Hola rojita —me besó.

—Bueno, gracias por correrme, te veo luego amiga. —Dijo Caro rondando los ojos a lo que ambos reímos.

Caminamos de la mano hasta el salón de clases que compartíamos con las miradas curiosas de los demás. La gente que no tiene nada más que hacer que fisgonear la vida de otros. Todos murmuraban acerca de nosotros, y lo hacían sin ningún tipo de disimulo, varias veces en el día estuve a punto de gritarles a imbéciles que hablaban nuestro pero Cárter me calmaba.

El día transcurrió, aburrido y pesado como los típicos primeros días de clase.

Luego de la escuela fuimos a la plaza a por un helado, nos acostamos en el césped y conversamos de cosas variadas.

—¿Qué vas a estudiar en la universidad? —se me ocurrió preguntar.

—La verdad soy bastante indeciso, pero me inclino más por Idiomas, me gustaría especializarme en el Francés y mudarme algún día a París... —me contestó con aire soñador, me encantaba oírlo hablar de algo que le gustaba, era muy apasionado. —¿y a tí? ¿Qué te gustaría estudiar?

—Yo sí lo tengo claro desde hace tiempo, quiero ser psicóloga, amo mucho esa carrera, el poder ayudar a personas con sus miedos y traumas me emociona —él me sonrió y tomó mi mano.

—Serás una gran psicóloga, una malhumorada psicóloga pelirroja. —bromeó, le dí un puñetazo juguetón en el hombro y ambos comenzamos a reír.

...

Las siguientes semanas pasaron volando, se basaron en escuela, salidas con mi novio y molestos mensajes de Dylan insistiendo en salir a pesar de que le informé estaba con Cárter. Ya me estoy hartando. Lleva meses insistiendo.

—Oye rojita, ¿quieres que vayamos a la playa este fin de semana? Podemos ir todos. —estábamos sentados en su sofá viendo películas mientras su mamá nos hacía una merienda.

—Me parece perfecto— hay que aprovechar que el calor está volviendo, ya me estaba hartando de tanto frío.

—Entonces dile a tus primos y pídele a tu mamá.

—Ellos dirán que sí, y mamá te ama así que... Fin de semana de playa seguro —festejé entusiasmada

Como predije, mamá aceptó y los chicos igual. El viernes en la tarde ya estábamos todos camino a la playa en el auto de Caro.

———

Holaaaaa, hoy como estoy inspirada voy a subir tres capítulos! Voten y disfrútenlo...

Mi Idiota Vecino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora