Capítulo 6: ¿Ya somos amigos?

5.2K 297 5
                                    

Está a punto de empezar la clase, entro al salón y tomo asiento en mi habitual puesto. Cinco minutos después, entra Cárter, mira mi cabello detenidamente y se sienta justo a mi lado.

—¿Que ves? ¿Esperabas verme con el cabello pintado? — Pregunté en un tono burlón con una sonrisa cínica. Me causó gracia verlo palidecer, mientras abría mucho los ojos, pero mantuve mi pose recia.

—¿Co-como lo su-supiste?—articuló con dificultad, mientras yo moría de risa por dentro.

—Porque yo lo sé todo. Pero tranquilo que ya me las voy a desquitar —sonreí como una genuina psicópata, sólo para asustar un poco más.

—Vamos Eider, era sólo una bromita — trató de excusarse, plasmando en su rostro una sonrisa nerviosa.

—Si, tienes razón.— fingí  comprensión viendo como sonreía con alivio. pobre ingenuo.—Tu me hiciste una pequeña bromita, pero mis bromas no van ser pequeñas, sino todo lo contrario— terminé arrasando con cualquier rastro de alivio de su rostro.

Paso #1: asustar✔. Listo.

Luego de nuestra charla no volvió a decir nada, unos minutos después, entró el profesor de literatura a dar inicio a la clase. Otorgó unas pequeñas actividades, que terminé rápido y entregué, sólo falta que el Imbécil se Levante para poder hacer mi primera broma del día.

Por fin. Terminó y caminó hacia el profesor para entregarle su actividad, en ese momento aproveché de esparcir pintura roja por su asiento. Cuando venía de regreso, por estar charlando con una chica no notó el charco en su puesto de trabajo y aplastó su trasero sobre éste. Tardó unos segundos en darse cuenta de que algo andaba mal. Giró su cabeza y me miro aterrado articulando con los labios un "¿Qué has hecho?" Sin emitir sonido. Yo contenía las carcajadas.

Se levantó y miró su trasero, estaba teñido de un color rojo similar a la sangre. Justo cuando yo estaba a punto de lanzar algún comentario, la chica con la que hablaba hace un momento (Claire, si no me falla la memoria) casi gritó "A Cárter le vino Andrés" causando que todos los presentes miraran en su dirección y notarán la visible mancha roja en su pantalón. Todo el salón explotó carcajadas, incluyendome, mientras mi idiota vecino tomaba su mochila y salía corriendo del salón no sin antes dedicarme una mirada de odio.

Paso #2. Bloody Cárter✔ .listo.

Luego de varios gritos del profesor las risas cesaron y el volvió a explicar su clase como si nada hubiera pasado. Como verán los profesores no son muy atentos que se diga. Sonó la campana del almuerzo y salí camino a la cafetería donde me esperaba Caroline.

—No puedo creerlo amiga, te pasaste, esa broma fue ¡excepcional!— comentó mi amiga riendo. No me esperaba esa reacción, pero me gusta.

—Fue genial ¿cierto? —pregunte entusiasmada — pero, ¿quien te lo dijo? — Yo no le dije nada.

—Todo el instituto lo vio correr con una enorme mancha en sus pantalones. — reímos un buen rato y luego comimos. Hasta que se me ocurrió preguntarle porqué su cambio de opinión hacia Cárter.

—Simple, eres mi mejor amiga y el muy mal nacido se atrevió a atentar contra ¡tú cabello! El cabello es algo sagrado— culminó en encogiéndose de hombros. Esa es mi amiga.

Ya era hora de ir a clases de nuevo y yo aún tenía una broma por hacerle en clase de gimnasia.

Cuando los chicos estén entrenando voy a vaciar colorante vegetal de color azul en el jabón líquido de mi víctima.

Seguí camino a mi próxima clase, Biología, luego viene la próxima broma. Por suerte esta clase no la compartía con el tonto, sino con Caro.

...

Ya estamos todos en el gimnasio, con los uniformes puestos.

Mientras el entrenador pega sus típicos gritos a una pobre chica, yo aprovecho para escabullirme a las duchas de hombres, reviso el cubículo donde está cada jabón con el nombre del dueño inscrito en el frasco, hasta que doy con lo que buscaba, "Cárter Mason" vacíe el colorante por completo en el frasco y acomodé todo de nuevo. Salí sigilosa y volví a integrarme a la clase como si nada hubiera pasado.
De vez en cuando notaba las miradas de odio de Cárter.

Ya era hora de ir a las duchas, como quisiera ver su cara cuando note que quedó azúl.

Tomé mi jabón y me metí a la ducha. Cuando miré mis brazos y piernas pegué un grito, que seguramente se escuchó hasta mi casa. Salí envuelta en una toalla y me miré en el espejo del baño. Y me cubrí la boca para no volver a gritar. De las chicas que estaban a mi alrededor, algunas reían, otras me miraban sorprendidas. Pero quien no lo haría, al ver a alguien completamente azúl.

Esto es obra de Mason, ese desgraciado me las va a pagar.

Pero si tu intentaste hacer lo mismo.

Ahora no conciencia, no estoy de humor.

Tu nunca lo estás.

Terminé de vestirme y salí al pasillo botando humo por las orejas. ¡Cuando lo encuentre lo mato!

Caminé aguantando las burlas de los estudiantes, si les hago caso, mínimo me les lanzo encima y no quiero problemas con el director.

Estaba a punto de llegar a la salida cuando en mi camino se para un cuerpo del mismo tono de azul que el mío, subo la mirada y me encuentro con Mr Imbécil. Suelto una carcajada cuando veo su color, pero luego recuerdo que yo estoy igual y me callo. El esta mirandome serio y parece que recién se había dado cuenta de que estoy pintada porque fue cuando soltó la carcajada, luego de que volvió a la normalidad habló.

—Si sabías que te iba a hacer esa broma ¿Por qué te pintaste igual? — qué pregunta más estúpida ¿de verdad cree que si yo hubiese sabido, me hubiera bañado con ese endemoniado jabón?

—Yo no lo sabía tarado —contesté obvia

—Entonces pensamos la misma broma ¿eh? Tal vez no somos tan diferentes. —Sonrió a lo que yo giré los ojos.

—Antes de parecerme a ti, me tiñó el cabello de Rubio y empiezo a vestirme como Sasha—contesté ofendida (Sasha es una rubia plástica que se viste como si no tuviera suficiente tela para completar su ropa)

—Vale, vale... Lo que tú digas, no te enojes. Ya aprendí la lección de no meterme contigo y pido disculpas por lo que pasó ayer cuando acababa de llegar. Propongo la paz, ya no quiero que seamos el hazmereír de aquí —estiró su mano para que la estrechara, la miré desconfiada por unos segundos pero luego acepté

¿No que lo matarías?

¡Vamos! se está disculpando no puedo ser tan mala.

—Bien, pero ya sabes, si te vuelves a meter conmigo te irá peor — dije amenazante.

—Bien.— río un poco— No sé tú, pero yo me voy a casa, no quiero aguantar las burlas de mis compañeros en la próxima clase. —Comentó.

—También yo, ya bastante tengo con qué me digan "zanahoria" para que ahora me digan "pitufo zanahoria"— el río y yo sonreí. Caminamos a la salida mientras algunos gritaban "¡Hey! Pareja de pitufos" o cosas referentes a nuestro color. Caminamos en silencio hasta llegar al frente de mi Casa.

—Bueno, nos vemos.— me despedí y cuando estaba a punto de entrar el me tomó de brazo, me di la vuelta y lo miré expectante.

—¿Ya somos amigos?— preguntó

—No te adelantes campeón, ahora ya no te odio, pero mi amistad es difícil de conseguir.

—Bueno, estoy decidido a conseguirla.— me sonrió de forma genuina, se dió la vuelta y se fue.

¡Wou! Si que vas rápido, hace unas horas lo odiabas y ahora ya son muy amigos.

Ni siquiera es mi amigo aún. Y luego la que exagera soy yo.

Mi Idiota Vecino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora