Capítulo 26.

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Narra Harry Styles.

(Pausa: No sé por qué me imagino este capítulo con la canción You and I de One Direction :'c, así que, si quieren, escúchenla :D )

Sostuve a _____ justo antes de que su cuerpo tocara el suelo. La aferré a mí con las pocas fuerzas que poseía. Mi mente estaba nublada. ¿Esto en serio estaba pasando?
-¡No! -gritó Lily.
Deposité a mi chica con cuidado en el suelo y miré a Lily entre las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos.
-Lily, quédate con ella -le exclamé, a lo que ella obedeció de inmediato, inclinándose hacia su amiga.
Apenas pude ponerme de pie para caminar hasta Jennifer, y cuando llegué frente a ella, tomé sus antebrazos en mis manos, sin importarme si la estaba apretando mucho. La pistola cayó al suelo.
-¿Qué te pasa, estúpida? -le grité mientras agitaba sus brazos-. ¿Por qué mierda hiciste eso?
-Se lo merecía -susurró con una sonrisa.
Estuve a punto de replicar, sin embargo la voz de un hombre me hizo voltear. Ahí estaba uno de los guardias de Vogue, el más grande.
-¿Qué ocurre aquí? -exclamó al ver a _____ tendida en el piso.
-¡Esta demente le disparó a mi novia! -grité volviendo mis ojos hacia Jennifer.
No vi el momento en que aparecieron tres guardias a mi lado y me hicieron a un lado para tomar a Jennifer de los brazos. Ella intentó zafarse, no obstante la fuerza de los tipos era mucha más. No perdí otro minuto antes de correr a _____ y cargarla en mis brazos. Su abdomen estaba rojo, empapando su ropa, su cabeza caía hacia atrás por mi brazo y sus labios estaban entreabiertos, tan pálidos como su rostro completo.
-¡Por favor! -me dirigí a los guardias-. ¡Llamen a la policía y explíquenle todo! Yo llevaré a _____ al hospital.
Hice un gesto con la cabeza en dirección a Lily para que me siguiera. Corrí tan rápido como pude hasta mi auto sin descuidar a _____ ni un sólo momento.Una vez que llegamos a nuestro destino, nos detuvimos.
-Lily -jadeé-, las llaves están en mi bolsillo trasero. Presiona el primer botón.
Sin siquiera decir una palabra, Lily sacó las llaves del lugar indicado y el auto hizo su característico sonido al ser abierto desde el botón. Pude percatarme de cuán nerviosa estaba ella debido a sus manos torpes y dedos temblorosos al momento en que abrió la puerta trasera del vehículo. Me incliné dentro del auto para recostar a _____a lo largo del sillón.
-Todo estará bien, nena -le susurré, besando ligeramente sus labios.
Me erguí nuevamente fuera del auto y, antes de poder cerrar la puerta, Lily se escabulló y acomodó en el asiento, poniendo las piernas de _____ sobre su regazo. Fue ahí cuando noté sus sollozos y lágrimas. Cerré la puerta y en seguida abrí la del piloto. En menos de diez segundos ya estaba incorporándome al tráfico con dirección al hospital más cercano.
-Llamaré a los chicos -resopló Lily con voz temblorosa.
Yo no dije absolutamente nada.

Mis pasos iban de un lado a otro en la sala de espera. No podía dejar de dar vueltas, sintiendo los suspiros de Lily y el eco que hacían mis pasos por el vacío lugar. Mi estómago comenzó a gruñir, pues no había comido nada en todo el día; siempre que estaba cerca de _____, mi apetito se esfumaba.
-Iré a la máquina expendedora -anuncié a Lily-, ¿quieres algo?
Ella levantó la vista de sus manos. Sus ojos grises ahora parecían no tener iris y su nariz roja resaltaba de su pálido rostro. No alcanzó a contestar cuando las puertas de la sala se abieron de par en par de manera violenta. En seguida aparecieron tres chicos y una chica. Pudo reconocerlos a ellos de inmediato.
-¿Dónde está _____? -exclamó el inconfundible Liam poniendo sus ojos en Lily.
Apreté mis puños a mis costados en el momento en que su mirada captó la mía. Sus ojos se abrieron de par en par y luego los entrecerró. Sus labios se apretaron en una fina línea y, sin decir una palabra, comenzó a caminar decidido hacia mí. Una de sus manos tomó mi camisa y la otra se plantó directo en mi nariz en forma de puño. Me tambaleé hacia atrás, sintiendo cómo mi nariz palpitaba. Automáticamente llevé mis manos a ésta para luego examinarlas. Efectivamente, había sangre en mis dedos. Maldito hijo de puta.
-¡No, Liam! -escuché gritar a Lily.
Avancé hacia él con todas las intenciones de golpearlo, pero las manos de Lily tomaron mi brazo, jalándome hacia atrás.
-¿Qué no? -exclamó Liam y luego se dirigió a mí-. ¿Qué le hiciste a _____? ¿Qué carajo le hiciste, maldito bastardo?
El cuerpo de Liam avanzó hacia mí listo para dar su segundo golpe, pero Lily gritó:
-¡No fue su culpa, Liam!
Él se detuvo y frunció el ceño a Lily, la cual respiraba difícilmente.
-Yo estaba ahí -ella continuó-. Una tipa... una tipa tenía un arma. No sé qué le pasaba... simplemente dijo que se vengaría por todo y disparó a _____ en el estómago.
-Mierda, mierda, mierda... -murmuró Liam dándose la vuelta a dar un puñetazo a una pared.
-¿Dónde mierda está Zayn? -murmuró Louis -si mal no recuerdo- poniéndose a un lado de Lily. Ella se aferró a su torso y cerró los ojos.
-Le envié un mensaje de texto y de voz -respondió Horan-. Debería venir en camino.
Tomé el borde inferior de mi camisa y la levanté para poder limpiar mi nariz ensangrentada. En estos momentos me importaba una mierda tener otra mancha más de sangre. Me giré hacia la puerta trasera que llevaba al patio del hospital y salí de ahí. Lo que menos quería era ver cómo todos me fulminaban con la mirada y esperaban a Zayn, siendo que sin mí ella no habría siquiera llegado. Y jamás le hubieran disparado..., habló mi cerebro. Sacudí la cabeza; no era momento para discusiones internas. Me apoyé en la pared del edificio de brazos cruzados y mirando al cielo. El atardecer ya estaba cayendo en París. No podía dejar de pensar en la expresión de _____ antes de caer. Todo era mi culpa. Jamás me perdonaría por no haber sido yo el que recibiera aquella bala. Froté mi rostro con ambas manos y resoplé. Deseaba con la vida que esto no fuera más que una pesadilla.
Para el momento en que me di cuenta, estaba casi completamente oscuro. Aún no me daba el valor para entrar y, posiblemente, tener que encontrarme con Zayn y tener otra riña con él, y esta vez nada me detendría para golpearlo. Apreté mis dientes al imaginarme cada escena de cómo podría golpearle, e incluso matarle. Di un salto al sentir una mano posarse en mi hombro. Levanté la vista y vi a Liam. Me erguí de inmediato dando un largo resoplido.
-No estoy de ánimos para pelear, ¿sabes? -espeté-. La única persona que en serio me importa está siendo tratada en este jodido hospital.
-No vengo a eso -dijo, serio-. Vengo a disculparme. Lily me explicó todo.
-No, ¿sabes qué? -entrecerré los ojos y me puse frente a él-. Tienes razón: todo es mi culpa. Si yo la hubiera dejado en paz desde un principio, nada estaría pasando.
-Pero no fue así.
Inhalé con fuerza y exhalé lentamente.
-Lo sé -murmuré, volviéndome a apoyar en la pared.
-Deberías irte -dijo en un susurro-. No habrán visitas hasta las diez de la mañana.
Lo miré, queriendo decirle con la mirada si iba en serio. Claramente no me comprendió.
-No me moveré de aquí -dije-. Jamás la voy a dejar.
-Como quieras -musitó dándose la vuelta-. Estaremos adentro por si aceptas mis disculpas.
Momentos después desapareció por la puerta. Era primera vez en demasiado tiempo que no conversaba con Liam de una "buena" forma; sólo lo había hecho unas dos veces antes de que me enamorara de _____. Me quedé mirando las estrellas unos momentos más, resoplando y pensando qué será de mí y _____ después de todo esto. ¿Me perdonaría ella por exponerla a esto? Ni yo mismo lo había hecho; dudaba que ella sí lo hiciera.  Me puse en cuclillas y llevé mis manos a mi rostro, maldiciéndome por ser tan marica, tan estúpido, tan imbécil. No podía odiarme más en este momento. No podía odiar más a Jennifer. No podía sentirme más miserable por dejar que _____ obtuviera esa bala.

El Arte De Encontrarte (Secuela de LFDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora