Narra Harry Styles.
-¿Qué es esto?-pregunté a Jennifer mientras entrábamos en un gran local lleno de luces y música irritante.
No podía creer que me había convencido para tener esta patética charla. Aunque tampoco pude negarme, pues me hubiera perseguido hasta el fin de mis días. Podríamos aclarar todo esta noche y luego me dejaría en paz.
-Es un pub, por supuesto-respondió con obviedad al momento en que entrelazaba sus dedos con los míos y nos hacía entrar entre tanta gente-. Está bastante de moda en París, ¿no lo sabías?
-No suelo salir mucho-mentí.
-Pues te hace falta-guiñó un ojo y tiró de mí con más fuerza-. Vamos.
Me arrastró por todas las personas que bailaban y gritaban como si fuera lo más genial del mundo. Yo también había salido a un par de fiestas, sólo que no a este lugar ni tampoco tenía demasiados ánimos de hacerlo. Las modelos con las que solía trabajar y salir a citas preferían estar los primeros diez minutos poniéndome duro en algún baile y luego estaban tendidas sobre mi cama.
-¿Quieres bailar?-susurró una voz femenina en mi oído.
Me volteé, sin dejar de avanzar; la chica de ojos verdes y cabello cobrizo me siguió con una impaciente sonrisa en el rostro.
-Yo, eh...
-¡Viene conmigo; aléjate, perra!-gritó Jennifer alzando nuestras manos entrelazadas.
La pelirroja hizo una mueca de disgusto hacia Jennifer y se alejó por donde vino. Seguimos avanzando hasta llegar a un lugar donde abundaba el humo del cigarro. Parecía una zona bastante tranquila, pues estaba en una plataforma más arriba, algo alejada de la pista de baile y con asientos de cuero para conversar en paz. Bueno, si es que a estar rodeado de tabaco y gente ebria se le podía llamar "esta en paz". Jennifer nos dirigió hasta los únicos asientos que habían disponibles y nos sentamos. Cuando al fin soltó mi mano, disimuladamente me sequé el sudor de mi palma en mis jeans. Ella inclinó su asiento un poco más hacia mí y se cruzó de piernas, dejando ver una parte de su tanga rosada. ¿Cómo era que ella insistía en coquetarme, aun cuando pasó una cantidad de tiempo suficiente como para ni siquiera recordar mi nombre? Yo ni siquiera era la gran cosa.
-¿Cómo has estado, Styles?-preguntó.
-Ugh, bien, sí... ¿Tú?
-Mal. Horrible. Pésimo. ¿Sabes cuánto tiempo te busqué luego de que te fuiste de casa? ¡Ni siquiera con mis más grandes encantos logré encontrarte!
-Jen, debes superar que ya no nos gustamos-murmuré acercándome a ella-. Tú no me quieres, sólo haces esto por despecho; porque sabes que hubo otra la que se ganó mi corazón y mi amor. ¿Por qué haces esto?
-Si yo no te tengo, nadie lo hará-dijo con su voz ensombrecida y sus ojos azules haciéndose más oscuros.
-Eres una mujer muy guapa. Puedes tener a quien quieras, sólo que ese no podré ser yo-cité la frase que _____ había puesto en la carta y una punzada golpeó mi pecho.
-Lo sé, lo sé-suspiró-. Pero yo te quiero a ti, ¿es que no lo entiendes?
-Maldita sea, Jennifer, yo no te quiero. Yo estoy enamorado.
-¿Oh, sí?-alzó una ceja, visiblemente molesta-. ¿De quién?
-¿Recuerdas...-carraspeé-... a mi alumna?
-¿¡Sigues follándote a esa hija de p...
-¡Jennifer, por favor!-exclamé frotando mi rostro con ambas manos.
Alzó la manos en modo de defensa, sin quitar esa maldita sonrisa de perra de su rostro. Lo único que quería era estar con _____ y olvidarme de todo, como siempre me pasaba cuando sentía hasta el olor de ese perfume del que me enamoré. Jennifer me miró con un brillo diferente en sus ojos, casi de una persona buena y comprensible.
-El amor te pegó fuerte, ¿eh?-dijo con una sonrisa suave.
-Lo hizo-asentí-. Y nada cambiará eso.
-¿Entonces no hay posiblidades de que tú y yo...?-yo negué con la cabeza y ella asintió, como comprendiéndolo todo-. Bien, no te insistiré, ¿de acuerdo?
-¿Lo dices en serio?-abrí mis ojos de par en par.
Ella asintió delicadamente. Busqué en su mirada algún tipo de broma, sin embargo no encontré nada más que resignación. Ella en serio me estaba dejando en paz. Bajé la vista hacia mis manos y, tal como un adolescente, comencé a jugar con éstas.
-Les deseo lo mejor, es todo-se encogió de hombros.
La miré, aún sorprendido, y sonreí. Una sonrisa sincera, que decía un millón de gracias. Asentí apretando mis labios, intentando ahogar la sonrisa. Miré a todos lados, intentando buscar una cámara escondida o algo, sin embargo encontré algo mejor. O peor, según el punto de vista. _____ estaba ahí, con sus ojos pasando de mí a Jennifer y de nuevo a mí en menos de un segundo. Sus labios entreabiertos dejaban saber que la situación la soprendía bastante. Bajó la vista y siguió su camino. Mierda. Sin siquiera disculparme o decirle algo a Jennifer, salí de la zona de fumadores hacia donde ella estaba caminando. Quería correr y alcanzarla, no obstante la gente estaba empeñada en interponerse en mi camino. Empujé a varias personas sin siquiera disculparme, grité su hermoso nombre y avancé lo más que pude, pero nada fue suficiente como para hacerla voltear. La vi entrar en el baño. Bien, ahora tendría que esperar a que saliera para poder hablar con ella. No quería ni imaginarme las cosas que estaría pensando de mí. Seguramente diría que jugué con ella y pensaría que jamás terminé con Jennifer. ¿Por qué mierda tuvo que aparecer ella de esta forma, arruinándolo todo? Esperaba que ahora se alejara de nuestras vidas por siempre. Me apoyé en la pared al lado de la puerta de baño de mujeres y me crucé de brazos, esperando a que _____ hiciera todo lo que tuviera que hacer antes de salir. Fueron los cinco minutos más largos de mi vida antes de verla cruzando la puerta sin notar mi presencia. Tomé su brazo antes de que pudiera ir más lejos y la giré hacia mí, disminuyendo la distancia. Sus ojos estaban cristalinos y su nariz, roja. No la había hecho llorar, ¿o sí? Jamás me perdonaría por eso.
-_____-susurré, poniendo mis manos en sus caderas.
-¡Déjame en paz, maldita sea!-explotó, empujándome y golpeando mi pecho.
Intenté detenerla, pero parecía estar descargándose por todo: por lo de su cumpleaños, por la llamada, por haberme encontrado con Jennifer, aun después de contarle todo lo que nos hizo. No la culpaba; estaba en todo su derecho de odiarme, aunque eso no fuera lo que yo quería. Cuando me golpeó lo suficiente, tomé sus brazos entre mis manos y la obligué a mirarme. Estaba llorando de nuevo, y no sólo llorando; sus sollozos podrían ser escuchados hasta en el otro lado de la pista.
-_____, por favor-pedí, intentando mantener mi voz firme.
-¿Estuviste con ella todo este tiempo?-gritó-. ¿Lograste meterme en tu cama mientras que ella seguía siendo tu novia? ¿Te secuestró siquiera? ¡Eres un patético hijo de puta, Harry! ¡Estoy segura de que todas esas palabras que me dijiste en mi cumpleaños fueron ciertas, estoy jodidamente segura! ¿Arruiné tu vida? Vamos, dímelo. ¡Dímelo, asqueroso!-hizo una pausa para sollozar un poco más. No me había dado cuenta cuando mis ojos también comenzaron a soltar lágrimas-. No sé cómo alguna vez pude enamorarme de ti... ¡No sé cómo carajo puedo seguir enamorada de ti, pedazo de mierda!
Solté un sollozo sin querer. Me sentía totalmente débil, y apenas podía sostener sus delicados brazos en mis dedos. Sus palabras dolían mucho. Pero dolía más saber que seguía enamorada de mí y me lo tuviera que decir esta forma, con un "pedazo de mierda" al final de la oración. Negué con la cabeza, pero no logré decir nada. ¿Qué haría ahora? Había sacado sus propias conclusiones, y cualquier cosa que yo dijera no valdría la pena. Era una vil testaruda.
-No, nena, no es lo que parece-susurré, inclinándome más cerca de su rostro.
-Claro-rodó los ojos-, nunca es lo parece. ¡Nunca, joder! ¿Sabes? Te odio.
-No, no me odias.
-¡Te odio, desgraciado! ¡Desde que llegaste a mi vida, todo se arruinó! Yo podría ser la mujer más feliz del mundo, pero, no, tenía que aparecer el Gran Harry Styles a cagarlo todo, ¿cierto? Te. Odio.
-¿No dejarás que te lo explique, siquiera?-pregunté con la voz entrecortada.
-Oh, déjame adivinar: ¿Acaso estaba preguntándote cuándo tenías tiempo para otro secuestro? Porque te juro que nada más se me viene a la mente.
-¡_____, escúchame, por favor!-sollocé. Solté sus brazos, y en un rápido movimiento tomé su rostro, acercando nuestras frentes. Para mi suerte, no hizo intento de apartarse-. Entre Jennifer y yo no hay nada. Ella me encontró y quería que arregláramos las cosas. Le dije que estaba enamorado de ti y ella lo comprendió. Dijo que nos dejaría en paz.
-¿Supones que te crea?-susurró-. Tuve bastante de tu mierda.
-¿Qué debo hacer para que me creas?
-Quizás dejarme en paz.
Antes de que pudiera hacer o decir algo, ya se estaba perdiendo entre la gente, alejándose de mí. Quizás por siempre. Podría verla en el trabajo el tiempo que quisiera, pero, no: no sería lo mismo. La había perdido, y esta vez sí era para siempre. No me dio el tiempo necesario para explicarme, ella me odiaba y yo estaba perdido una vez más.--------------------------------------------------------------------------------------------------
¡Perdón por haber tardado tanto! :( Merezco odio ñ_ñ<3. Bien, aquí está el final de los capítulos 15 D: Quiero hacerle publicidad a una persona hermosa y que sí vale la pena. Tiene fanfics muy buenas y están asdfghjklñ<3. Se llama @IniBatmana y sería hermoso si se pasaran por su perfil ñ_ñ. OH, Y NO DEJEN DE ESCUCHAR STORY OF MY LIFE DÑKLFHKDFJHG<3.
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El Arte De Encontrarte (Secuela de LFDA)
FanfictionLuego de dos años del alboroto "alumna/profesor", ______ y sus amigos deciden hacer las vacaciones de sus vidas yendo a la ciudad del amor: París, Francia. Todos desean comenzar de cero y poder tener la vida que siempre quisieron. ¿Pero qué pasará s...