(Primero, hay gente que me está pidiendo "segunda temporada". No sé si es por error o algo así, pero ¡esta era la segunda temporada!♥).
Narra ______ Styles.
-... Sí, mamá -asentí, aunque sabía que ella no podría verme desde el otro lado del teléfono.
-¿Están ustedes bien? -podía sentir la preocupación en su voz.
-Estamos bien, mamá -miré a Harry, quien jugaba con mi anillo de matrimonio en signo de nervios-. Harry está algo ansioso, al igual que yo, pero... estamos excelente.
-¡Dios, estoy tan emocionada! -pegó un gritito-. ¿Cuándo vendrás a Inglaterra? Jack pregunta por ti unas veinte veces al día.
-En dos meses. Esperaremos a que la pequeña pueda adaptarse.
-Dios, mi niña... -suspiró-. Bien, debo dejarte. Hoy vendrán los padres de Maddie a comer con nosotros y apenas he ordenado lo suficiente.
-Está bien -reí levemente-. Cuídate, dile a todos los que los amo, sobre todo a Jack.
-Se lo diré, hermosa. Te amo, adiós.
-Adiós, mamá.
Finalicé la llamada y guardé el celular en el bolsillo de mis jeans mientras soltaba un suspiro y miraba a Harry. Él no hizo más que sonreírme. En todo el día había estado de la misma forma: nervioso, ansioso y muy callado. Claro, no todos los días se espera en un centro de adopción a la pequeña que está a unas horas de ser tu hija legalmente.
Luego de que Harry y yo dijésemos el "acepto" -cinco hermosos años de eso-, me había insistido en una inseminación artificial para poder quedar embarazada, sin embargo me negué todas las veces que fueron necesarias: yo no estaba dispuesta a cargar un bebé en mi barriga que no viniera directamente de él. Prefería adoptar, y era eso exactamente lo que estuvimos planeando por un año entero, hasta que se dieron las cosas y ya estábamos aquí, impacientes por ver a la pequeña Emily de cuatro años que dentro de poco me llamaría "mamá". Era una niña realmente adorable, y apenas la vimos, supimos que sería ella. Emily nos respondió de la misma forma. Era una preciosa realmente inteligente y nos encantó de inmediato.
Luego de la maravillosa luna de miel que Harry y yo tuvimos en la cordillera de los Alpes, volví a los estudios que tuve que congelar y el trabajo de Vogue. Luego de los cuatro años que estudié en la carrera de periodismo, ahora seguía en Vogue, sólo que como columnista en la sección de artistas, por lo que había conocido a varios famosos, tales como McFly y Olly Murs. Definitivamente, mi vida no podría haber sido más perfecta desde que con Harry dijimos nuestros votos.
-¡______ y Harry Styles! -llamó una voz desde la puerta de la sala de espera.
Ambos nos pusimos automáticamente de pie y nuestras manos se entrelazaron con fuerza. Mordí mi labio inferior, perdiendo la paciencia descomunalmente. Avanzamos hacia la mujer alta y delgada que nos había llamado y nos hizo una seña para que la acompañásemos. Pasamos por los pasillos del instituto en completo silencio; la mano de Harry me aferraba cada vez más fuerte. No lo demostraba, pero sabía que estaba más que entusiasmado por todo esto. Nos detuvimos delante de una puerta de madera cerrada y la mujer nos miró con una gran sonrisa.
-¿Están listos?
¿No puede simplemente abrir la maldita puerta?
-Sí -dijimos ambos al mismo tiempo.
La mujer giró el pomo y nos dejó espacio suficiente para que entráramos. Ahí, sentada en una pequeña mesa de madera, coloreando sus pequeños dibujos en silencio, estaba ella. Su cabello lacio y castaño caía en cascada por los costados de su rostro.
-Emily, mira quién está aquí -dijo la mujer.
Ella alzó la vista. Sus ojos verdes, intensos y brillantes, se encontraron con los nuestros de inmediato. La pecas se esparcían a lo largo de su pequeña nariz y sus sonrojadas mejillas. En seguida una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Dejó los crayones en la mesa antes de agitar su mano hacia nosotros en forma de un tímido saludo. Era preciosa.
-Hola, Emily -sonreí, intentando calmar un sollozo.
-Hola -musitó.
Harry y yo caminamos hacia ella en el instante en que se ponía de pie. Llevaba un vestido floreado con detalles de corazones alrededor del cuello, y unas lindas sandalias blancas cubrían sus pies. Era el atuendo que Harry y yo le regalamos en nuestra segunda visita aquí. Mi esposo soltó mi mano para tomar a nuestra pequeña en brazos.
-Hola, cariño -dijo Harry-. Hoy iremos a casa.
-¿En serio? -ella preguntó mirándolo como si hubiera sido parte de ella por toda su vida. De aquella forma que sólo una hija puede ver a un padre.
-En serio, corazón -dije yo, acariciando su mejilla con el dorso de mi mano-. Hoy irás a casa con mamá y papá.
-¡Wow, eso es genial! -exclamó, aferrándose al cuello de Harry.
Podría jurar que jamás había visto una escena más conmovedora y tierna en mi vida. Antes de Emily, jamás había visto a Harry tan contento de sostener un niño, y ahora parecía como si jamás volviese a ser capaz de dejarla ir. Y yo tampoco.
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El Arte De Encontrarte (Secuela de LFDA)
FanficLuego de dos años del alboroto "alumna/profesor", ______ y sus amigos deciden hacer las vacaciones de sus vidas yendo a la ciudad del amor: París, Francia. Todos desean comenzar de cero y poder tener la vida que siempre quisieron. ¿Pero qué pasará s...