Roommates [Yoonmin]

Noche

— ¡Tú sieeeeeempre invitas a tus amigos! —Reclamó Jimin, con las mejillas sulfuradas.

— Al único que traigo es a Hoseok. ¡Tú eres el que siempre hace fiestas aquí!

— ¿Fiestas? —Repitió indignado—. Mis amigos son tranquilísimos.

— Namjoon rompió el timbre —Jimin abrió la boca para reclamar—. Y Seokjin dejó la cocina hecha un asco —el menor trató de refutar nuevamente—, y ni me hagas recordarte cuando Jungkook manchó la alfombra con la sangre que debía analizar.

Jimin infló las mejillas, enojado ante su inminente derrota.

— ¿Ah, sí? Pues Hoseok... Hoseok...

— ¿Hoseok qué?

— Él se ríe mucho.

— ¿Qué clase de pretexto es ese? —Preguntó burlón el más pálido.

— No lo sé. Pero hoy vienen mis amigos aquí.

— Pues los míos también.

[...]

Yoongi y Jimin se dieron cuenta muy tarde que siete personas dentro de un departamento mediano en el tercer piso de un edificio no era tan buena idea.

Y sí, siete, porque cuando Jungkook llegó Taehyung le acompañaba. "Le dije que venía a verte, a ti, a los chicos y al sujeto con quien compartes el piso e insistió en venir" dijo el castaño futuro doctor al ver a Jimin.

Así que estaban ahí los siete, en la sala para cuatro personas. En silencio. Con un montón de cervezas sobre la mesa ratona y un ambiente un poco incómodo.

— ¿Y si jugamos a algo? —sugirió Namjoon, abrazando por la cintura a su novio que descansaba sobre su regazo.

— Buena idea —aplaudió Seokjin—. Jimin-ah, saca el Monopoli.

— ¡Yo amo el Monopoli! —Gritó Hoseok.

— Yo también —Secundó Taehyung en un tono menos entusiasta.

— ¿Monopoli? ¿Cuántos años tenemos? —Yoongi rodó los ojos.

[...]

— ¡Muy bien, la compro! —Gritó el de cabello verde

Namjoon se quedó dormido después de su sexta lata de cerveza, y Seokjin le acompañó en su siesta recostado sobre él. En algún momento de la noche, Taehyung llegó a lado de Hoseok, y se acurrucó abrazado a uno de los brazos del azabache. Jungkook cayó desplomado sobre la mesa ratona, justo frente al tablero del Monopoli. Y Jimin luchaba por no cerrar los ojos.

— Con esto, ya soy dueño de toda la línea Europea. Y con Namjoon y Seokjin en la bancarrota, solo es cuestión de tiempo para que tú hipoteques tus propiedades, Jimin-ah.

— Hyung, casi son las cinco de la mañana, ¿podemos ir a dormir?

— Jamás. Hoy, dueño de Monopoli, mañana, ¡el mundo!