Roommates [Yoonmin]

Zanahoria

— Yo te llamo.

Por supuesto que no iba a llamar.

Jimin deja caer la cabeza en la mesita provisional en medio de la sala del departamento. Seokjin había perdido el interés ya hace rato, y llevaba hablando por teléfono con su novio cerca de veinte minutos. Jungkook, más descarado, se echó a dormir sobre la mesa.

¿Qué tan difícil es encontrar un compañero de piso que no fuese un psicópata, maniático, drogadicto, delincuente o vagabundo? La respuesta, muy difícil.

— Siguiente —grita el muchacho de cabellos anaranjados, esperando que por la puerta aparezca un nuevo candidato mejor que el que se acaba de marchar.

A la estancia entra un sujeto pálido, con gafas de sol, cabellos teñidos de verde, ropas finas y modernas, y un encantador olor a dulcería.

Interesante.

— Hola, mi nombre es Jimin —se presenta, sonriendo tan adorable como sólo él sabe.

— Yoongi —contesta desinteresado, sin quitar las gafas de sus ojos, con una voz gruesa que eriza los vellos—. ¿Compartiría con... ustedes tres?

— Noup —Jimin juega con el lapicero en su mano—. Sólo conmigo —su sonrisa se torna al habitual gesto de niño pervertido que tanto éxito le da en sus conquistas, probando las reacciones del pálido.

Yoongi ni se incomoda ni se inmuta. Permanece en silencio un momento, mirando los alrededores visibles de la casa. Suspira pesadamente.

— Bien, traeré mis cosas mañana —afirma el pálido, como si de él dependiese la decisión de ser aceptado o no en ese departamento—. Te veo luego, zanahoria —es lo último que dice antes de salir del lugar.

Jimin mantiene una expresión de sincera sorpresa, tratando de tomar el carrete que hila sus pensamientos y asegurarse de que ese sujeto realmente existe. Sonríe.

— ¿Qué opinas, hyung? —se dirige a su amigo del lado izquierdo.

Seokjin desvía un instante la atención de su llamada y con un gesto de la mano da un seguro "OK" como su aprobación. Jimin pone el dibujo de una estrella junto al nombre "Yoongi" sobre su libreta.

— Entonces ya está.