Un trato

Capitulo 4

Pasó una semana y no he tenido ningún mensaje, ni ninguna llamada, genial, será más dificil de lo que pensé, como viernes por la noche, es la fiesta y tendré que ir un poco más seductora de lo normal, eso me parece mal, pero tengo que hacerlo caer, así que decido usar un vestido rojo ajustado, con unas zapatillas bajas y bien cómodas, no tengo mucho busto pero asienta mi figura el vestido.

* Mensaje de Texto*

Hannah
¿Te paso a buscar?

Yo
Gracias, pero ya llamé un taxi, besos.

*Fin mensaje de Texto*

Esta es la última noche del verano, por lo mismo, estarán todo vueltos locos, así que espero que mi vestido resulte.
Llego a la fiesta y ya diviso besos de tres, bueno no esperaba menos.
No puedo creer ver a Hannah haciendo uno de esos besos de tres, no interveniré, ya que merece divertirse un poco.

- ¿Tienes mano? - se me acerca de la nada un tipo con cara de drogado.

- No, no tengo marihuana - me alejo de ese tipo y en eso, diviso a Lucas sentado en una asiento plegable fumando un cigarro. Entonces, después de unos minutos reflexionando, decido acercarme a él. - ¿Parece que la fiesta no está muy buena? - me siento a su lado.

- ¿Quieres? - me ofrece de su cigarro.

- Gracias pero cuido mis pulmones.

- ¿Qué haces aquí? La verdad que la mejor amiga de Hannah se me acerque, no es muy normal - dice con la vista perdida.

- ¿Puedes dejar de verme cómo la amiga de Hannah? Tengo nombre, soy Cat, y sabes fue mala idea hablarte, eres demasiado engreído - decido levantarme e irme, la verdad creo que este chico jamás me verá con otros ojos, esto no es una novela, lo cual me tomará de la muñeca y me dirá que se muere por besarme.

- Espera, lo siento si te hice sentir mal pero no tengo intención de conocer a nadie - me dice mirándome a los ojos.

- Oye oye, tienes el autoestima muy alto, solo me acerque porque estaba aburrida, esto de las fiestas no es mucho mi estilo - confieso.

- ¿Quieres ir por unas papas? Muero de hambre y quiero irme de aquí lo antes posible - se levanta del asiento.

- Prefiero que no, luego mal interpretas la situación- me retiro del lugar donde estaba Lucas, alzo la vista un poco - ¡Hannah! - grito, no puedo creer ver a Hannah en sostén y falda, al parecer jugaban un juego estúpido, ya que estaban ubicados en un círculo.

- ¡Cat, ven acércate! - me dice, mientas sus ojos estaban rojos y pequeñitos, ella reía a carcajadas por todo.

- ¿Estás drogada? - me acerco y veo como un tipo de pelo negro largo le hacía movimientos en su pierna - Nos vamos, es mucho - la tomo del brazo y trato de levantarla.

- Cat, estoy súper, déjame disfrutar esta fiesta - dice mientras se ríe a carcajadas.

- ¡Mateo! - grito al ver a mi amigo, necesito llevar a Hannah, y el es el único que puede ayudarme.

- Wooh, ya veo cuál es el problema, llama un taxi y yo me encargo de ella - dice mientras toma de la cintura a Hannah y la lleva en su hombro.

- ¡Que fuerza tienes galán! - dice Hannah, al menos el radio taxi llegó rápido, Mateo se ofreció a acompañarnos, así que entramos silenciosamente a mi casa y la dejamos acostada.

- Muchas gracias Mateo, perdón si te arruiné la fiesta.

- No te preocupes, bueno yo ya me voy- se despide.

Última noche del verano, y termina drogada, dios mío, Hannah si está mal, y todo por culpa de Lucas, ¿Por qué nunca me acerqué a su noviazgo? Debí haber estado más presente, quizás habría podido prevenir todo este caos.