Tegami 04

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Una suave brisa recorría mi cuerpo, olía un embriagador olor a flores y a colonia masculina, entre todas esas sensaciones se unió un tacto frío a mi frente. Por alguna razón, me sentía tan cómoda, relajada, sin miedos, ni preocupaciones, por primera vez en mucho tiempo me sentía protegida. Pero... 

¿Por quien?

Abrí mis ojos lentamente los cuales se sentían realmente pesados, observe hacia mi lado izquierdo, el cual estaba cubierto por una gran sombra negra, poco a poco los colores cobraron sentido y mi agudeza visual hizo su trabajo. Un chico de cabellos anaranjados era el que posaba su gran mano en mi frente. ¿Tal vez para tranquilizarme? ¿O tal vez por este insufrible calor veraniego que envolvía a la habitación? No estaba segura, solo sabía, que ahora mismo, en mi mente, el me había regalado una hermosa sensación de protección.

Mi cerebro el cual no se sentía capaz de enviar información por mi cuerpo, quiso enviar una señal a mi boca para entablar conversación con el chico. Pero ni si quiera mis cuerdas vocales emitían sonido alguno. El me observaba con preocupación y de repente su tacto se disolvió en el aire. El chico había tomado una postura inclinada, demasiado a mi gusto, un '' Lo siento'' salió de su boca, una y otra vez, se veía realmente arrepentido y sus ojos emitían tristeza.

—Deja que empecemos de nuevo. Mi nombre es Suwa Hiroto, tengo dieciséis años, y soy un amigo cercano de tu hermano, Kakeru. — el chico seguía manteniendo la postura anterior.

—Levanta tu rostro por favor.— el chico me obedeció, y velozmente volvió a su postura recta y esbelta. Yo solté una pequeña risa tímida, observe su rostro analizando su rostro, el cual asomaba una pequeña rojez, sonreí de nuevo con dulzura. El abrió los ojos un poco más, parecía sorprendido y entonces un viento nos envolvió, apaciguando la pequeña habitación de hospital, ambos nos observamos en silencio, por alguna razón las palabras no salían, y por otras razones, las cuales desconocía, mis ojos no dejaban de analizar cada parte de su cuerpo o analizando sus expresiones. No entendía porque el chico de cabello anaranjado llamaba tanto mi atención. Si, era lindo, pero solo eso. ¿Verdad? Pensé que bien me vendrían una instrucción a través de las cartas pero recordé, que ella no podría ayudarme en este tipo de situaciones. 

Tendría que ser yo misma, la que las enfrentara.


— No siento que debas disculparte por nada. Me has ayudado, soy yo la que debería disculparse y agradecerte.— el chico me miro sorprendido, y nerviosamente nego agitando ambas manos.

—¡Tranquila! No podría haberte dejado tirada en frente de tu casa.

¿Mi casa? Cierto, así que al final piensa que yo soy familiar de Kakeru.

— ¿No dudas de mi?— me detuve y el me miro en silencio.— Quiero decir tu me preguntaste quien era, tu no piensas que sea familia de Kakeru. ¿O no es así?

El chico negó con la cabeza y me sonrió.

—Tienes sus gestos, la forma de hablar reservada, y sobre todo... tus ojos. — sonrió dulcemente mientras me miraba. Yo sentí que mi rostro se enrojecía.

—Son iguales a los de el. Es extraño, por que tienes un tono de cabello tan claro, y esos ojos llaman demasiado la atención.— dijo colocando su rostro a mi altura, el de cabello anaranjado no debía darse cuenta de la situación en la que ambos estamos. 

Yo me aleje ligeramente, y el lo noto, separándose y de nuevo disculpándose. Pero esta vez su mano rozaba su cabeza con nerviosismo. Yo sonreí dando tranquilidad al cuerpo del chico, ya que esta pareció relajarse.

Orange 「Re:」[E]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora