[Recordar escuchar las canciones que se coloquen en cada momento de la historia.]
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Me encontraba en casa de Azusa, ella es una gran persona, eso no podía negarlo. Estaba reposando mi cabeza en la pared de su lindo cuarto, el cual se veía lleno de color y vida, tal como su dueña. La cual me había permitido quedarme unos días en su cálido hogar, sus padres, los cuales me recibieron con una amabilidad y sonrisas, su hermana, la cual no dejaba de nombrarme para conocerme y pasar tiempo juntas, todos ellos eran una gran y hermosa familia. Realmente podía existir personas tan amables...
En cambio, mi familia la cual estaba rota, no podía hacerles frente. Y a su vez, Azu era amigable, risueña, divertida, amable... Podría describirla con distintos adjetivos pero siempre tendría la misma respuesta, ella era como un cristal, un pequeño cristal que resplandecía creando su propia luz, una joya que me prestaba su calidez, la cual, yo, una niña sin hogar, era bendecida por ella.
—No te preocupes, puedes quedarte en mi casa mientras aclaras un poco tus pensamientos, pero solo puedo ofrecerte tres días.— dijo Azu, mientras se separaba del abrazo que me había dado.
—¿Tres días?— pregunte a lo que ella asintió.
—Solo puedo concederte ese tiempo, ya que sería extraño que una amiga se quedara tanto tiempo de por sí. Ademas, cuantos mas días tengas, mas tiempo tendrás para huir sin enfrentar las cosas. — concluyó mostrando un rostro serio.
Ella no me permitiría huir, pero si me daría su mano para seguir adelante, sin duda, era una gran amiga. No podía creerlo... Yo era alguien sociable. He estado rodeada de personas siempre, pero aun así, siempre, me sentí tan vacía, y ella era tan distinta, tenía ese don, el cual podía crear un vinculo invisible para ceder tu confianza en ella. Algo que yo no podía, porque siempre huía de la gente, al final huía de todos, todos los que pudieran dañarme.
—¡Mia-chan! — me nombró la rubia entrando por su puerta de color miel. Yo dirigí mis ojos hacia la chica, y ella continuo con su frase.
—Mis padres dicen que si prefieres arroz con pescado, o arroz con carne. Ademas, el baño ya esta listo.— ella sonrió ante todo lo que dijo, contagiándome la sonrisa de alguna manera.
—Arroz con carne. Y esta bien, cogeré mi ropa.
—¡Vamos a bañarnos juntas!— aclaró mi amiga, mientras bajaba por las escaleras.
Me sorprendí por su declaración, era la primera vez que me bañaba con alguien que no fueran mi madre o mi hermano. Kakeru y yo, siempre nos bañábamos juntos de niños, y a nosotros se nos unía a nuestra madre la cual nos lavaba la cabeza gentilmente, o en ocasiones en las que estábamos solo en casa, cuando nuestros padres no llegaban hasta la madrugada.
Sonreí para mi misma, pensé que a partir de ahora tendría una nueva amiga con la cual podría reír y hacer todo tipo de cosas juntas. Mientras me levantaba observaba una foto la cual estaba dentro de un marco rosado, la foto mostraba caras conocidas, las dos chicas a las que no me había presentado, el joven de gafas, Azusa, Suwa y por último Kakeru.
El cual sonreía ampliamente, como si fuera un espejo copie la misma expresión, Kakeru había encontrado un gran lugar, y este grupo de chicos habían logrado un gran trabajo, creando ese tipo de sonrisas en Kakeru.
—¡¡Mia-chan!!— me llamo Azu, tal vez, desde el piso inferior.
—¡¡Ya voy!!— dije mientras salía de la habitación en la cual se encontraba ese lindo recuerdo.
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Orange 「Re:」[E]
FanfictionQuerido hermano; Me hubiese gustado ser más valiente, llorar menos por mí y más por ti, correr lejos de sus garras para poder escuchar tu risa durante horas. Pensé que aquella distancia que nos separaba era lo mejor. Ahora que has muerto, no existe...