Tegami 17

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Recomiendo que escuchéis el ending de Orange para la escena de la carrera.


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¿Porque incluso sin estar juntos no nos desatamos? Siempre me he preguntado eso. Creo que he encontrado la razón.

—¿Que estas...?

—Estoy aquí. No he dejado que Hagita venga porque... Quiero estar a tu lado.

Escuché el sonido de mi despertador al impactar contra mi frente. 

—¡Duele! ¡Mierda!—chillé desde mi cama.

—¡Miaka no hables así!— gritó mi abuela desde fuera de mi habitación.

—Si, abuela. — contesté alargando la primera palabra.

Me levanté de la cama con lentitud mientras que todavía sobaba mi frente la cual emitía un colo rojo.

—Diablos. ¡Este chico me volverá loca!— me grité rascando mi cabeza.

—¡A mi también hermana! ¡Como no dejes de gritar de esa manera todas las mañanas!— exclamó Kakeru el cual pasaba por el pasillo, fuera de mi habitación.

Yo solo chasqueé mi lengua. Y velozmente me preparé para desayunar. Me llevo sobre unos quince minutos. Los cuales estuvieron llenos de lagunas y despistes. Sin duda estaba en las nubes y el culpable era Suwa. Ese idiota, ese lindo, amable y divertido chico.

—¡Hasta que por fin terminas! Te llevo mas desayunar que arreglarte...— se detuvo. Me observo. Yo no le contestó y siguió hablando.

—¿Que diablos te pasa? ¡Venga! Vamos princesa.

—Ya voy. Y no me llames así.— le contesté molesta.

Ambos nos dirigimos hacia la puerta de nuestro hogar para cerrarla, despidiéndonos de nuestra abuela. Por el camino Kakeru parecía observarme de reojo de vez en cuando, una vez llegado al puente decidí hablar con el.

—Hermano. ¿Que quieres decirme?

—¡¿Eh?!— exclamó sorprendido.— Ah bueno... Yo... Resulta que...

—¿Que diablos quieres Kakeru?— le dije agotada por su falta de sinceridad.

—¿Porque Suwa te acompañó a casa?— no me sorprendí ante la pregunta, pero tampoco podría decir que estaba tranquila.

—Simplemente me acompañó.

—Pero... Escuché que Hagita iba hacerlo.

—¿Hacer que?

—Acompañarte.

—¿Porque te parece tan raro que Suwa me acompañe?

—Bueno...Yo... Se me hace raro, ya que tu confesaste tus sentimientos por el. Y el te rechazo, por eso no entiendo la razón por la cual el, intenta estar a solas contigo.

—¿Intentar estar a solas conmigo?— pregunte incrédula.

—Si. En la excursión intento varias veces acercarse a ti. Pero Hagita siempre le pedía que lo acompañará a sitios. Y cuando Hagita te exigió a Suwa una respuesta de sus sentimientos, el parecía intranquilo y su rostro estaba realmente rojo. No quise decírtelo por todo lo que sucedió, pero parecía como si Suwa...

—¿Que?— pregunté agotada por su discurso.

—Como si a Suwa le gust-

—¡Miaka!— se escuchó un grito por parte de un chico. El cual a dirigir mi mirada hacia el reconocí. Hagita.

Orange 「Re:」[E]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora