Capítulo 5

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-Bueno, supongo que siempre puedo cambiar de habitación y problema resuelto- dije con una sonrisa angelical-.

-Claro que si-me respondió pero no se fue de alli y estaba empezando a incomodarme con su mirada-.

-¿Puedes... dejarme salir de tu baño?-le pregunto un poco nerviosa-.

-Nadie te lo esta impidiendo, princesa- me sonrió-.

EL MUY CERDO ME SONRIÓ.

-Puedes irte de aqui, gracias-.

-¿Y si no quiero? Después de todo es mi cuarto de baño y tengo todo el derecho a estar en el-me hablaba con una voz grave y rasposa-.

-Entonces pasame la toalla, porfavor- ya me estaba empezando a poner de mal humor-.

Connor se acercó donde estaban las toallas y cogió una y me la dió.

Esto hay que hacerlo rápido.

Me levante y justo cuando me levantaba me tape con la toalla.

Creo que no se ha visto nada y acto seguido salgo de alli como una bala.

Una vez en el otro cuarto me doy cuenta de que no me he traido las maletas, gran error.  Termino de secarme para no mojar toda la casa y salgo a por mi ropa.

Una vez en el cuarto lo veo en la ducha con un montón de vapor en toda la habitación pero eso no me impide ver su cuerpo totalmente tonificado, en mi opinión la genética que les han dado a los dos hermanitos es increíble, y moldeado, otro error, por que cuando voy subiendo por sus abdominales y llego a su cara me encuentro sus ojos mirandome con cara de diversión.

-¿Te gusta lo que ves?- su voz se habia vuelto mucho mas sensual de lo que lo era antes, haciendo que yo me sonrojara al instante-.

-Eres un pervertido-cogi mis maletas y cuando iba a salir de su habitación escuche su voz-.

-No soy yo quien me ha dado un repaso con la mirada- y a continuación empezó a reirse y yo salí corriendo de alli-.

Nada más llegué a mi cuarto cogí el movil y llamé a Liam.

Pip

Pip

Pip

-Dime Alison-.

-Hola Rey Liam, ¿No se te olvidó decirme algo?-intenté sonsacarle pero creo que no dió mucho resultado-.

-No, ¿Por qué?-.

-Pues porque tu hermano esta viviendo en la misma casa que yo- decidí omitir el incidente del baño-.

-¿Mi hermano está alli? No sabía que estaría alli ahora creia que estaba en alguna otra de nuestras casas-.

-Se nota a quilometros que si lo sabías, mientes de pena-.

-Vale si, se me olvidó decirtelo, lo siento-.

-Da igual, solo era eso, buenas noches-.

Colgué antes de que le diera tiempo a responder.

Había sido un día con muchas emociones y ya era hora de descansar, no había siquiera cenado cuando me puse el pijama y me metí en la cama a dormir.

A la mañana siguiente cuando me desperté sentía ganas de coger la moto y correr, había participado un par de veces en alguna carrera ilegal pero no era lo mismo mi moto que la que me había dejado Liam.

Me vestí con unos pantalones vaqueros negros; una camiseta gris de tirantes y una cazadora de cuero negra y me lavé los dientes, peiné y todo eso que se hace por las mañanas.

Cogí las llaves de la moto y el casco y me fui directa a por la moto.

Iba cruzando el pasillo de la entrada cuando una voz carraspeó en la cocina. Me giré y ví a Liam allí de pie, con los brazos cruzados.

-Buenos dias, Rey Liam-Saludé sonriendo-.

A lo que el me devolvió el saludo cogiendo mi cintura y tirando hacia el para besarlo.

Su beso fue dulce pero con cierto toque de pasión contenida.

Me separé de el toavía un poco confusa y le miré a los ojos.

-Liam... ¿Sabes donde se hacen carreras?- dejé caer la pregunta como quien no quiere la cosa...-.

-¿Carreras de caballos? ¿De coches? ¿De qué?- se veía un poco extrañado por mi pregunta-.

-De motos-.

-Pues en la... un momento ¿Tú quieres correr alli? No, me niego, ¿Sabes la de muertes que hay en esas carreras?-ahora estaba entre preocupado y enfadado, lo que no sabía es que yo ya había corrido antes-.

-Liam... yo ya he corrdio antes en las carreras...-.

-Solo prometeme que volverás sana y salva-.

-Te lo prometo-.

Suspiró pero al final cedió y me dijo donde se hacian-.

Salí de la casa y todos los periodistas seguian alli, entonces recordé que si yo hablaba con los periodistas podria molestar a mi tía y me acerqué a ellos a responder a todas las preguntas que me lanzaban.

-Alison, Alison ¿Es verdad que te intentaste suicidar?-.

-Obviamente no, solo estaba allí porque me gustan los lugares altos para evadirme de mis problemas-.

-¿Entonces hay problemas familiares o amorosos dentro de las peredes de palacio?-.

-Bueno supongo que hay conflictos familiares como en todas las familias-.

-¿Tiene algun tipo de relación amorosa con el hermao del rey?-.

-Por supuesto que no, es más ni sabía que tenía un hermano, ayer me sorprendió entrando a la casa mientras me estaba bañando y me dió un buen susto.

-¿Intentó algo con usted el hermano del rey?-.

-Claro que no, nos llevamos muy bien pero solo eso-.

Me cansé de responder preguntas y fui hacia la moto, me sente, la encendí y antes de ponerme el casco escuche una pregunta que me dejó paralizada.

-¿Vas ha volver a correr carreras ilegales?-.

Me giré hacia el periodista que habia echo la pregunta y le respondí muy seria.

-No voy a correr, voy a ser la reina de las carreras ilegales y quien se digne a retarme va a comer polvo- me puse el casco y salí de alli lo mas rápido que pude haciendo que el motor rugiera-.

Me deslizaba por las calles como alma que lleva el diablo, esquivando coches y otras motos hasta que por fin dí con el lugar donde se celebraba la carrera.

Todos me miraban extrañados ya que era la primera vez que venía y precisamente no con una moto barata, sino una de las caras.

Me acerqué a un tio que había cerca mía, no parecía viejo era más mayor que yo por unos dos o tres años.

-Oye, ¿Para inscribirme?-.

-Lo siento pero aqui solo pueden correr los experimentados para los novatos hay otras ciudades-.

-Te lo repetiré una vez más en ese caso, ¿Donde me inscribo?-el chaval me había cabreado, ¿Qué se creía, que por ser una mujer no había corrido nunca? Se iban a enterar-.

Una vez inscrita me coloqué en la linea de salida y sentia la mirada de todos en mi, no me habia quitado el casco por que me reconocerían enseguida y entonces no podría correr.

Pasaron unos minutos en los que un chico bastante amable me decia el recorrido y entonces empezó la carrera.

Una chica se puso delante de las motos, no iba con poca ropa como la mayoría iba con unos pantalones cortos y una camiseta negra y los banderas en sus brazos.

-¿Preparados?-al escuchar su voz me empezó a venir ese cosquilleo que esta en la barriga antes de hacer algo importante para ti-.

-¿Listos?-mi moto rugió deseando salir-.

-¡Ya!- y ahí empezó lo bueno-.

¿Es Culpa Mia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora