¿Es Culpa Mia?

Capítulo 20

Estoy en la cárcel.
Si, literalmente en la cárcel, con mi uniforme naranja y todo.
¿Sabíais que si haces un ingreso mayor a diez mil euros en el banco este se lo notifica directamente ha hacienda y ellos lo investigan?
Pues yo no.
Bueno os contare como he acabado aquí.
Como bien sabéis yo me gano mi dinero en las carreras ilegales y como su nombre indica no son legales, eso significa que todo el dinero que he ganado en realidad no existe, y como tampoco lo he declarado es dinero ilegal, pero yo, muy lista de mi, me he ido a comprarme un piso  y no de los baratos especialmente, el punto es que cuando fui he hice el ingreso de el primer plazo del piso todo salió bien, los problemas empezaron cuando llegue a mi nueva casa, me senté en mi nuevo sofá y la policía entró a la fuerza por mi nueva puerta.
Intenté que me explicaran que narices estaba pasando, pero no hubo forma de sacarles nada de información.
En cuanto llegué a comisaría un no muy amable abogado me explicó la situación, y como ciudadana modelo que había sido, que se note la ironía, no tenía más opción que ir a la cárcel o pagar una multa mas grande que el estado de Texas.
Ahora estoy aquí sentada en una cama de mierda, en una habitación de mierda, porque a parte de no tener paredes la comparto con otras tres tías, con solo un retrete que a demás es una mierda.
Si, creo que se nota mi disgusto.
-Eh, Ainshworth, han pagado tu fianza, puedes salir-dijo uno de los seguratas de mala gana.
¡No me lo podía creer! Recogí mis cosas corriendo y salí de allí como alma que lleva el diablo.
Cuando salí me encontré a Connor en su coche apoyado, estaba muy sexy con una chaqueta de cuero encima de una sudadera gris y camiseta de pico blanca que combinaban a la perfección con sus vaqueros grises.
"¿¡Que coño!?"

Llegue hasta el y lo abracé.
-Creo que nunca me había alegrado tanto por verte-dije contra su pecho.
-Vamos anda, que Liam no se entere de esto-.
Lo miré mientras el conducía, más serio que si alguien se hubiera muerto.
-Connor...
El me cortó levantando la mano y poniendo un dedo en mis labios.
-No digas nada, solo descansa un poco en tu nuevo apartamento, yo estaré en mi casa felizmente, mientras tú estás felizmente con mi hermano-su cara se volvió una mueca de ironía.
Lo miré alucinada.
¿¡Qué narices acababa de decir!?
-Connor...-volví a intentar decirlo, pero me volvió a cortar.
-Enserio Allison todo está bien- llegamos a el parking de mi edificio y me quedé en el coche mirándole fijamente-.
-¡Connor, joder, déjame hablar!- me miró con sorpresa y reanude mi discurso por donde lo había dejado, mejor dicho empecé mi discursito- no sé que nos pasó en la isla, y no tuvimos tiempo para aclararlo, yo estaba todo el día trabajando en palacio y tu desapareciste, como si la tierra te hubiera tragado o algo así, y también el accidente de Liam, todo fue muy rápido, me gustaría...-joder, no sabía como decirle que se quedara en mi casa sin que pensara que lo utilizo de segundo plato- estaría bien si...-.

-Me estás poniendo de los nervios, dilo de una vez-.

-Quedate-al ver su cara de asombro añadí- porfavor-.

-No sé si eso es una buena idea...-.

-Ya, entiendo, no quieres que hablemos, lo entiendo de verdad, lo siento si te he molestado-me dispuse a salir del coche pero el me cogió el brazo y tiró de mi para que me sentara de nuevo.

-No es eso- se pellizcó el puente de la naríz y después de pasó la mano por el pelo frustrado- es que si estoy contigo, a solas, en tu casa, voy a terminar follandote contra la pared y no creo que eso aclare nada-.

Sentí como mis mejillas se volvían más rojas que las tarjetas de faltas del Real Madrid.

-Yo solo... pensaba en tomar un té... y... hablar...-me reí nerviosa ante la confesión de Connor-.

-Está bien-esbozó una sonrisa tan bonita y perfecta...-me intentaré controlar-.

ººComo no... enserio deberías mirarte tu fijación con las sonrisasºº

Salimos del coche y nos encaminamos hacía mi apartamento.

Estabamos subiendo por el ascensor y podía sentir su respiración pesada, mi corazón que se me iba a salir del pecho, como iba cambiando su peso de un pie a otro cada poco tiempo...

Por fín llegamos a mi planta y salí escopeteada del ascensor, seguida por un Connor con sonrisa de suficiencia en su cara y paso lento.

estaba tan nerviosa que no atinaba a meter la llave en la cerradura, claro que teniendo a Connor justo a detrás de mi, mirandome fijamente, todos los movimientos que hacía era muy difícil.

-¿Necesitas ayuda?-preguntó divertido.

-No ,no- porfín meti la llave y abrí la puerta- puedo hacerlo yo solita-.

Dejó su chaqueta de cuero en el respaldo del sofá mientras miraba con curiosidad a su alrededor.

-Bonito apartamento-parecía un niño pequeño con esas sonrisita y esos ojos con un característico brillo en ellos.
-Gracias, bueno todavía no he podido decorarlo y faltan algunos muebles, pero ya va cogiendo forma-le informo-.
Bueno supongo que nadie espera tener que dejar de decorar su casa porque va ha la cárcel en cuanto empieza con las compras del mobiliario.
-¿Que te apetece? Tengo café, té, Nestea o limonada-me giré para ver cómo se quitaba también la sudadera que llevaba debajo de la chaqueta.
Joder, menudas vistas, la camiseta se le pegaba al cuerpo lo justo y necesario para dejarme ver sus definidos brazos y perfectos pectorales.
Este hombre me quiere matar de un infarto.
-Me apetece ver tu casa, ¿Sería usted tan amable de enseñármela?-me miraba con una sonrisa pícara mientras sus felinos ojos seguían todos los movimientos que hacía.
-Claro, en esta planta tenemos el comedor, el salón y la cocina, todavía tengo que comprar algunos electrodomésticos pero lo más esencial ya está-miré hacia las escaleras, mi cuarto era la habitación que mejor estaba, antes de que me pillaran y me condenaran, estaba decidiendo si ponía una televisión de sesenta o sesenta y cinco pulgadas-.
Fui hacia las escaleras con el detrás de mi, sin decir ni una palabra y subimos a mi habitación.
-Esta es mi habitación y la terraza, tiene unas vistas increíbles deberías salir a verlas-comenté con entusiasmo.
Connor me cogió del brazo, haciendo que me diera la vuelta quedando de frente a el, y me besó con fuerza mientras cogía mis piernas y se las enrollaba al rededor de su cintura.
Mis manos reaccionaron antes que yo subiendo hasta su pelo y tirando suavemente de el.