Porque el deseo de venganza quema mi sangre y el dolor de mi pecho corrompe mi alma. Cólera desprende mi piel y, una vez más, el miedo es lo único que se extiende con la pronunciación de mi nombre. Témeme, porque la oscuridad ya no te ampara. Témeme porque la sombra de la muerte te persigue con mi palabra.
Meg alza los ojos por un momento y Nick es capaz de ver el rojo escarlata que los tiñe. Es la primera vez en toda su vida que ve a su madre llorar. Traga saliva y contempla como se aparta prendida en llamas. La alfombra bajo sus pies se enciende y corre a apagarla con tal de evitar un incendio.
-- ¡Márchate! --grita.
Meg parece salir del shock en el que se encontraba y, tras echar un último vistazo a su pequeña, prende el vuelo. Nick suspira y mira el recibidor hecho un desastre.
Camina hacia su hermana y observa sus mechones pelirrojos cubrir su rostro. A pesar de las heridas y contusiones, que muestra por todo el cuerpo, su rostro se mantiene inmaculado. Aparta uno de los mechones y acaricia sus mejillas algo tibias. No deben llevar mucho muertas. Quizá unas horas. Aparta un poco más su melena y se estremece al ver la marca de media luna en su cuello. La palpa con sus temas y lo aparta rápidamente, siente en sus manos un frío que quema. Traga saliva y aprieta la herida. El líquido sale en gotas diminutas. Ponzoña de vampiro. La reconocería en cualquier lugar.
-- Ron ve a mirar si no hay otro cuerpo por los alrededores.
-- ¿Otro cuerpo?
-- Mi hermana estaba de mudanza, ¿recuerdas? Dudo que viniera sola a por lo que faltara de sus cosas.
-- De acuerdo.
El hombre se marcha y Nicolas limpia con un pañuelo el cuello de su hermana. Nadie debe ver ese líquido brotar de ese lugar. Se detiene y tapa su rostro con su mano libre para no ser visto mientras llora en silencio. Un llanto amargo, lleno de dolor y desconsuelo ante la muerte de una de las personas con las que ha convivido toda su vida y que le ha criado. Su hermana mayor.
-- Señor tenía razón. El prometido de la señorita Gwendolyn se encuentra en la cocina, muerto.
Se pone de pie y seca sus lágrimas antes de ser visto por ese hombre convertido en marioneta. Era de esperar que las cosas estuvieran así. Ahora es tiempo de cubrir todo lo sucedido ante la familia del muchacho y darles un entierro digno a ambas mujeres.
Mira por un instante la ventana rota por la que minutos antes ha desaparecido su madre. No es el momento de ir tras ella. Solo un idiota lo haría tras ver esos ojos encendidos por la sangre derramada hoy. Suspira y da media vuelta subiendo las escaleras.
-- Ron, llama a la policía y a una ambulancia. Esto debe quedar como un robo que ha salido mal --ordena.
A pesar de lo que opina respecto a las acciones de Meg, reconoce que añadir a ese hombre, más parecido a un mafioso que a un tiburón de los negocios, al pequeño grupo ha sido un total acierto.
El hombre se marcha para hacer las llamadas y él acaba de subir las escaleras y se pierde en el mar de pasillos hasta llegar al despacho de Megara. Allí coche el teléfono fijo y marca el número que ya se sabe de memoría.
-- ¿Sí? --contestan al otro lado tras varios pitidos.
-- ¿Carlisle? Soy Nick, necesito vuestra ayuda con urgencia. Algo terrible ha pasado.
Y así empieza una larga hora al teléfono explicando lo sucedido y las sospechas respecto al intentó de salvar a Gwendolyn transformándola en una vampiresa. También explicando la fuga de Meg y el desastre ocasionado por su furia.
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Holmes "La Venganza de la Cazadora" [Libro 2]
Teen FictionEl tiempo es una maldición que nos persigue a todos, una maldición que no discrimina en género o raza, una maldición que cuando te alcanza te destroza; yo lo sé muy bien. "Ven, tengo que contarte un secreto. ¿Quieres oírlo? Yo soy la pesadilla de lo...