Capítulo 15

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Un golpe seco resuena. El grito del chico se extiende por todo el bosque y altera a las dos jóvenes que salen corriendo olvidándose de la chica tendida en el suelo. Se separan al huir y cada una corre por su vida. Pero ningún humano puede correr más que la sombra que las persigue. Emma escucha el grito de su amiga y acelera el paso deseando encontrar ayuda. Pero nadie la va a ayudar, ahora está sola. Y todo es culpa de Zack, él ha insistido en tomar esa ruta, un atajo. Más bien su final.

Pisa una roca y cae. Es demasiado típico. Intenta volver a levantarse pero algo la arroja contra un árbol. Grita de dolor y escucha que algo se rompe, tal vez una costilla o dos. Cierra los ojos y unas lágrimas se deslizan por sus mejillas. Tiene miedo, sabe que va a morir y eso la aterra. Escucha una risilla y abre los ojos. ¡Hay personas! Ellos la ayudarán.

--- ¡Socorro! --grita--. ¡Ayudadme por favor!

La risilla se convierte en una carcajada y ante ella aparece una figura de ojos rojos. Un hombre. ¿Cómo podría describirlo? Es la persona más hermosa que ha visto a excepción de la chica tumbada en el suelo. Su piel es blanca como el mármol y sus mejillas carecen de color. Pero lo más impresionante es su mirada de rubí. Nunca había visto algo igual. Traga saliva y sonríe aliviada.

--- Por favor ayúdeme. Mis amigos han desaparecido, creo que están muertos y nosotros estamos en peligro --susurra sin aliento.

--- Si pequeña chuchería. Estás en un severo apuro --responde con una gran sonrisa--. Estas son tierras peligrosas y hay muchos bichos malos. Todos creerán que os han devorado un animal y yo habré conseguido un aperitivo suculento.

--- ¿Qué? ¿Qué clase de pirado eres?

Su voz es apenas audible. El dolor la tortura y apenas puede moverse. La risa del hombre la irrita cada vez más, ¿se burla de ella?

--- No soy un pirado, soy un vampiro.

--- No sé qué clase de loco eres pero apártate de mí.

--- ¿O qué? Eres una gatita herida e indefensa.

Alza la mano para darle el golpe final que la dejara inconsciente y de repente desaparece. No hay rastro de ese ser que atentaba contra su vida. Parpadea sorprendida y mira a su alrededor. Estaba apunto de matarla y se ha desvanecido. Suspira aliviada e intenta ponerse en pie. Apenas lo logra pero con un poco de suerte y utilizando los árboles a su favor logrará volver al camino y encontrar a gente.

--- Debo avisar a todo el mundo ---masculla entre dientes.

--- No avisarás a nadie.

La voz de una mujer la sorprende y hace que caiga al suelo. Mira a su espalda y ve a la chica, antes tendida en el suelo, quedar de pie frente a ella.

--- ¡Estás bien! -- verla tan tranquila la hace  dudar de su estado, tal vez antes solo fingiera y todo fuera cosa de un complot--. Tú también estabas en el ajo, ¿verdad? Apártate. No te me acerques.

--- No puedes evitarlo --responde--. Sólo eres una humana y yo soy un demonio.

El sonido de algo rompiéndose ensordece a Emma y se ve obligada a taparse los oídos. El viento gira con fuerza alrededor de la mujer desnuda y ante sus ojos un par de alas negras, parecidas a las de un reptil o un murciélago, surgen de la espalda de ésta. Grita pero nadie la escucha. Son tan grandes que cubren el Sol y la oscuridad lo envuelve todo. Lo siguiente que puede ver es el cielo abierto y ella volando por encima de cientos de nubes. A medida que los segundos pasan un sueño comienza a apoderarse de ella. Lucha con esa sensación pero es en vano. Al poco tiempo cae inconsciente. La mujer la observa y sigue volando. No tardan mucho en llegar a un hospital. Con paso veloz logra robar algo de ropa y deja a la chica inconsciente frente al hospital. Poco después desaparece.

Holmes "La Venganza de la Cazadora" [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora