TU TURNO HA llegado, Mathis entra a la habitación relajada y con las manos un poco mojadas. Se acerca y se sienta al lado tuyo. No intercambiaste palabras con el chico durante los cinco minutos que tardó tu hermana. Te pones de pie dejando tu cobija sobre las colchonetas y caminas hacia la puerta.
La habitación está tan tranquila que escuchas el leve sonido del pestillo cerrar la puerta. El baño del pasillo se encuentra en direcciones contrarias a las escaleras, justo al final. El aire vuela tu falda un poco y la sostienes con ambas manos, las mayas gruesas te cubren mínimamente del frío mientras deleitas el silencio absoluto.
Caminas hacia el fondo mientras ves las puertas de tu lado izquierdo separadas entre sí por menos de un metro y medio. Tu hermana y tu poseen la única habitación de este pasillo, pues cada puerta que habita ahí, no son más que bodegas.
Sientes un escalofrío en la nuca, los oídos te zumban e inicias a caminar más rápido. Crees escuchar el crujido de tus piernas entumidas por el frío. Te niegas a ver por detrás y doblas a la derecha, sostienes la perilla en forma de "S" con tus dedos temblorosos y te es casi imposible no percatarte de su fresco estado. Bajas la perilla, botando el pestillo, empujas la puerta rápidamente y la cierras. Recargas tu espalda sobre la puerta blanca con un marco grueso. Ves la perilla que está a tu derecha, los oídos te zumban mientras que el cosquilleo de la nuca te es más fuerte. Aprietas la dentadura hasta el grado de rechinar los dientes por la irritante sensación. El corazón te bombea a gran velocidad que puedes escucharlo. Con la mano izquierda y sin despegarte de la puerta, tomas el seguro y lo giras verticalmente obstruyendo la entrada por mínimos segundos a quién sabe quién.
La perilla inicia a moverse con fuerza y te apartas de la puerta en seguida. Caminas de espaldas hasta chocar con el lavamanos, lo tomas con ambas manos viendo fijamente la puerta. Tomas aliento hasta llenar tus pulmones, tus ojos bajan del centro de la puerta a la perilla que sigue siendo forcejeada. Algunos de tus mechones caen frente a tu rostro, aprietas cada vez más fuerte el lavamanos conforme a las pulsaciones de tu corazón.
El sonido estruendoso del forcejeo cesa, la perilla se queda estática y el interruptor de tus sensaciones se apaga.
El sonido acelerado de tu corazón musicaliza el silencio.
Sigues viendo a la puerta tratando de respirar mejor.
Un destello azul rodea el marco de la puerta, escuchas el golpe que da contra la pared al abrirse. Gritas involuntariamente y cierras los ojos con todas tus fuerzas.
– Sarah –te llama una voz conocida.
Ves una mano regordeta con las uñas pintadas de borgoña alrededor de tu brazo derecho, el hechizo que ha lanzado a la puerta a producido mucha neblina en el baño. La dueña de la fémina voz te jala y caminas temblando de miedo. Logras visualizar entre toda la cálida neblina, unas trenzas tiesas color pardo con algunos cabellos dorados, y al salir del baño, logras ver quién es.
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Indana
FantasíaIndana EXISTE UN MUNDO análogo a la Tierra, en el cual habitan los seres mágicos más extraños, hermosos y abominables del presente. Indana es la nación anidada por magia oscura y blanca, donde entre la variedad de culturas, se pudo formar sólo una...