Bajó del auto mirando su nueva casa. Era mucho más grande que en la que vivía junto a su madre, pero el tamaño no era lo que le importaba sino como sería su vida ahí, porque era consciente que las cosas no serían tan fáciles. No sabía cómo sería recibido o cómo él podría aceptar a las personas que vivían ahí, pero no podía hacer nada, así la vida que le esperara no fuera la mejor porque no tenía a dónde más ir.
Su madre había muerto un mes atrás y el único familiar más cercano que tenía era su padre, y a pesar de quererlo mucho y viceversa, nada le aseguraba que su vida en su casa iba a ser buena. No era fácil unirse a una familia en la que él era la prueba de que en algún momento esa familia había tenido problemas como una, y así era como él había nacido, producto del engaño de su padre a su esposa, en donde su madre el único título que tenía era el de la amante.
—Tae Min —llamó su padre.
Quería que ayudara a bajar las maletas de la cajuela del auto, las que no podían ser llevadas sólo por el hombre mayor al ser tres.
—Claro —dijo al darse cuenta de lo que su padre pedía y regresó al lado de este.
Tomó una de las maletas mientras su padre se hacía cargo de las otras dos, cerrando la cajuela y dirigiéndose a la puerta de la casa.
Tae Min lo miró caminar con seguridad y a él le hubiera gustado hacerlo igual, pero no se sentía seguro, sin embargo, miró adelante y sin bajar la cabeza siguió a su padre, viendo como este abría la puerta y entraba, dejando los zapatos en la entrada, tomó unas pantuflas para estar en casa.
Él hizo lo mismo que su padre y dejó la maleta que estaba llevando al igual que el hombre mayor lo hizo, escuchando como este le daba la orden a una mujer que ni siquiera había visto en el momento en el que apareció, sólo le escuchó que le decía que llevaran sus pertenencias a la que sería su habitación y que le avisaran a su esposa e hijo que se reunieran en la sala de estar.
Suspiró sabiendo que ese sería el momento definitivo en el que sabría cómo sería su vida a partir de ese día en aquella casa.
Siguió en silencio a su padre hasta la sala de estar, en dónde tomaron asiento por un momento antes de que una señora que aparentaba la misma edad de su padre apareciera en la estancia, y poco después un joven de su misma estatura y que parecía algunos años mayor que él.
—Él es Tae Min—fue presentado por su padre —y él es Jong Hyun, tu hermano —el hombre hizo un gesto con la mano hacia su hijo y luego a su esposa — y ella...
Ni siquiera escuchó si la esposa de su padre fue presentada por su nombre porque sus ojos se quedaron en la imagen de su medio hermano, quién parecía que no lo quería ahí, pero agradecía que eso le fuera mostrado desde un inicio, así él no se tenía que esforzar ni un poco por obligarse a crear un verdadero lazo de unión con su medio hermano.
La esposa de su padre lo abrazó, sorprendiéndolo, porque no podía imaginarse que a pesar de él ser el hijo de otra mujer, lo recibiera con tal afecto; sin embargo, al momento que la mujer se separó no pudo ver que aquello sólo fuera forzado para aparentar frente a su esposo, él sólo curvó un poco sus labios y volvió la mirada hacia su medio hermano, quién en ese momento se levantó del sofá y salió de la estancia, con los gritos de su padre pidiéndole que se quedara en el lugar.
—Discúlpalo —habló la mujer —para él ha sido difícil esto.
Asintió porque no creía que podía hacer algo mejor, la mujer estaba siendo amable y su padre lo había llevado ahí porque no pensaba dejarlo a la deriva.
Los minutos comenzaban a pasar y él a desesperarse, no podía estar tranquilo con la excesiva amabilidad de la esposa de su padre cuando él creía que todo lo que recibiría de ella eran desprecios al ser la prueba de que en algún momento fue engañada.
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Si el amor duele, ¿por qué decidí amarte?
FanfictionEl amor puede ser algo hermoso, pero si amas y no eres correspondido puede ser lo más letal. Tae Min se creía casado con el amor de su vida, sin siquiera saber que era el reemplazo de alguien más. Pero no siempre eres ciego y hay un momento en...